La Latina❤

Capitulo 104 ♥

-La latina- Capítulo 104.

- Esta relación se acabó –Dice serio y tu corazón se destroza lentamente, tu cabeza resonaba con esa oración de ''Esta relación se acabó''-

Narra Kira:

Cuando James me dijo ''Esta relación se acabó'' sentí como si un balde de agua fría me cayera en todo el cuerpo, me sentí tan Ice bucket challenge pero triste. Esas palabras no dejaban de resonar en mi mente. ¿Qué iba a hacer? ¿A dónde iría? Aún era menor de edad y a pesar de que tuviera dinero para comprar una casa aquí en Los Ángeles por las pagas que me dieron en los extras de las series y la nueva que haré, no puedo, no quiero comprar una casa para mí sola. Ir con Ana... no, vive con sus padres y no quiero molestar, a pesar de que sea mi mejor amiga, Charlotte, Charlotte tiene más familia allí en su casa y también sería una molestia, Carlos y Lex... no, ahora están viajando mucho gracias al fruto que dio de su película, Kendall, tiene nueva gira con Dustin, Logan... ya vive con Makenzie y en todos lados sería una molestia. Daniel... no quiero volver a ver a mi hermano; supongo que tendré que comprar una casa aquí en Los Ángeles y vivir sola... pero no creo aguantar ni una semana cuando haré demasiado desastre y miles de cosas.

Sigo viendo a James, me está mirando con rabia y enojo, al igual que ayer cuando me pegó, no quiero que me vuelva a pegar. Él no tiene derecho a golpearme. No sé, no entiendo por qué me golpeó, él no es así, ese no es el James Maslow que conocí hace un año. Hasta ayer en la tarde fue algo... mágico, hicimos... hicimos el amor. ¿Y ahora? Ahora es como si fuera un novio posesivo y celoso, pero ya no lo es, ya me terminó. Lo sigo viendo con lágrimas, le tiembla la quijada de tanto que aprieta la boca. Todo esto pasó por mi mente en menos de 15 segundos. No sé... no sé qué responderle. Sigo en shock, sigo mal y preguntándome el porqué de la bofetada que me dio. Ni a Peta la golpeó nunca. No entiendo por qué a mí sí. Vuelvo a mirarlo una vez más, mi corazón se rompe otra vez, mi dignidad se cae; así que con este peso que estoy cargando, me volteo y subo las escaleras con los tacones en la mano, los últimos seis escalones los subo más rápido y entro corriendo a mi habitación, y la cierro. Corro hacia el closet y luego tiro mis tacones y comienzo a sacar mi ropa, busco una maleta y meto mi ropa sin ordenarla, sólo la meto así. Sigo poniendo toda mi ropa cuando el sonido de la puerta me asusta, es James.

- ¿Quién dijo que podías meter tu ropa a esa maleta? ¿Qué, acaso te vas a mudar? –Ríe James sarcásticamente y luego te ve secamente- no me hagas reír –Cruza los brazos-

- No entiendo qué estaría haciendo en esta casa si ya no hay nada qué ver entre nosotros, mejor me voy –Dices cerrando la primer maleta y luego lo miras con lágrimas en los ojos, después volteas a otra parte-

- Ja, ja, ja y ja –Dice James secamente- ¿sabes que YO –Se señala así mismo- soy tu tutor y tienes que vivir conmigo? Sólo hasta que cumplas 18 años te podrás largar –Te mira-

- Con o sin tu permiso me largaré de aquí, no necesito tu permiso para hacerlo, así que hoy mismo me largo –Dices triste pero no retándolo, sollozas y sorbes la nariz-

- Pues a ver cómo le haces porque de aquí no sales –Se ríe y lo miras a los ojos, terminando de hacer la otra maleta. No imaginaste nunca que James fuera así-

- ¿Desde cuándo el James Maslow perfecto que conocí y me enamoré, se convirtió en un día en un James Maslow agresivo y posesivo? –Lo miras, se te corta la voz y comienzas a llorar más, sorbes la nariz. James abre los ojos como platos y aprieta su mandíbula, porque era verdad lo que dijiste-

- ¿Y desde cuándo la niña inocente que conocí me levanta la voz? ¿Desde cuándo hará lo que ella diga cuando ella quiera sin mi permiso? –Te levanta un poco la voz-

- ¡Desde que te convertiste en el hijo de puta que me golpeó! –Gritas llorando, James te mira sorprendido y tú también te sorprendiste en lo que dijiste, jamás habías le habías levantado la voz a un adulto así. Te tapaste la boca con las manos y James camina hacia ti con furia. Cierras los ojos y ahora te cubres la cara-

- ¿Qué mierda dijiste? –Pregunta demasiado cercas de ti- ¡Vamos, dímelo grandísima cabrona! ¡Dímelo! –Toma tus hombros haciendo que quitaras tus brazos de la cara y lo miras con miedo. Luego te agita gritándote- ¡Que me lo digas! –Grita una vez más y te quedas callada y en shock. James no aguantó más y te plantó una bofetada, nuevamente. Te pones una mano en la mejilla que te dolía demasiado y volteas a verlo, lo miras ahora no con tristeza, sino con coraje. Lloras, lloras y aprietas tu mandíbula, te mira y lo único que haces es plantarle ahora tú una bofetada-

- Que. te. convertiste. en. el. hijo. de. puta ¡que me golpeó! –Lo miras, te mira enrabiado, peor que ayer y hace unos momentos, nunca creyó que tú le levantarías la mano. Tenía una mano en su mejilla de que le ardía y le picaba demasiado. James estaba en shock. Así que rápidamente tomaste tus maletas y caminaste hasta la puerta, pero te tomó del brazo fuertemente y te jaló hasta él, te tomó de la cintura y te acorraló en él mismo, no te soltó. No tenía intenciones de besarte, pero quería darte a entender que eras suya y vivirías con él hasta que fueras mayor de edad-

- Eres mía y vivirás conmigo hasta que seas mayor de edad, mía. Mientras se hará todo lo que se me dé la gana. Tú no te irás a ningún lugar, vivirás aquí –Te mira enojado-

- Suéltame James –Lo miras llorando a mares- Por favor –Sollozas y sorbes la nariz. Haciendo que el corazón de James se estruje. Te mira y en el reflejo de tus ojos se mira, viendo al mismísimo demonio. Te ve. ¿Cómo pudo hacerle esto a una niña? A su pequeña. Todo pasa por su mente y recapacita, luego el enojo y el orgullo se le vienen. Te mira y te empuja sin tirarte y camina hasta la puerta y la azota, poniéndole seguro. No saldrías de allí hasta que él quisiera-

Narra James:

No entiendo por qué sigo golpeándola, ella es una indefensa niña. La amo, la amo y nunca dejaré de amarla. Pero tenía que terminar con ella, porque ya no doy segundas oportunidades. No después de que Peta me engañó y ahora Kira, me engañó. Como la odio en estos momentos, todo ha sido tan confuso y horrible, quiero seguir golpeándola hasta dejarla allí sin vida por hacerme lo que me hizo. Quiero que el mundo se entere de cómo es Kira en realidad. Pero por otra parte quiero pedirle perdón infinitamente y abrazarla sin soltarla nunca, quiero... quiero besarla, oh, cuánto amo esos hermosos labios que quiero besar. Quiero hacerle el amor y millones de cosas con ella, cosas que me hagan feliz. Pero no, ya no se puede. Ella me mintió.

- Te odio tanto Kira, pero te amo –Dice James hacia la nada, ahogándose en sus lágrimas. Estaba en un bar desconocido de Los Ángeles, en una mesa demasiado apartada y con poca luz, sin compañía. Tomando el trago más fuerte de ahí-

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Narra la escritora:

Ha pasado un mes desde ese día, James no te deja hacer cosas, estar en tus redes sociales, salir con Charlotte o amigas, no te deja ser libre. No te ha vuelto a pegar, pero ya no es el caballero que conociste. Ya no es el príncipe azul. Solamente te acompaña a tus primeras grabaciones de la serie y él va solo a las de su película. Presentarías examen de la preparatoria abierta, ese mismo día viajarías con James a Australia para que grabara escenas de su película y tú tuvieras una entrevista por la serie. Por un tiempo fingirían que son pareja.

Cuando James terminó de grabar una escena de la película, tuvieron un descanso y James estaba en el camerino con una extra de esa escena, platicaban hasta que James la tomó de la cintura y estaba a punto de besarla cuando entras. Viste que rápidamente se quitaron y ella salió con toda la vergüenza del mundo, por miedo. James te miró enojado.

- Lo siento por interrumpir tu beso con esa chica –Dices viéndolo a los ojos, con tristeza y los ojos rojos, llorarías pero tendrías que ser fuerte- Sólo vine a decirte que... -James te interrumpe-

- Sé que nos interrumpiste porque nos viste llegar aquí al camerino, te pusiste... celosa –Te mira con desprecio-

- Créeme que yo no supe en qué momento llegaron, no tendría por qué ponerme celosa de que traigas a una chica aquí a hacer cosas con ella. Tú sabes lo que haces –Bajas la mirada dejando escapar una lágrima y la quitas rápidamente- yo sólo venía a decirte que... que... que ya te necesitan para la otra escena

- Sí claro, las lágrimas en tus ojos me demuestran lo contrario –Te dice cortante y sale del camerino dejándote con la palabra en la boca-