Mike y Anthony 2

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-¿Mike?¡Mike! ¡RESPONDE!

Gritaba Anthony desde la superficie de un montón de desperdicios. La caída le había fracturado un brazo y al tratar de levantarse se percató de que también tenía un esguince en el tobillo. Era un milagro que no se hubiese hecho más, de no haber sido por un colchón desechado por alguien, Anthony, hubiese muerto.

Los abusones se habían marchado ya temerosos de ser vistos cerca del lugar donde habían tirado el "cadáver".

El niño se arrastraba entre los deshechos buscando a su hermano, quería encontrarlo, necesitaba encontrarlo.

-¡HERMANO RESPONDE! ¡POR FAVOR! ¡MIKE!

-An...Antho...Anthony. A...Aquí.-se oyó desde uno de los montones de basura.

Anthony saltó desde donde estaba hasta el lugar de procedencia del sonido ignorando el dolor y comenzó a buscar. No era nada sencillo. Había muchos objetos cortantes que arañaban los brazos del chiquillo que buscaba a tientas en la oscuridad.

-¡HÁBLAME!¡SIGUE HABLANDO!-gritaba mientras gastaba sus últimas fuerzas en buscar a su hermano.-¡NO PARES!

-Her...hermano, ve...ven. Ven hermano.

-Por fin Anthony cogió a su hermano, tenía una hemorragia en la cabeza posiblemente por culpa de la patada del matón. Su mano derecha tenía un palo atravesado que le impedía moverlo bien y su pierna izquierda estaba fracturada. La gran caída había sido demasiado para su cuerpecito de apenas 8 años.

Anthony con la mano temblorosa le saco el palo incrustado en su manita y con la manga de su chaqueta se la vendó para intentar frenar la hemorragia, pero no era suficiente.

-Aguanta hermano, volvemos a casa-dijo Anthony. Se colocó a su hermano en la espalda y emprendió la búsqueda de una salida.

El vertedero era muy grande en forma de anillo, tenía capacidad para mucha basura y hacía también función de compactador. Cada mañana los pistones que rodeaban el anillo interior se acercaban con fuerza hacia el exterior y viceversa. Los hermanos tenían el tiempo en su contra.

3 horas caminó Anthony con su hermano a cuestas, su apego por la vida era impresionante, pero no había salida, en apenas media hora los compactadores se cerrarían. No había escapatoria. Agotado dejó a su hermano en el suelo apoyado en la pared de una furgoneta vieja y le secó las lágrimas. Sin darse cuenta el también había comenzado a llorar.

-Eh, eh eh-dijo Anthony tratando de consolar a su hermanito-¿Qué pasa? No llores.

-No volveré a ver a papá.

-Claro que sí, ahora vendrá a buscarnos, sólo tenemos que esperar aquí.

-Me duele la mano-se quejó Mikey con un hilo de voz.-y la cabeza

-No te duelen, son sólo imaginaciones tuyas.

-¿Seguro?

-Claro, respóndeme a una pregunta. ¿Cuánto es dos más dos?

-Son 4 Anthony, no soy tonto, ya estoy en tercero.

-Súmale 3

-5

-Y Ahora 4

-9

-Y 5

-Ese es difícil. Creo que 14

-¿Te sigue doliendo la mano?

-Creo que no tanto.-respondió el pequeñajo.

-¿Ves? Eran imaginaciones tuyas, si no lo piensas no te duele.-Anthony le dedicó una sonrisa a su hermano pequeño mientras se le empañaba la mirada con más lágrimas.

-¿Porqué lloras hermano?

-Tranquilo Mike, lloro de alegría-mintió el muchacho mientras le secaba las lágrimas a su hermano-al ver lo bien que sumas. Estoy orgulloso, ven, te daré un abrazo.

Los dos hermanos se unieron en un vínculo fraternal y se quedaron allí a esperar la muerte.

-¡EEEEH!-se oyó desde el interior del anillo más pequeño-vosotros, fuera de ahí no es lugar para jugar.

Era el encargado de revisión del compactador, entraba en su horario de las 2 de la mañana. Los sacó a ambos de allí y llamó a una ambulancia.

-Mira Mike-dijo Anthony- te dije que vendrían a buscarnos.

Ambos entraron en cuidados intensivos. La noche había sido fría y bajo esas condiciones resultaba extremadamente dura. Anthony fue atendido antes que Mike y no resultó un gran problema, le vendaron las heridas y le suministraron las aspirinas necesarias.

El problema llegó con Mike. Debido a la herida de la mano y la hemorragia en la cabeza habia perdido mucha sangre, la pierna rota se había infectado y debido al frío había contraído una ligera hipotermia. Durante toda la noche estuvo en cuidados intensivos, pero no se pudo hacer nada. El 6 de Enero del 2614 a las 7:37 de la mañana el pequeño Anthony Kennet falleció en una camilla de hospital con tan solo 8 años. El 6 de Enero del 2614 a las 7:37 de la mañana Anthony juró vengarse del abusón que habia causado la muerte de su hermano. El 6 de Enero del 2614 a las 7:37 de la mañana, Anthony juró vengarse de Andrew McCarthey.

Futuro ImperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora