Hospital, dulce hospital

30 2 0
                                    


Julio se despertó tendido en la cama del hospital, ya no podía recordar nada. ¿Qué pasó aquella mañana?¿Porqué estaba en el hospital? Trató de levantarse y al apoyar su peso sobre su cuerpo en lugar de sobre una cama hospitalaria pero sintió una presión en el pecho que lo tumbó de un golpe. No era dolor, sólo presión.

Se levantó la bata del hospital y se percató de una cicatriz apenas visible, el único recuerdo de su chocante experiencia. Se ayudó del borde de la cama para levantarse mas cuando está comenzó a descender para introducirse en la ranura de la que había salido una semana atrás, perdió el equilibrio.Unos momentos más tarde 3 androides de atención clínica entraban por la puerta, con la única intención de analizar al paciente. El primero de ellos era esbelto parecido a un exoesqueleto humano y tenía unas amenazantes pinzas para poder mantener erguido al paciente al que le costase estar de pie; tras él había dos pequeños robots fácilmente confundibles con cubos de basura abombados. Uno rojo y otro negro.

Sin apenas darse cuenta, el robot de las pinzas se adhirió a sus extremidades, desde el principio de los hombros hasta el final de los dedos y lo levantó. Julio probó a moverse pero por más fuerza que hiciera no podía soltarse. El pequeño androide rojo se acerco y ,con lo que parecía ser un sonar, analizó a Julio en un abrir y cerrar de ojos.

-Niveles de azúcar; óptimos.
Tensión; alta.
Pulso;normal.
Respiración; dificultosa.

Tras el analisis inicial el otro robot se acerco y abrió una pequeña bandeja con una pastilla blanca y un vaso de agua.
El exoesqueleto articuló  a Julio como si de una marioneta se tratará cogiendo la pastilla y engullendola con un sorbo de agua. Tras cumplir su labor el exoesqueleto se soltó del paciente y acompañó a la salida  a sus colegas tecnológicos acompañando su despedida con un "puede marcharse, cuidese y gracias por recurrir al hospital Curmass"

Atónito por la situacion anterior Julio salio de su dormitorio. En el exterior de su hospitalaria recepción había un pequeño pasillo que llevaba a un ascensor. Entró en el elevador y mediante la voz indicó su piso de destino. Las puertas se cerraron y una mecánica voz advirtió que permaneciera inmóvil. Tras la advertencia un rayo cegador inundó la sala. Al volver la iluminación normal la bata de paciente de Julio había sido sustituida por su antigua ropa de calle, la misma que llevaba en el momento del tiroteo aunque sin el agujero del disparo.

Ya en la planta baja del hospital Julio vio a Marco gritando a uno de los androides de seguridad como de costumbre.

-¿CÓMO QUE NO PUEDO PASAR?¿TU SABES QUIEN SOY YO?YO TE CONSTRUÍ CON AYUDA DEL HOMBRE QUE ESTA AHÍ DENTRO posiblemente. DEJA PASAR A TU CREADOR O SI NO...

-Hola Marco.
-Hola Julio - respondió con un tono más tranquilo.- ¿Qué tal va la herida?¿Te duele? Venga enséñamelo y no te hagas derogar.

Julio se bajo el cuello de la camisa mostrando la minúscula marca donde antes una batida sónica habia abierto un agujero.

-¡Vaya que bien ha quedado!

-¿Qué ha pasado? Marco, ¿Qué hago aquí?

-¿No recuerdas nada?

-Recuerdo un estallido, un cadáver y que todo se volvía rojo.

-Julio, te han disparado, has estado muerto 12 minutos. A poco no lo cuentas.

Julio se quedo atónito, los recuerdos comenzaban a llegarle en ráfagas. El sonido del disparó se convirtió en realidad dentro de su cabeza y retumbaba en sus oídos como en el momento del disparo. Se sobresaltó e intuitibamente se tapó los oídos con las manos.

En ese momento recordó el cadáver y al tipo silencioso que escudriñaba su cadáver como un carroñero de asfalto.

-¿Y la mujer?-Preguntó Julio.

-¿Qué mujer Julio? Sigues aturdido por la medicina.

-No, estoy bien. Me refiero a la mujer que estaba en el callejón a la que mataron.

-Igual es un poco pronto para eso, acabas de despertarte después de estar inconsciente una semana, no deberías...

-¡NO!-Grito Julio haciendo que todos aquellos que estaban en la recepción se giraran hacia él.-Quiero verla ahora.

-De acuerdo, te llevaré allí pero luego tenemos que hablar sobre tus retrasos en el trabajo.

Ambos se dirigieron hacia el aero-coche de Marco y tomaron la carretera mas cercana hacia el lugar del crimen. Durante el trayecto Julio trataba de recordar lo que había sucedido, quienes eran esos hombres. Por mas que lo intentase no lograba recordar nada mas allá de un nombre. Mike.

Futuro ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora