UNA DECISIÓN

Capítulo 32

Mauricio recogió sus cosas y se salió del salón.

- Mau...

Mauricio no le dijo mas. Durante la semana Aranza le estuvo insistiendo para que le dijera la razón, pero no lo hizo.

Continuó con las asesorías de matemáticas con Cristóbal, por los recesos.

(...)

Viernes

Era el cuarto día. Estaban en la cafetería Cristóbal y Aranza.

- Entonces hoy vamos ha ver el trinomio cuadrado perfecto ¿ Te parece bien?- le dijo Aranza mientras señala una página del libro.

- Si...claro.

-El trinomio cuadrado surge de elevar un binomio al cuadrado,-se detiene y lo ve de reojo. Cristóbal no estaba viendo el libro, sino a ella-. Cristóbal... Si recuerdas que es un binomio ¿Verdad?

- Claro, aunque es difícil concentrarme.

- ¿Por que? ¿Acaso no me doy a explicar bien? - preguntó un poco desconcertada.

- No, no eres tú. Bueno si eres tú.

-¿Quee? Cristóbal me estas confundiendo.

- Es que te explicas bien. Incluso a ti si te entiendo. No como al profesor. Pero como concentrarme...no puedo evitar mirarte y eso me distrae.

- Yo distraerte...¿Por qué?

- Me pareces bonita y me gusta admirarte.

- Cristóbal... en ese caso será mejor que aquí terminen las accesorias- dijo Aranza levantándose de la silla. Pero Cristóbal la detiene tomándola de la muñeca.

- No- la detuvo- .Lo siento si te incomodó lo que dije, pero no me dejes en esto.

Aranza decidió quedarse, mas no podía dejar de sentirse incomoda, por las palabras de Cristóbal.

(...)

Aranza no había hablado con Mauricio desde el Viernes.

Así que el lunes por la tarde fue a su casa, quería aclarar que era lo que ella no sabía de Cristóbal.

Aranza tocó la puerta.

- ¡Hola Aranza!- la recibió con una sonrisa la mamá de Mauricio.

- Buenas tardes señora Nora.

- Me imagino que vienes a buscar a Mauricio.

- Si- contestó.

- Esta en su habitación, ya sabes jugando videojuegos- le dijo- Pasa.

Aranza se dirigió a la habitación de Mauricio. La puerta estaba entreabierta.
Tocó apenas haciendo un sonido. Pero nadie respondió.

Abrió un poco mas y se asomó. Mauricio estaba dormido.

Pasó intentando hacer el menor ruido posible, aunque sabía que Mauricio tenía un sueño profundo, después de la noche en que se quedo a dormir en su casa.

Así que era difícil que él despertara por un mínimo ruido.

El estaba sentado, recargado en la parte de atrás de su cama. Aranza se acercó y tan solo lo miró. El hacia algunos gestos como si estuviera sufriendo por algo dentro de una pesadilla.

Al verlo así ella se sentó aun lado de él, toco su rostro con delicadeza. El parecía calmarse al sentir sus suaves manos sobre su rostro. Su semblante ahora era diferente, estaba mas calmado. Le pareció a Aranza que lucía demasiado tierno, se acercó aun mas a él, le gustaba como se veía dormido.

Ella estaba tan cerca, a centímetros. No se contiene, y se decide darle un beso en la mejilla, pero él de forma inconsciente hace un ligero movimiento, que hace que el beso sea en los labios.

Al sentir el contacto con los labios de Mauricio y rose de su nariz con la de él, cierra sus ojos, sus respiraciones iban a un mismo ritmo.

Se separa sintiendo un cosquilleo dentro de ella, al percatarse de que al que había besado era su mejor amigo, se aleja de forma rápida.

Por suerte de Aranza, él no despertó. Ya que no tenía idea como le explicaría.

Un huracán de emociones la invadían, estaba confundida. Para ella lo que había hecho era una locura, apesar de haber sido accidentalmente.

El resto del día no dejo de pensar en eso.

- Ni loca le digo a Mauricio lo que paso- pensó Aranza.

Bajo rápido las escaleras y se despidió de la mamá de Mauricio.

- Que extraño, porque se iría tan rápido- se dijo a si misma la mamá de Mauricio.

Después de un rato. Mauricio despertó, después de tener una pesadilla, que se convirtió en un lindo sueño. Por lo menos eso era lo que el creía, que había sido solo un sueño. Aunque al despertar sintió una sensación muy extraña, y tocó sus labios, y al retirarlos quedo resto de brillo labial en las puntas de sus dedos.