Capitulo 30

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Se que tenía mucho sin actualizar. Lo siento.
Espero les gusté el capítulo :)
No olviden votar y comentar si les gusto. Es gratis

Gracias.
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Salieron y se dirigieron a la enfermería.

— Mau, ves en los problemas que me metes— mencionó Aranza. Nunca la habían sacado de una clase.

— Aranza, eres la mejor de la clase en matemáticas, no pasara nada si te pierdes una clase— comentó riendo, al momento que ponía sus manos en la cabeza, ya que la jaqueca era muy molesta.

— Aún no entiendo como fue que te emborrachaste.

— Ya, no me regañes que por eso no llegue con mamá anoche.

— Si, lo sé.

— Nunca más volveré  a tomar se siente horrible—se quejó.

En la enfermería le dieron unas pastillas y fue todo.

Poco después dieron el timbre para salir al receso. Aranza se fue a desayunar con Lucía.

—¿Aranza que fue lo que paso? Tu durmiendote en la clase de matematicas , eso no es normal, bueno no es normal en ti.

— No dormí bien— dijo en un bostezo.

— Ya lo veo. Y si mi experiencia no me falla, Mau esta así porque tubo una borrachera.

— ¿Experiencia? Pero si apenas tienes 17 años.

— Tu 16.

— Pero solo me ganas con algunos meses— respondió Aranza.

— Bueno, cambiando de tema ¿Porque no dormiste bien?

— Mau, durmió en mi casa anoche.

— ¡¿Aranza hablas en serio?!— exclamó Lucía abriendo sus ojos demasiado.

— Lo que pasa es que durmió en mi cama y yo...— Lucía se acerco a ella y con su mano le tapó la boca.

— ¡Y lo estas diciendo así  como así! —exclamó. — Me quieres decir que tu y Mau...con razón los dos están como están— dijo en voz baja.

— ¿Que?—se detuvo, comprendiendo la reacción de Lucía —. Puedes por primera vez no tomar algo en doble sentido Lucía.

— Entonces explicame. Porque como lo dices, me hace pensar...otras cosas.

Aranza le explicó lo que había sucedido realmente, pero sin mencionarle lo que Mauricio le había confesado. Esos detalles prefirió guardarlos.

Aranza ni siquiera había recordado preguntarle a Mauricio sobre que chica se refería anoche, por estar pensado en que la habían sacado de la clase.

Pero a la hora de la salida.

—Mau, tengo que preguntarte algo.

— ¿Que?— dijo un poco desconcertado.

— Anoche tu dijiste que creías estar enamorado... ¿Podría saber de quien?

Mauricio la miró a los ojos y suspiró nervioso. Podía recordar algo de lo había pasado anoche, pero haber dicho eso, definitivamente no lo recordaba.

Cuando Mauricio iba responder alguien lo interrumpe.

— ¡Mauricio! — gritó Larissa.

Mauricio volteó y miró que Larissa le hacía una seña para que fuera con ella. Entonces él va hacia ella sin decir mas a Aranza. De alguna manera era una forma de escapar de dar una respuesta que no tenía muy clara.

Aranza volteó hacia ellos, Mauricio la miró pero no dijo nada.

Inconscientemente ella volteó hacia un lado en señal de disgusto— No importa, ya se la respuesta — se dijo a si misma. Suponiendo que la chica de la cual le habló Mauricio, era Larissa.

(...)

Una semana después ya estaban publicadas las primeras calificaciones.

Durante la semana de exámenes Mauricio estuvo llendo a casa de Aranza para estudiar juntos por la tardes.

Todos se acercaron a ver las calificaciones, algunos después de ver, salían contentos, otros preocupados, otros simplemente les daba igual.

Ahí estaba Cristóbal y su amigo Ricky.

— ¡Reprobado en matemáticas!— dijo Cristóbal.

— Ahora si estarás en problemas—comentó Ricky.

— ¿Pero como es que tu si pasaste?— le dijo a Ricky.

— Recuerda que no hiciste el examen final, por salirte de la clase.

— No soportó al profesor de matemáticas, además creo que me odia, siempre me reprueba.

Ricky rodó los ojos— Lo peor es que ya no podrás pedirle ayuda a la nerd del salón para que te pase el examen.

— No. Estuve a punto de terminar con Danna, por eso.

— Pero quien te dijo que anduvieras conquistando a la nerd— río sarcástico.

— Solo lo hice, porque ella no quería ayudarme.

(...)

Mientras tanto Mauricio y Aranza se acercaron para ver sus respectivas calificaciones.

— Aprobé Aranza, aprobé— la abrazó fuerte sin pensar.

Mauricio había obtenido la calificación que le había dicho su mamá que debía obtener para regalarle su motocicleta.

— ¡Lo lograste!— le dijo sonriendo.

— Mucho de eso se debe a ti—le sonrió—.Soy pésimo en matematicas y tu me ayudaste a obtener una buena calificación.

UNA DECISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora