Capitulo 14

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POV NARRADOR.





-Déjame saber cómo esta...- susurro Marina acercándose a Luciano.

-Primero Cocina. -Marina gruño.- Luego me das una felación, y quizás luego averigüe algo de tu hijo.- Marina asintió.

Haría lo que fuera para saber cómo estaba su hijo, lo había llevado en su vientre nueve meses era parte de ella, solo deseaba que este bien con vida, a salvo.






"¿Cómo había llegado Damián allí? Pensó ella mientras calentaba la carne."





-Bella.- susurro.- Ella se lo dijo.

Al entrar en la cocina se encontró con varias cosas para poder hacer una cena rápida para el idiota aquel, cocino rápidamente.

-Toma tu comida, - Si quería saber de su hijo tenía que hacer cosas por el.- Espero que te guste cariño.- Marina le beso el cuello- ¿Quieres un masaje, cielo?

-Oh por favor cariño, hazlo.

Marina coloco sus manos sobres los hombros de este, mientras el comía, ella subió sus manos hasta el cuello de este, él se tensó, comenzó a hacerle masajes lentos. Todo por su hijo.

-¿Quieres la felación ahora, cariño?

- La cena esta maravillosa.- Sonrió.- Pero una mamada de tus labios sería una más delicioso. Desnúdate.- Gruño el-. Quiero verte desnuda.- Marina trago seco, pero hizo lo que le pidió. Se levantó la blusa quedando en sostén, se desabrocho los pantalones y también se los quito. Solo quedó en ropa interior, se sentía sucia, y aun Luciano no la había tocado. –Preciosa...- Gruño.- Acércate, quédate así ven, o te follare encima de la mesa.- Se acercó lentamente.- Oh si, hmm.- Marina se arrodillo frente a él y puso sus manos en sus pantalones-. Quiero que cuando te meta mi buen amigo dentro tuyo disfrutes ¿entendiste, cariño?- Ella asintió. Desabrocho sus pantalones rápidamente y le saco el bóxer, su erección salió dura y firme, con sus manos temblorosa agarro su miembro y se lo puso en la boca.- Oh, Cariño...- Chupo y acaricio con sus manos.- Vamos Perra rápido.- Marina clavo sus dientes y chupo-. Oh, sí duro.- Masajeo con sus manos y su boca chupaba fuerte, sintió que él puso sus manos en sus cabellos e hizo que moviera rápidamente.- Voy a correrme y tragaras todo.- Minutos después sintió su líquido caliente y salado en su boca, trago con asco.- Ahora voy a follarte.

-Primero mi hijo, Luciano.- Sollozo.- Quiero saber cómo esta.

-Oh no, mentí sobre eso nena.- Luciano le bajo las bragas, e hizo que se sentara en las piernas de él penetrándola fuertemente.

-Auch...- Chillo ella y sollozo.

-¿Te gusta nena?

-N-n...-Apretó sus caderas.- Claro que me gusta- fingió gemir.

-Quizás si yo no le hubiera dicho a Damián esto no estaría pasando.- se reprochó Bella.

-Nena, las cosas pasan porque tienen que pasar.- susurro Christian y la estrecho en sus brazos.




"Contrólate, contrólate. Sé que quieres ser tú, pero contrólate Edward"





Ese joven estaba abrasando a su chica, nadie podía tocarle excepto el.

-Ella estaría en su casa con los niños, quizás.- Bella miro a Christian.- Fue mi culpa.- susurro.

-Hermosa.- Christian le agarro el rostro con sus manos.- El destino quiso esto, no podemos cambiarlo.

-Ella es como una hermana para mí- Susurro. Christian le beso los labios dulcemente.



"¿Qué demonios?"





-Chris...- susurro Bella- No, aquí no.

-Lo siento. Ven vamos a la cafetería.

-Está bien, Damián ¿Necesitas algo?

-Estoy bien gracias.

-Te traeré algo para que comas.

-Está bien, gracias Bella.

Lo menos tenia ahora era apetito, su hijo estaba luchando por su vida, su mujer estaba con un loco, y el... él estaba sentado sin poder hacer nada, quería su vida de antes, ojala nunca hubieran pisado Forks, ojalá Marina nunca hubiera escapado y a ver venido a Italia. Ojala no hubiera perdido a su primer hijo. Si ella no hubiera caído por las escaleras...

El pitido fuerte interrumpió sus pensamientos, algo andaba mal, varios médicos fueron corriendo hacia la habitación de su hijo.



"Mierda." Pensó él.




Corrió rápidamente hacia la ventana que se encontraba frente a él. Y allí lo vio, el pequeño cuerpo de su hijo se movía rápidamente, temblaba. Varias enfermeras le inyectaron cosas en sus brazos.

-¿Cómo estará ella?- Se preguntó Bella.

-La policía la está buscando, no te preocupes.

-La policía de ahora no puede ni atrapar un resfriado.- Christian rio-. No da gracia, idiota.

-Lo siento.- Se disculpó.- Edward quiere matarme.- Ella lo miro.- Cuando te bese pensé que iba a saltar sobre mí.

-Déjalo, esta celoso.

-Me debes una cena.

-Lo sé, pero en estos momentos no.

-Te entiendo.- Christian le acaricio la mano.- Iré a mi casa unas horas.

-Ve tranquilo. ¿Puedes llevarte a Damián? Voy a decirle que vaya a casa necesita descansar.

-Claro lo llevaré. 

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