Capitulo 68 ♥

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  -La latina- Capítulo 68.

- Bueno, no hay problema –Sonríes-
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Narra Kira:

Después de una larguísima charla con James en la noche, me fui a dormir; sé que me arrepentiré mañana en la mañana al despertarme y haber dormido pocas horas. Pero todo sea por la persona que amo, a pesar de que no me ame. Al menos ya está un poco mejor y sonríe más.

Me desperté gracias a la alarma de mi reloj de mi pequeña mesita de noche de alado, tenía mucho sueño, pero sólo fui a lavar mi cara y ducharme, a pesar de que me diera una ducha, no se me quitó el sueño por completo. Vi que Fox no estaba, de seguro se bajó antes y ya está con James. Me puse mi ropa interior y luego un jeans negro y mi blusa blanca de manga larga de gala y mi moño negro en los botones y mis botas negras Dr. Martens, la verdad no me gustó la falda, no me gustan. Y menos con zapatos incómodos. La primera semana sí lo llevé, pero vi que muchas chicas traían jeans, así que yo también lo llevé y no me dijeron nada. Sequé mi cabello con la secadora y me hice un chonguito y me puse un moño negro. Me maquillé a lo natural y luego bajé.

- Buenos días princesa –Dice James sonriendo-

- Buenos días James –Lo miras sonrojada-

- Hoy te ves muy bien –Te sonríe-

- Tú te ves mejor –Caminas hacia él y besas su mejilla, provocando una sonrisa en su rostro-

- No, no, tú te ves mejor –Te guiña el ojo- saliendo de la escuela iremos a un restaurante a comer y después iremos al centro comercial

- Eso es genial –Sonríes-

- Bueno, entonces, cómete tu desayuno que llegarás tarde y no quieres que te pongan en detención –Dice y haces pucheros-

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Narra la escritora:

James te dejó en la escuela y bajaste, nadie se había dado cuenta aún de que ese era el carro de James. Charlotte ya te estaba esperando en una banca, ella te esperaba allí. La saludaste y entraron a la escuela, fueron a su salón y algunos que iban en su grupo, te veían raro por juntarte con la rara.

- Oye, ¿por qué te juntas con Charlotte la rara? –Pregunta en inglés, una de las populares del grupo-

- Porque quiero y porque puedo –Le guiñas el ojo y eso la hace enojar- además, ¿a ti que te importa si me junto con ella o no? Prefiero juntarme con ella que contigo –Le respondes. Charlotte se sentía apoyada-

- Uy, la nueva ya cree que puede hacer lo que quiera en nuestra escuela –Dice y ríe con sus amigas. Tú abrazas de lado a Charlotte y las miras a ellas-

- No, no haré lo que yo quiera –Les sonríes con ironía- sólo que no voy a dejar que la sigan molestando, ella no les hace nada, estúpidas –Dices y caminas abrazando a Charlotte, dejando a las chicas con la boca abierta-

- Gracias por defenderme Kira -Dice Charlotte-

- Lo seguiré haciendo Charlotte –Le sonríes-

Durante las clases y en cafetería, las tres chicas que intimidaban más a Charlotte y con las cuales tuviste un pequeño problema en la mañana, te fulminaban con la mirada. Pero a ti no te importaba. Tampoco significa que las fueras a golpear, a ti no te gustaba eso, qué mejor que arreglar los problemas o incidentes hablando. Tú ya le habías contado a Charlotte todo lo de James, pero ella juró guardar el secreto y así lo hizo.
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- Hola James –Dice en inglés, Peta, algo tímida-

- Hola Peta –Dice James, algo tímido y frío a la vez-

- ¿Cómo estás? –Pregunta-

- Pues bien... ¿y tú?

- Bien, extrañándote –Lo mira a los ojos-

- Peta, no hablemos de nosotros, por favor –Mira hacia otra parte-

Narra James:

Hoy había quedado de verme con Peta, sí ya sé, ahora se enojarán. Pero aún sigo dolido, también puedo dejar que me ''explique'' todo. Es por eso que llevé a la escuela a mi pequeña más a fuerzas que de ganas. Nos quedamos de ver en un café no muy conocido, no estoy para fotitos o paparazzis. Paparazzis de mierda que inventan escándalos.

- James, por favor, al menos déjame hablar ¿sí? –Pregunta Peta, con los ojos algo rojos, eso era señal de que quería llorar-

- Bueno, habla –Le dice cortante y toma un poco de café-

- Mira, yo... yo sí mandaba esos mensajes a Maksim, sí lo hacía. Pero en nuestra relación, nunca tuve algo con él. Apenas estaba empezando, sí lo veía a escondidas, pero no hicimos nada, no aún

- Yo ya no sé si creerte –La mira frío- porque sabes Peta, a mí me dolió saber que tenías algo con alguien, sigo dolido. Aún no sé si perdonarte, porque me hiciste sentir mal

- James, perdóname, ¿sí? fue una tontería de mi parte y lo acepto, pero yo te quiero y... -Peta es interrumpida por James-

- El problema Peta es... que tú me quieres y yo te amo. Yo sí te amo Peta

- James, pero puedo aprender a amarte, por favor, ¿sí? dame otra oportunidad –Lo mira a los ojos-

- No lo sé Peta, yo quiero algo en serio y no quiero ser un juguete –Dice y le da un sorbo a su café-

- James... por favor

- Peta, te veo más delgada –La mira- come, tengamos una plática normal

- Está bien –Lo mira y los dos empiezan a comer-

Peta y yo desayunamos y no platicábamos mucho. Sólo comíamos y nos mirábamos. Después de comer, pagué la cuenta, ella quería pagar porque ella me invitó. Pero es una dama, a pesar de lo que me haya hecho, sigue siendo una mujer y yo soy un hombre, los hombres pagan.

La acompañé a su auto, algunas fans me pidieron fotos o autógrafos y algunos paparazzis me tomaron fotos, creo que entendieron que no quería dar entrevistas o responder cosas. Por eso sólo me tomaron fotos y no me preguntaron nada. Antes de que Peta entrara a su auto, le abrí la puerta como todo un caballero y tome su brazo haciendo que volteara, me miró a los ojos y la besé. No me pude resistir, soy un estúpido que ama con locura a Peta Murgatroyd. Nos despegamos lentamente y me sonrío.

- ¿Entonces... qué? –Pregunta Peta con una sonrisa-

- ¿No volverás a romperme el corazón? –Pregunta tierno-

- No lo haré James –Le da un piquito en los labios- ¿regresamos?

- Creo que ya sabes la respuesta –Le guiña el ojo, luego la vuelve a besar y se va a su auto-

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Narra la escritora:

James llegó a la escuela y apenas ibas saliendo tú, te despediste de Charlotte y le dijiste que un día de estos le ibas a presentar a James. Entraste al auto y viste a James, con esa perfecta sonrisa que él tiene, besaste su mejilla y él sonrió.

- ¿Y ahora tú? ¿por qué tan feliz James? –Preguntas emocionada. Ver a James sonreír te hacía la mujer más feliz del mundo-

- Regresé con Peta –Dice sonriendo. Tu sonrisa se esfumó en menos de tres segundos-  

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