UNA DECISIÓN

Capitulo 13

Llegado el miércoles ahora si el verdadero cumpleaños de la mama de Aranza. Por la mañana temprano antes de ir a la escuela.

—Hija tu papa y yo iremos de paseo por el día de mi cumpleaños—comentó.

—Me parece bien mama.

—Aranza, como sabes la familia de tu papa y la mía es tan lejos de aquí de la ciudad, así que le dije a Nora que si le podía encargar a ti y a Alicia.

En eso llega el papa de Aranza.

—Tu mama y yo estaremos aquí entre siete u ocho de la noche.

—Esta bien papa.

—Ya hablamos con Nora y ella dijo que aceptaba encantada.

Ya en la escuela.

—¿Aranza iras a la fiesta del sábado?—le preguntó Lucía a Aranza.

—¿Cual fiesta?—preguntó Aranza.

—La fiesta de bienvenida para los de primer año—dijo lucía. Esta fiesta se realizaba cada año para recibir a los chicos de primer año, Aranza ya estaba en segundo año pero no había asistido a la fiesta del año pasado.

—No lo se ¿Sera este sábado?

—No. Sera hasta el próximo-confirmó Lucía.

—Entonces, si me gustaría ir-dijo Aranza.

—Te parece si vamos a comprar nuestro outfit este domingo—sugirió Lucía.

—Claro.

A la salida de la escuela.

—¿Aranza que fue lo que te paso?—le preguntó Adal a Aranza.

—No es nada. Me caí, pero ya estoy mejor, gracias por preguntar.

—Aranza si gustas yo te puedo llevar a casa—comentó Adal.

—Gracias Adal pero la señora Nora la mama de Mau, quedo de venir por mi y Mauricio.

—Ok espero que te mejores—dijo Adal. Que cada vez creía mas que Mauricio en vez de ayudarle con Aranza, impedía que el estuviera cerca de ella, ya que ellos pasaban mucho tiempo juntos.

—Adios Adal—se despidió Aranza.

Después llego la señora Nora, Mauricio ya estaba ahí con Aranza.

—Lo siento si los hice esperar, pero es que tuve que ir por Samantha y Alicia.

—No se preocupe señora Nora.

Llegando a casa de Mauricio.

—Mauricio en el auto esta la pintura para tu habitación y la de Samantha.

—Ok ma, ahora las bajo—dijo Mauricio.

—Señora Nora yo les puedo ayudar a pintar—dijo Aranza.

—Gracias Aranza, no es necesario.

—En serio, quiero ayudar—dijo Aranza.

—Esta bien. Pero que dirán tus papas, que se quedaron conmigo para ponerlas a trabajar.

—No, mis papas no son así, ellos nos han enseñado a siempre ser serviciales con los demás.

—Esta bien las niñas y yo pintaremos la habitación de Samantha y te parece si tu le ayudas a Mauricio.

—Si esta bien—aceptó.