UNA DECISIÓN

Capítulo 33

Al día siguiente Aranza buscó a Mauricio. Para pedirle la explicación que ayer no había podido escuchar, por claras razones.

- Mauricio no me parece bien, que me digas que Cristóbal no es lo que parece, y sin darme explicación te vayas así de la nada- le dijo Aranza.

- Solo alejate de él- exclamó Mauricio.

Cuando Mauricio veía que Aranza, podría salir lastimada ya sea física o emocionalmente, dejaba las bromas aún lado, preocuparse por Aranza lo hacía actuar de esta manera.

- No lo haré. Si no me das una explicación- exclamó Aranza- Se supone que somos amigos, acaso no tienes la suficiente confianza para decírmelo.

- No es eso. Yo sí confio en ti, pero en él no.

- Entonces dime la razón por la que no quieres que este cerca de él.

- Porque ese tipo, era uno de mis amigos y lo conozco muy bien- mencionó Mauricio.

- Debió haber un motivo para que ya no lo sean.

- Si. Ese motivo fue mi ex-novia. Me imagino que supiste lo que pasó, ya que se corrió la noticia por todo el colegio.

- Eso quiere decir que el fue con el que te engaño tu novia.

- No. Pero el sabía todo. Y no dijo nada.

- Pero tal vez tuvo algún motivo

- Dudo que quieras saberlo, pero te lo diré - comentó Mauricio- .El muy imbécil se excusó diciendo que si me lo decía, también se sabría que el engañaba a su novia Danna con mas de una.

- Ahora entiendo- dijo en voz baja-. Mau como me lo has dicho, pareciera que aun te doliera, lo que te hizo tu ex-novia.

- Claro que no- se negó rotundo.

- ¿Mau debiste quererla mucho?

- Aranza eso ya no importa- se negó a responder. Esto hizo creer a Aranza que la repuesta era un sí. Y que probablemente aún sentía algo por ella.

Aranza puso su mano en el corazón de Mauricio.

- ¿Que haces?- dijo asombrado.

- Sintiendo tus latidos. Tu corazón late muy fuerte. No necesitas responderme creo que ya se la respuesta, porqué ya lo se.

- ¿Lo sabes?

- Si. Tan solo recordarla te provocó esto.

- ¿Queee? No- se negó Mauricio.

- Me voy. Creo que ya escuche lo que necesitaba saber- le dijo. Mas ella estaba equivocada.

El corazón de Mauricio latía mas fuerte, cuando Aranza estaba cerca de él.

Por la mañana del siguiente día. Estaban todos en el salón de clases. Britney se puso de pie, en lo que la profesora salió al baño.

-Como todos saben este Viernes es mi cumpleaños.

-La verdad, yo ni idea tenía -comentó un chico.

-Bueno ese no es el punto.

-Haras fiesta-exclamó una chica que se encontraba en las sillas de la parte de atrás del salón.

-Si, si. Pero dejenme hablar.

-Esta bien- respondió la misma chica.

-Este viernes, a las ocho, en mi casa. Sera una fiesta de disfraces y todo están invitados.

-Y si no tengo disfraz-dijo otro chico.

-Un antifaz es suficiente- dijo Britney un poco exasperada.

(...)

Britney era una de las chicas populares, y adineradas del colegio.

Aranza, no quería asistir después de la última fiesta a la que había asistido.

Lucía intento convencerla días antes de la fiesta, pero lo la podía convencer. Decidió pedirle ayuda a Mauricio.

-Mauricio porfavor -le dijo Lucía.

-Yo pensaba tampoco asistir.

-Estoy segura que Aranza, se la pasará bien.

-¿Y yo que puedo hacer?

-Ella no me quiere escuchar, siempre me pone una excusa diferente. Convencela tú.

-¿Yo?

-Eres su mejor amigo.

-Es la segunda vez que escucho eso.

-Porfavor...-insistió Lucía-Hazlo por Aranza.

-Lo intentaré.

-Gracias, me voy, nos vemos luego.

Mauricio no sabía como convencería a Aranza. Pero si Lucía decía que ella se la pasaría bien. Él haría lo posible para que ella asistiera a esa fiesta.

(...)

Mauricio le había entregado las calificaciones a su mamá el mismo día en que las supo.

Pero su mamá no le dijo nada sobre su motocicleta.

La tarde del miércoles saliendo de la escuela. Aranza y Mauricio se dirigían a sus casas, poco antes de llegar.

-Mau cierra los ojos-le dijo Aranza a Mauricio.

-¿Para que?

-¿Acaso no confías en mí?

-No-respondio Mauricio con risa.

-¡Hey!

-Estaba bromeando.

-Ok, cierra los ojos-le puso un paño-.Sin hacer trampa.

-Ya-dijo Mauricio.

-Ahora sigueme-le indicó Aranza.

-¿Intentas secuestrarme?-bromeó Mauricio-. Soy demasiado guapo para morir.

-Por Dios, cuanto ego-dijo Aranza en una risa.