Sin salida

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No, no vayas. Sólo él puede entrar y salir,- Advirtió el anciano- sería muy peligroso que un desconocido lo hiciera

- ¿Entonces?-preguntó Julio- No voy a poder volver a salir nunca?
No, o al menos por ahora. Te quedarás aquí hasta que nosotros creamos que puede salir. Sería muy arriesgado que alguien de fuera supiera de nuestra estancia aquí. Vivimos fuera de las leyes. Fuera de la sociedad. Fuera del mundo o mejor dicho debajo de él.

-Pero tengo una vida hay arriba.

-Y nosotros aquí abajo, si te dejaramos marchar nos podrías poner en un aprieto.

-No diré nada lo juro.

-¡NO!-Dictó el anciano de manera rotunda- y no vuelvas a sacar el tema.

Tras esto el traslado hombre se marchó dejando un vacío en la habitación y en la conversación. Julio no conocía el submundo por lo que se limitó a explorar allí nadie le conocía y allá donde iba todos le miraban con rechazo resultaba un extraño en un mundo que para él era extraño punto mientras paseaba pensaba en que realmente no podía salir, no por el anciano, sino por la policía. Si sabía que tendrías y aun siendo inocente, iría a la cárcel. No quería acabar en prisión. Y él no había hecho nada, más que tener un coche bastante estropeado.

¡Julio! ¡cuánto tiempo!-dijo una voz que él reconoció al momento- pensé que no sobrevivirías a la caída.

-¿Anthony! ¿cómo...cómo es posible? Si te vi. Vi como te arrestaban .

Anthony ignoró las preguntas de su amigo e inmediatamentese puso a caminar. Julio el seguía los pasos sin saber muy bien adónde iban, pero sentía que con él estaba seguro.

Julio no paraba de tocar a Anthony punto quería cerciorarse de que era real después de todo lo que había pasado la propia vida parecía un sueño.

- Para Julio, que me vas a enamorar-bromeaba Anthony-¿Qué estás haciendo?¿Por qué me estás tocando todo el rato? Es super raro para ya.

-¿Estoy muerto?

-¿Qué?-se extraño Anthony.

-¿Que sí estoy muerto? Porque esto no puede ser real tiene que ser un sueño, una pesadilla. Morí esa mañana en el callejón. No sé, esto es tan confunso.

- tranquilo, sigues vivo, por ahora. Pero hay arriba están poniendo precio a tu cabeza, deberías quedarte aquí, lo mejor es que te quedes conmigo y te enseñe tu habitación¡Vamos!

Ambos caminaron por todo el complejo. Anthony le enseñaba orgulloso a Julio las instalaciones como si él hubiese sido el arquitecto de todo aquello. Resultaba extraño. Todo era tan familiar. Como si lo hubiese visto realmente antes, no sólo en los libros en la vida real.

-Aquí-anunció Anthony al llegar a un desvalijado cuchitril.-Aquí vivirás, comerás, reirás y dormidas durante los próximos 4 años

- ¡4 años! cuánto tiempo más vas seguir con esta broma. Anda dejame marcharme.

- No has escuchado al viejo padre no se puede salir, sólo yo. Puede que algún día puedas salir pero tendrás que volver. Ya lo sabes, además tu vida ahí arriba ha acabado. agradece estos 4 años aquí abajo.

Con esas palabras Anthony se despidió. Se marchó dejando a Julio solo en su habitación.

- 4 años, 4 años- Julio no paraba de de repetirlo, como si todo aquello fuese una gran mentira que antes o después se acabaría-¿Cómo voy a aguantar yo aquí 4 años? 4 años con las ratas, 4 años con la oscuridad, 4 años con Anthony

Ed entró por la puerta:

-Vaya vaya. Mira qué jaula tiene el pajarito. Una adivinanza: Crece cuando le das de comer. Muere cuando le das de beber.

-¿A que viene eso?Márchate.

-Respuesta incorrecta. Te daré otra oportunidad-dijo el chalado mientras sacaba de su bolsillo una llave.

-¿Qué es eso? ¿Es una llave?

-Es la llave con la que podrás salir de aquí. Acierta mi adivinanza y te la daré.

-No se cual es la respuesta-recitó Julio.

-Te daré hasta mañana para que averigües la respuesta. Si no la sabes la tiraré por ahí.

Una voz mecánica resonó en todo el recinto. Con el interés de ver las instalaciones, el día se le había pasado volando y se le había hecho muy tarde. La voz anunció la hora de dormir. Las luces se apagaron.

-Tienes hasta mañana-dijo el loco- recuerda lo que pasará si no me dices la respuesta. 4 años.

Pronto julio comenzó a pensar. Le daba vueltas y vueltas en la cabeza quería esa llave como fuera y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. Muere si le das de beber.

Tenía muchas dudas pero parecía como si todo se solucionara con esa respuesta.

¿Cuál era la respuesta?

Futuro ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora