"Al parecer mi audición está fallando... si debe de ser eso, es absurdo que me hayan comprometido con una persona que no conozco".
Esos son eran los pensamientos de un pelinegro, que se negaba a creer lo que había escuchado de la boca de su progenitor.
-¿Qué es lo que acabas de decir padre?
-Te casaras con el heredero de la familia Giordano -decía su padre
-¿Se puede saber la razón del porque me has comprometido con un extraño?- preguntaba el azabache.
-Para unir a dos familias poderosas
-¿Haces todo esto por poder? ¿Es que acaso no te interesan mis sentimientos? ¡Me casare con un hombre que no conozco! ¡Además no estamos en el siglo XIX para que me comprometas!- No podía creer que la ambición de su padre podría llegar tan lejos.
-¡No me levantes tu voz, estás hablando con tu padre!-le contesta enojado- Además hoy conocerás a tu prometido. Su familia vendrá almorzar con nosotros. Tendrás toda la tarde para hablar con tu prometido y así conocerle.
-No lo hare- dice en voz baja el pelinegro
-¿Qué dijiste?
-Dije que no me casare- decía firme el oji azul.
-¿Planeas a desobedecer las órdenes de tu padre?- le mira serio sentado detrás de su escritorio.
El pelinegro estaba a punto de responderle pero es interrumpido por el golpeteo de la puerta.
-Adelante- dice el patriarca de la mansión.
Se abre las puerta del despacho, ingresando una joven empleada con la mirada en el piso notándose nerviosa por la penetrante mirada verdosa.
-S-señor, le informo que la familia Giordano acaba de llegar. En este momentos ellos se encuentran en la sala en compañía de la Señora Alicia- dice la joven
-Está bien, ahora puedes retirarte- la joven sale rápidamente del lugar dejando solos a Demian y a su padre- Bien esta charla queda hasta aquí, ahora es mejor que conozcas a tu prometido y a su familia- se levanta de su asiento para dirigirse a la salida dejando solo al pelinegro.
"Ni siquiera toma en consideración mis decisiones, por el momento me quedare callado y conoceré a los Giordano para después irme de esta casa". Con ese pensamiento, Demian se dirige a la sala donde se encuentra su padre sentado al lado de su madrastra embarazada, conversando animadamente con hombre mayor.
-Ricardo te quiero presentar a mi hijo Demian- dice su padre levantándose del sillón.
-Encantado de conocerte Demian. Me llamo Ricardo Giordano- se estrechan de las manos
-Mucho gusto. Me llamo Demian Castillo- le sonríe el oji azul.
-Te presento a mi esposa Julieta y a mis dos hijos Antonio y Joseph- el pelinegro dirige su mirada a los demás personas que estaban en el lugar, dándose cuenta de un castaño que le miraba sorprendido al igual que él. "No puede ser, esto es una maldita broma. ¡¿Qué hace él aquí?!"
Juntando todo la valentía que tenía, hace el esfuerzo de no desmoronarse hay mismo para luego sonreírles forzadamente a los presentes que estaban en la sala
-Encantado de conocerles- hace una reverencia.
-Vaya tienes un hijo hermoso y educado Jorge- le dice Julieta.
-Así es; él es mi orgullo. Hace poco se gradúo del colegio de Stanford- dice hipócritamente su progenitor.
-Tiene la misma edad que mi hijo Joseph- dice el hombre mayor.
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"Me perdiste y ahora soy feliz sin ti."
RomanceUno no se da cuenta lo que tiene hasta después de perderlo... Esta es la historia de Demian que al ser un chico tímido, pero enamorado de la persona incorrecta. Se da cuenta que el amor no es igual que en los cuentos de infantiles que su madre solía...