| Amame | | Crepusculo | #2

Capitulo 23

-Hola.- Edward le sonrió a Bella, ella le devolvió la sonrisa.- Vine a ver a Reneesme, pensé que podría levarla a ver una película.

-Eh, p-pues ella no está en casa.- dijo nerviosa.- Christian la llevo junto con Lizzy al cine.

-¿Qué?- Chillo.- ¿Dejas que nuestra hija se vaya con un extraño?

-Conozco a Christian desde hace años, él no le haría daño a mi hija.- Contesto fastidiada.

-Marina conocía a Luciano desde hace mucho, y mira lo que le ha hecho.- Le dijo.- Ha matado a su hijo y la tiene secuestrada.

-¡Christian no es así!

-Sí, si claro lo que tú digas...- Rodo los ojos.- Me quedare esperándola.

-Has lo que quieras.- El móvil de Bella comenzó a sonar.- Diga.

-Soy el oficial Díaz, tengo grandes noticias para vosotros, intente llamar al señor Damian pero no contestaba...

-Debe haber olvidado el móvil aquí.- Suspiro.- ¿Pero qué ha pasado?

-La encontramos, encontramos a Marina.

-Vamos para allá...

-Está en el hospital, donde estaba el hijo de ella.

-Voy enseguida, iré con Damian.

-¿Qué sucede?- Le dijo Edward viéndola agarrar las llaves.

-¡Marina apareció!- Chillo y lo abraso.- V-vamos t-tenemos que ir por Damian.

Luego de avisarle a Christian que ellos irían al hospital, fueron a buscar a Damian el cual se encontraba dormido.

-¡Damian!- Grito Bella y comenzó a moverlo para despertarlo.- ¡Apareció! ¡Apareció Marina!

-Shh, cállate tengo sueño.- Murmuro Damian.- ¡Has dicho que apareció!- Salto de la cama haciendo reír a los demás.- ¿Dónde está?

-¿Cómo te sientes?- Le pregunto la enfermera a Marina.

-Mejor, ¿Mi bebe está bien verdad?- La joven asintió.- ¿Le han dicho a mi familia que estoy aquí?

-Sí, están en camino.

-Ya quiero ver a mis hijos, los he extrañado muchísimo.

-Ella también.- Me sonrió.

-Ellos, son dos.- Marina sonrió, la enfermera la miro y se dio cuenta de que ella no sabía lo que le había pasado a uno de sus hijos.

La puerta se abrió apareciendo el oficial que la había ayudado, Marina se acomodó en la camilla y le sonrió.

-Señorita Marina, me alegra saber que su bebe y usted están bien, tengo que hacerle un par de preguntas.- Marina asintió.- ¿Quién la tenía?

-Luciano.- Murmuro.- Junto a Elena Kennedy.

-¿Cómo logró escapar de allí?

-Álvaro me ayudo, era amigo de Luciano es médico, cuando quisimos salir Luciano apareció, se dispararon, luego Elena apareció y y-yo le dispare... ¡Tienen que ir por Álvaro! E-él estaba herido.

-¿Dónde queda el lugar?

-N-no sé, donde me encontraron, y-yo había salido corriendo y entre en el bosque.

-Buscaremos por esa zona, quédese tranquila señorita, le avisaremos por cualquier cosa.- Marina asintió.

-¡En que habitación esta!- Grito Damian caminando por los pasillos del hospital.

-Es esta, pero no podemos pasar el oficial está haciéndole algunas preguntas.- le dijo Edward.- Tranquilizarte, se pondrá mal si te ve así.

-¿Sa-sabrá lo de Rodrigo?- Bella miro a Damian.- Digo, capaz Luciano no se lo dijo, se lo va a tomar mal, ten cuidado en cómo se lo dices.

-No sé cómo se lo diré, será difícil.- La puerta se abrió y salió el oficial.- ¡Muchísimas gracias por encontrarla!- Damian abraso al sujeto.

-Es mi trabajo.- Sonrió separándose.- La señorita está un poco confundida, me dijo la enfermera que pregunto por sus hijos, deducimos que no sabe lo que le sucedió a su hijo así que tenga muchísimo cuidado en cómo se lo dice en su estado.

-¿Qué tiene?

-Está embarazada.

Damian entro en la habitación, cuando cerró la puerta fue a abrazar a la joven.

-Preciosa.- Murmuro besándole la frente.- ¿Estas bien? ¡Matare a ese idiota!

-Shh, estoy bien.- le dijo abrasándolo, Damian le acaricio el vientre.- Me duele un poco pero estoy bien tranquilo.

-¿E-es de el?- Marina negó.- ¿Es mío?- Asintió sonriendo lentamente.

-Es raro lo sé, pero es tuyo.- Rio.- ¿Dónde están los niños? ¿Han venido contigo? ¿Cómo esta Rodrigo? Luciano me dijo que Rodrigo había salido del hospital y que estaba bien ¡Quiero verlo!

-Marina, cariño.- Damian le agarro las manos.- Luciano te mintió.

-¿Dónde está mi hijo?- Marina miro a Damian y apretó sus manos.- ¡Trae a Rodrigo!

-Preciosa, Ro-Rodrigo n-no resistió.- Las lágrimas comenzaron a caer.- Rodrigo murió...

-¡Estas mintiendo!- Grito.- M-mi hijo está vivo.- Sollozo.

-Tranquila.- La volvió a abrasar.

-E-eres un mentiroso, suéltame, déjame.- Sollozo.- Trae a mi hijo por favor, tráelo.