La Latina❤

Capitulo 67 ♥

-La latina- Capítulo 67.

- Y más porque tú irás -Te sonríe-
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Narra la escritora:

Al día siguiente te levantas con una sonrisa en el rostro, fuiste a cepillar tus dientes y a lavar tu cara para despertarte mejor. Viste a Fox ahí dormidito, al rato le darías de comer y algo de beber. Fuiste a ducharte rápidamente, aún hacía bastante frío. Después te pones tu ropa interior y un jeans de mezclilla, una blusa de manga larga color gris, unas vans negras, degastadas, el suéter que te había regalado James el día que fueron a la pista de hielo y tu gorrito tejido negro. Dejaste tu cabello así, sólo te pusiste la secadora y lo planchaste, no te pondrías ninguna liga o te harías chongo. Luego te maquillaste naturalmente. Fox se acababa de despertar y fue contigo y movía su colita, aw, precioso. Luego bajaron las escaleras y le diste de comer y de beber. Luego fuiste a tu habitación por una mochila pequeña, donde llevarías algunas cosas para hoy. Nunca se sabe si las vas a necesitar o no. James bajó y se veía perfecto, te vio y sonrió, era tan... perfecto.

- Buenos días preciosa -Dice y te sonríe-

- Buenos días James -Le sonríes-

- Hola pequeño Fox -Dice James tomando a Fox y él mueve su colita, amaba a su dueño-

Los dos fueron al auto y se subieron, obviamente James te abrió la puerta como todo un caballero y luego subió. Se llevaron a Fox, no lo dejarían durante toda el día. James condujo por algún rato y tú te quedaste dormida junto con Fox, a James le dio mucha ternura. Una hora y media después llegaron a la hermosa casa, que estaba alejada algo de la ciudad. Afuera estaban estacionado el lujoso carro de Mike, luego James estacionó el suyo y con mucha delicadeza te fue despertando a ti y tomó a Fox en brazos. James rodeó la puerta y te abrió, le sonreíste y entraron a casa.

- ¡Hola! -Dice Kathy en inglés, viendo que llegaban. Luego te saluda de beso en la mejilla-

- Hola Kathy -Le devuelves el gesto- ¿cómo estás?

- Muy bien, ahora que llegaron, váyanse a sentar que el desayuno está listo -Dice y caminas junto con James-

- Hola Mike, buenos días -Dices y te sientas con James-

- Hola princesa -Te sonríe- y hola hijo, ¿cómo están?

- Muy bien papá -Responde James-

Kathy les empezó a servir el desayuno y en eso tocan la puerta. Tú te ofreciste a abrir y te encuentras con una gran sorpresa. Te emocionas.

- ¡Carnalgas! -Lo abrazas y luego besas su mejilla, después saludas a Alexa- ¿Cómo están?

- Muy bien princesa -Responde Carlos-

- Hey bro, creí que ya no ibas a venir -Dice James llegando a la puerta, con una sonrisa, pues estaba feliz de tener el apoyo de su amigo- hola Alexa -La saluda de beso en la mejilla-

- Hola James -Sonríe Alexa- pues Carlos terminó ayer todo y por eso pudimos venir.

- Bueno, pasen, pasen, que llegaron a la hora exacta -Dice James-

Los dos saludaron a Kathy y a Mike, luego empezaron a desayunar. Ahora ya no estaban tan solos. Después de eso se fueron caminando hasta donde tenían a los caballos guardados, uno era de James, era café, muy bonito. Los trabajadores que cuidaban y les daban de comer a los caballos, los dejaron salir y luego ayudaron a Kathy a subirse a uno, a Mike a otro, Carlos se subió por sí sólo y Alexa también, James se subió contigo en su caballo. Pero antes James le dio cariño a su caballo, hace mucho que no lo veía.

- James, James, tengo miedo -Dices nerviosa. Los dos iban más adelantados, porque los demás apenas se iban subiendo-

- Tranquila mi pequeña, yo estaré contigo, apenas va lento -Dice James-

- No me vayas a dejar caer -James suelta una risita al verte con ternura-

- Claro que no -Besa tu cabeza y tú sientes miles de mariposas-

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Narra Kira:

Me la he estado pasando muy bien con James y los demás, montando a caballo. Perdí el miedo después de que James me hizo entrar en confianza. Estuvimos unas tres horas y después fuimos nuevamente a la casa, Kathy preparó la comida. Dios, esta mujer hace la mejor comida del mundo. Yo le ayudé junto con Alexa, después fuimos a servir y comimos los seis, juntos.

De ahí James me mostró lo demás, luego fuimos al lago y nos sentamos. Ya no hacía tanto frío. Nos sentamos y empezamos a platicar.

- Ya se acerca tu cumpleaños, hermosa -Dice sonriendo-

- Ah, cierto, no me acordaba, cuando estoy con ustedes, se me olvida todo -Ríes levemente con él-

- ¿Y qué quieres de cumpleaños? ¿Una fiesta? ¿Un viaje? ¿Otra cosa? -Pregunta sonriendo-

- James, yo no quiero nada -Sonríes- ya te tengo a ti, tengo el cariño de una familia -Dices refiriéndote a sus padres y sus hermanos. También a los chicos- tengo felicidad, convivo con mis ídolos, algo que no creí que jamás pasaría -Bajas la mirada y luego lo miras a los ojos- no necesito regalos, tú eres mi mayor regalo James

- Sabes, eres una persona tan perfecta, nunca me cansaría de decirlo mi pequeña -Te sonríe-

- No... no soy perfecta, tengo, tengo un pasado horrible, tengo marcas y cicatrices que serán de por vida -Miras a otra parte, para no llorar, porque si lo ves a los ojos, llorarás-

- Sabes, nosotros y sobre todo yo, te queremos así como eres. Eres hermosa, inteligente, no te fijas en el dinero o fama, tú sólo nos quieres a nosotros -Te sonríe- y eso te hace demasiado especial y perfecta

- Gracias James -Lo miras y besa tu mejilla-

Narra la escritora:

Un rato después estuvieron los seis, riendo, platicando. Kathy sacó algunas fotos que tenía de cuando era pequeño James, se las mostró a ustedes y tú tomaste una. Luego le preguntaste a Kathy sin que escucharan todos, que si te regalaba una foto de James, una que te había gustado muchísimo. Salía perfecto. Ella te la dio y la guardaste en tu mochila. Siguieron viendo fotos y platicando. Se empezó a hacer tarde, ustedes se fueron y también Carlos y Lex. Dejando a Kathy y Mike. Ibas platicando con James y sostenías a Fox. Pronto llegaron a casa.

- James, no quiero ir a la escuela -Dices acostándote en el sillón-

- Yo lo sé, pero tienes que ir pequeña -Dice sonriendo y luego te sientas mejor y James se recuesta, poniendo su cabeza en sus piernas-

- No, mejor quedémonos viendo películas y comiendo palomitas -Haces pucheros-

- Me gustaría, pero tienes que ir, además yo tengo que ir al estudio, para ver que necesitan

- Creí que ya no bailarías

- Oh no, pero hay veces en las que me necesitan

- Bueno, no hay problema -Sonríes