Presente

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El suelo de la clínica se tiñó de un oscuro color rojo.

-Ju...Ju...Julio. Tú no....no. Tus ojos.-dijo Andrew con una expresión de horror mientras la vida se escapaba de su cuerpo.

El olor de la sangre había incentivado su cambio de nuevo. Julio intentaba controlarse pero cada vez era más difícil. Los sonidos oídos en su aventura retumbaban en su cabeza recordándole las atrocidades que había cometido.

-Entonces tomé el control de su cuerpo. Este tal Julio se resistía pero lo he conseguido.-Dijo el manco en su forma monstruosa.

-¿Y porqué has venido a verme?¿Porqué me cuentas toda esta historia?

-Turok, Turok, Turok-dijo el manco de forma sarcástica- no has entendido nada de ésta historia. Tienes un gran arma entre manos y se que la has estado utilizando. Ese hombre al que maté. Tenía unas habilidades como las mías. Marcus creo que se llamaba.

-Así que funciona.-piensa Turok en voz alta.-viéndote es seguro que sí. ¿Qué quieres?

-¡¿NO ES OBVIO?! Más poder. Es lo que quiere todo el mundo. Poder, gloria o en tu caso. Control

-¿Mi caso? ¿Qué tengo que ver yo en todo esto?

El manco se acerca al doctor y lo empuja poco a poco contra la pared. Levanta su muñon a la altura de los ojos del doctor y le aprieta la cara contra el muro.

-¡NO TE HAGAS EL TONTO CONMIGO! Se lo de los chips de control a distancia en la mano, pero convencí al muy tonto de mi portador para que se cortara la mano. Quiero una mano, una robótica, de grafeno.

-Pero yo soy médico no mecánico. No puedo hacer...

El manco agarra a Curmass del cuello y lo levanta a unos 15 cm del suelo. La mano obstruye la garganta del doctor y lo impide respirar.

En ese momento una doctora abre la puerta de la clínica viendo tanto la situación del docto como al detective muerto. La mujer queda paralizada por el miedo, pero el doctor le ordena salir de la habitacion y esta huye por su vida.

-Nos han visto, cof, cof-dice el doctor casi sin aliento-Será mejor qhe huyas, cof.

-Está bien, me iré. Pero tu vienes conmigo.

El manco coge las esposas de Andrew y se las coloca a Turok. Se lo coloca sobre el hombro y se acerca al ventanal que ocupaba prácticamente toda la pared.

-¿A dónde te crees que vas a ir? Estamos en un piso 82. Nadie podría sobrevivir a una caída como ésta.

El manco ignorando a Turok agarra una bolsa con jeringuillas, pastillas y medicinas y salta por la ventana.

El salto es increíble, nadie en su sano juicio diria que era un ser humano. El aterrizaje iba a ser duro pues caería desde el piso 82 hasta un parking subterráneo. Una auténtica locura.

Turok se desmaya en la caída pero Manco se mantiene firme. La dura caída deja un agujero en el suelo del parking, quebrando el suelo de cemento en miles de fragmentos minúsculos.

Allí había al menos un grupo de 5 coches policía, llegados por la advertencia de un criminal que amenazaba la vida del doctor. Al ver la abominación caída del edificio los robotizados policías abrieron fuego, enfureciendo al Manco, que carga contra ellos despedazando a tres hierros de un sólo golpe. Pero sigue sin ser indestructible y las balas no le hacen precisamente cosquillas.

La bestia da una zancada hacia la salida y golpea el techo de la misma sellando la salida para los guardias androides.

A continuación, Manco, corre hacia lo que en un inicio fue la casa de Julio que se encontraba precintada por la policía. Manco arranca la cinta policial y entra en la casa dejando a Turok en el sofá y las medicinas en la cocina.

Entra en el baño y se moja la cara, al mirarse en espejo ve un reflejo. Pero no es su reflejo, es diferente. Es más grande, tiene los ojos rojos, cada vena visible se ha teñido de azul y los dientes y uñas se han afilado. Parece un ser como el que se había encontrado al salir del submundo.

No es fácil decir que es ahora, solo se puede decir que ya no es humano.

Futuro ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora