Capitulo 22

441 42 5
                                    

Luciano se había marchado, por lo que había podido ver era de noche. Marina estaba ansiosa, solo miraba a la puerta esperando que entrara Álvaro, el cual tenía una copia de las llaves la cual le había robado a Elena. Escucho una llave girar en la puerta, Marina se levantó del sofá que había allí y sonrió al ver a Álvaro.

-Hola pequeña.- Marina corrió y lo abraso.

-¡Muchísimas gracias!- Sonrió.

-Vámonos antes de que llegue...

-¿Antes de que llegue quién?- Luciano apareció por la puerta sonriendo, Marina abrió sus ojos y se escondió detrás de Álvaro.- ¿Con que queriendo robarte lo que es mío?

-Lu-Luciano...

-¿Creíste que iba ser tan idiota?- Rio.- Pude notar que entre ustedes había algo raro, escuche que ese engendro está vivo. Solo quise saber si eras capaz de traicionarme... y lo has hecho. Eres un mal amigo.- Saco un arma.- ¿Sabes lo que le pasa a los malos amigos?

-¡No sé! Dímelo tu.- Álvaro saco un arma y le disparo en el pecho. Luciano cayo de rodillas.- Quise ayudarla ¿Sabes porque? Porque ella me recuerda a mi hermana, si esa a la que se suicidó por ti inútil.- Lo golpeo donde lo había disparado. Luciano se retorció en el suelo.- Eres un...- Marina miro a Álvaro el cual se encontraba callado de la nada, sintió el mismo liquido recorrer sus manos, y recordó cuando lo sintió con su hijo.

-¿Es un qué?- Elena sonrió mirando a Álvaro el cual se encontraba con una herida en el pecho.- Hay Alvarito, ¿Pensaste que no me había dado cuenta que te robaste mis llaves? Es que eres tonto...- Marina agarro el arma que se le había caído a Álvaro y la apunto.- ¡La chica ruda! ¡Huy! Va a dispararme.- Marina sonrió.- ¡Hay ayuda! Va a matarme.- Apretó el gatillo pero ninguna bala salió, Elena rio.- ¡Suelta el arma!

-¡Corre! ¡Corre Marina!- Escucho la voz débil de Álvaro, Marina vio la puerta abierta, volvió a mirar a Elena la cual estaba a pocos metros de la puerta, si corría no iba a llegar.

-¡Suelta el puto revolver!- Marina apretó nuevamente el gatillo, estaba vez sintió que su cuerpo se iba para atrás y casi caía, vio a Elena caer al suelo con un disparo en las costillas.- ¡Hija de puta!- Marina aprovecho el momento y comenzó a correr, al salir vio que estaba en la especie de un bosque, siguió corriendo por medio de los árboles, corrió y corrió hasta que llego a una ruta, comenzó a caminar por ella deseando que alguien pasara por ese lugar.





-¡Agente Guillermo Díaz!- Chillo su acompañante.- ¡Mire allí!- Señalo en la ruta, donde caminaba Marina.- ¿No es la chica que usted busca?

-¿Marina Boston? No lo creo es muy delgada a la joven, pero vamos a ver. ¿Por qué estaría en medio de la nada?

Acerco su automóvil a la joven, la cual al darse cuenta de la presencia de un vehículo se dio la vuelta y comenzó a hacer señas.

-¿Marina Boston?- Pregunto el agente, mirándola y reconociéndola al instante.- Por favor entre al auto, soy el oficial Díaz el encargado de su caso. Marina abrió rápidamente la puerta y entro.

-¡Ra-rápido!- Susurro.- Ne-necesito ir a un hospital, m-mi be-bebe y-yo e-estoy teniendo perdidas.- Dijo mientras veía sangre recorrer sus piernas.


| Amame | | Crepusculo | #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora