Una decisión (Capitulo 3)

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—Nosotros no somos novios—le dijo Aranza a la mesera. Pero ella ni siquiera la escuchó.

—Recuerdo cuando yo era joven, que tiempos aquellos.

—No señora nosotros solo somos amigos—mencionó Mauricio. 

La mesera por estar hablando y hablando ni siquiera podía poner atención a lo que Aranza y Mauricio le trataban de explicar.

—Mejor ya pidamos o si no, no parara de hablar—le susurró Aranza a Mauricio.

—Porfavor señora me podría traer una nieve napolitano, oh y para mi amiga una nieve de torombolo.

La mesera se sorprende

—¡Mauricio!—exclamó Aranza.

—Disculpe señorita pero no tenemos ese sabor—dijo la mesera  mientras pensaba "que rara". Aranza se sintió avergonzada.

—No señora, esa fue una pequeñísima broma, una nieve de vainilla con chispas de chocolate y un poco de mermelada para mi amiga porfavor—dijo Mauricio. Se veía que conocía bien a Aranza—.Y discúlpeme por la broma.

—No se preocupe muchacho, oh y señorita tiene un novio muy simpático y muy guapo—dijo la mesera y después se retiro.

—Ay a esta señora ni como hacerle entender y no puedo creer que apesar de la broma, hasta bien le caíste. Assh—dijo molesta haciendo una mueca de disgusto.

Terminan de comer y se van para sus casas.

Al día siguiente en la escuela Adal le dice a Mauricio que tiene que hablar con el. Y comienzan a hablar.

—¿Que pasa?

—Se trata de Aranza, como sabrás, yo estoy enamorado de ella desde el primer momento en que la vi, y quiero saber si tu tienes algo que ver con ella.

—¿A que te refieres?—preguntó Mauricio.

—¿A que si a ti te gusta Aranza?—preguntó directamente.

—Aranza y yo solo somos amigos—afirmó Mauricio.

—Así creía, pero quería estar seguro—dijo con voz firme.

—Me voy.

—Espera, una cosa mas—dijo Adal deteniendo a Mauricio.

—¿Me pedirás que me aleje de Aranza? Ya te dije que solo somos amigos.

—No. Necesito que me ayudes a poder conquistarla.

—¿Yo?—dijo sorprendido—¿Pero yo como podría ayudarte?

—¿Eres su amigo no? Dile que soy un buen partido para ella, trata de que acepte ser mi novia.

Mauricio solo se queda callado.

—¿No me ayudarás?

—Haré lo que pueda.

—Gracias con tu ayuda  podré conquistarla y lograr que me de el si.

Aunque Mauricio no sentía mas que amistad por Aranza, se sentía un poco raro, al tener que hacer lo que le pedía Adal, porque entre ellos"Aranza y Mauricio" no hablaban sobre esos temas.  


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