— ¿Se puede?—era la voz de Bruno.
Vanessa estaba en su cama tirando dardos al techo y esquivando los que caían.
— Pasa— la chica siguió haciendo lo mismo.
— Estás empapada— observó él. La chica llevaba la misma ropa con la que había ido al cementerio.— No lo había notado— esquivó un dardo que caía en ese momento.
— ¿Podemos hablar?— se sentó en la cama cerca de sus pies.
— Eso hacemos.— Hace días que no estás en casa... A ninguna hora.
— He estado ocupada.— Por lo que sé mataste a Castañeda hace una semana.
— ¿Y?— Deberías estar aquí, entrenando y no con el hijo de ese traidor.
— Hablas como si te hubiera hecho daño.— ¿Quien dice que no?
— Explícate.
— Él podría estar planeando tomar el lugar de su padre para después destruirnos.
— Y oficialmente te volviste loco— ella se sentó en la cama y abrazó sus rodillas— yo fui quien vivió con ellos más de un mes. Si estuvieran tramando algo, lo sabría, si están tramando algo sabría con verlos que es. Yo estuve cuando se llevaron el cuerpo. Saben que fue el tulipán, eso da por cerrado el caso de inmediato.— ¿Estás segura?
— Si viniste aquí a cuestionarme, puedes irte.El muchacho salió de la habitación. Ella se metió a la ducha.
Seis meses después.
— ¡ESTO NO PUEDE SEGUIR ASÍ!— Dimitri dejó caer el periódico en la mesa "El tulipán blanco, peligro para la sociedad."
Vanessa lo tomó y comenzó a leer:
— Durante años, el famoso asesino serial conocido como "El tulipán blanco" se ha dedicado a dar fin a un gran número de personas, entre ellos: abogados, ingenieros, economistas y algunas personas de los círculos sociales más altos. La población en general le consideraba una especie de leyenda, pero hace unas semanas esa visión cambió.
Todo comenzó con el asesinato del joven Matías Huesca, un joven músico estudiante de una universidad pública. En la escena del crimen se encontró la característica flor de este asesino y aunque el modus operandi era idéntico, la víctima era lo único que no coincidía, por ello se pensó que sería algún imitador.
Esto cambiaría un par de días después, cuando una segundo cuerpo apareciera, en esta ocasión un simple bibliotecario; el mismo modus operandi, en esta ocasión se encontraría una similitud con la víctima anterior: el aspecto físico: jóvenes de 20 años con cabello negro y ojos azules.
El patrón volvería a repetirse diez veces más, sumando así doce jóvenes asesinados por este personaje en lo que va del mes.La chica bajó el periódico y lo dobló.
— Alguien está usando mi nombre.
— ¿Pero quién?
— Debe ser alguien que conozca bien mi rutina, puesto que lo han confundido conmigo.— ¿Estás segura de que no has sido tú? Por que si es una de esas etapas de los adolescentes...
— Por décimo-segunda vez, no he sido yo— estaba cansada de repetirlo— mis tulipánes están todos contados, puedes revisarlos de nuevo, si es necesario.
— Sólo quería estar seguro.
Ambos guardaron silencio, este asunto se les estaba saliendo de las manos; Denisse había idio unas semanas después de la muerte de Castañeda a reclamar por el asesinato de uno de sus muchachos, pocos días después regresaría diciendo que Ángel había vuelto a buscar a ese muchacho y al saber lo que había pasado se puso furioso, por último, fue a decir todo cuanto sabía del falso tulipán, al perecer los medios habían omitido el hecho de que todos eran idénticos al hijo de Castañeda, a quién el verdadero tulipán habría asesinado en octubre pasado.
Marcos se había hecho cargo de la empresa familiar, Nicole se había ido a Francia a gastar todo el dinero de las polizas de seguro de sus maridos.
En un principio se sospecho que ella era el tulipán, pero para desgracia de su hijastro mayor no fue así.Seis meses después estaban sólo ellos dos. Ángel constantemente fuera de casa buscando por los barrios bajos quien lo llevara hasta el asesino de su padre.
La luna estaba en todo su esplendor, el aire fresco del abril lo hacía sentirse más vivo que nunca, desde esa azotea observando la ciudad, podía decirse que cabía en la palma de su mano.
Dio un paso atrás, era una noche perfecta, estaba justo a tiempo para ir por su siguiente víctima. De pronto escuchó unos pasos venir tras de él. Se movió lo más rápido que pudo y se ocultó detrás de una pequeña estructura de concreto que hacía a las veces de banca.
Era bien sabido que desde su aparición se había reforzado la vigilancia en algunos vecindarios.
Y aquí estaban, un hombre alto y rubio, el otro más bajo, con el cabello rizado volando salvajemente.— ¿Que eso David?— Pregunto, el chico de rizos, obviamente nervioso.
— Seguramente algún gato, no tienes de que preocuparte, el asesino ese sólo busca chicos guapos.
— No es gracioso— golpeó la costilla de su compañero con un codo.
— Relájate ¿sí?— el rubio claramente calmado.— Es una noche muy tranquila, volvamos adentro.Cuando dijo esto la sombra salió de entre las sombras y se encaminó hacía la marquesina, llegó a ella de un salto, pero hizo ruido al caer sobre ella, ambos hombres se dieron la vuelta.
— ¡Mierda!— grito el rubio sacando algo de su cinturón— ¡Alex, muévete, no te quedes ahí parado!Los chicos corrieron hacía la figura, a la luz de la luna podía observarse fácilmente que era un hombre, llevaba el rostro cubierto, su ropa era una especie de malla que cubría desde su cuello hasta lo que se observaba de su torso.
— ¡Alto ahí!— grito David.
El encapuchado extendió los brazos a ambos lados del cuerpo y comenzó a subirlos hasta quedar a la altura de los hombros, lentamente les dio la espalda y se dejó caer al vacío.
Ambos hombres corrieron hacía la orilla para verificar que había saltado; de pronto un gancho atravesó el pecho de Alex, en un extremo tenía atada una cuerda.
David se acercó al borde, el enmascarado estaba sujeto al otro extremo, iba descendiendo rápidamente; poco antes de llegar al suelo. éste jaló la cuerda, el cuerpo cayó, para después dan un salto y comenzar a correr. El ruido del cráneo de su compañero impactando contra el suelo despertó a David del shock. Sacó su radio del cinturón.
— Aquí David— respiraba con dificultad— el sospechoso estuvo aquí, ha matado a Alex, huyó hacía el norte, rumbo a la unidad habitacional.
_____________________________________
7u7 pequeña pregunta ¿Quién creen que sea el impostor?
YOU ARE READING
Ruleta rusa.
Short Story"¿Has repetido una palabra hasta el punto de que esta pierde su significado? Yo sí... Muerte, sangre, bala, desparecer..." A lo largo de casi 6 años, la vida de Vanessa ha transcurrido entre cadáveres y armas; los mercenarios tienen un sin fin...