Capitulo 15

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POV NARRADOR.





-Esta será tu habitación.- Luciano abrió la puerta, en la habitación solo había una cama-. Vendré más tarde y te follare nuevamente.

Marina asintió, se sentía sucia, quería llorar. Quería estar con sus hijos, con Damián. Le dolía su feminidad, sentía que sangraba, salió de la habitación lentamente y escucho voces.

-Oh cariño.- escucho la voz de Luciano.

-Bebe, te extrañe- Esa voz, pensó, Elena. Esa perra-. Al fin agarraste a esa zorra.

-Esa zorra me dio una mamada como los dioses.- Escucho suspirar.

-Puedo hacerlo mejor que ella, mi amor.

-¿Qué esperas?

Marina sintió asco, busco el baño en habitaciones, cuando lo encontró se sacó la ropa y entro a bañarse, luego intentaría escapar, pero ¿Dónde estaba? Ni siquiera lo sabía.




"- Te juro que si le dices a algunos de ellos te matare.- La amenazo la morena.

-Lo haga o no ellos se enteraran.- Marina sonrió.- No podrás ocultarle para siempre que eres tú la novia de los tres. Menuda zorra eres.- Le grito, la otra joven le dio una bofetada.

-Te matare, y matare a esos niños que tienes en el vientre."




-Tuvo una convulsión.- le dijo la enfermera-. Ahora se encuentra estable, señor.

-Gracias, ¿puedo verlo?

-Solo cinco minutos.- Damián asintió.

Entro a la habitación y sintió las lágrimas recorrer sus mejillas, se acercó y agarro su mano.

-Pequeño campeón.- Susurro-. Tienes que ponerte mejor, tu madre va a quererte ver bien, sano. Eres mi hijo, la luz de mis ojos, te quiero, más que a nada aunque hace meses que nos conocemos. Ojala te hubiera visto crecer. Eres un campeón, vamos a salir de esta. Vas a ponerte mejor, sigue luchando...

-Señor, ya pasaron los cinco minutos.

-Ya salgo.- Damián le beso la frente-. Te amo, hijo.- Damián salió de la habitación, y volvió a sentarse en las sillas incómodas.

-Damián ¿Como esta?

-No lo sé.- susurro-. Me dijeron que está estable, ahora está lleno de cables.

-Ve a casa, a descansar.- dijo Bella- Christian se ofreció a llevarte.

-Necesito un descanso, pero no gracias.

-Ve, me quedaré aquí cuidándolo. Te llamare por cualquier cosa.

-También me quedare. Anda ve y descansa.- Se escuchó decir a Edward.

-Te llamare, lo prometo.

-Está bien. No importa la hora, solo llámenme.

Marina dormía, no pudo encontrar una salida, se habían cansado de buscar algo por donde poder salir, afuera de la habitación se escuchaba los gemidos de la zorra esa.

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