17. Lo inesperado es mejor

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17. Lo inesperado es mejor

Castiel sabía que Lily le estaba abrazando, otra cosa que había aprendido gracias a los Winchester, pero lo que no sabía era qué hacer al respecto. No sabía donde meter sus manos sin que pareciera un pervertido o un desubicado. No quería dar esa impresión en la muchacha.

Unos segundos más tarde, la rubia se alejó con una sonrisa en los labios. Castiel suspiró, había extrañado esa sonrisa. Se había ausentado unos cuatro días y extrañaba a la rubia como si hubieran pasado milenios. Esos sentimientos por la chica le mataría tarde o temprano, Lily era su kriptonita.

-No me habías dicho que podías matar a demonios con solo tocarlos -recordó la muchacha. El ángel le había explicado sus funciones y poderes hacía tiempo, pero no recordaba ese pequeño detalle.

-Hay muchas cosas que no sabes de mí -alegó el morocho. Lily sonrió aún más, Castiel seguía siendo un misterio y a ella le encantaban los misterios.

-Pues me encargaré de descubrir cada una de ellas -prometió la joven con sus ojos verdes incrustados en los celestes del ángel.

Castiel se sintió abrumado por la atención de la muchacha, tanto que tuvo que desviar la mirada hacia el piso. Pronto sintió un ardor en sus mejillas. Sabía, de alguna manera, que Lily era la responsable de ese ardor. Pero no le importaba en absoluto.

Sintieron unos pasos lejanos dentro de la fábrica. Lily desvió la mirada hacia la puerta y recordó a sus hermanos. La llegada de Castiel le había hecho olvidar la salud mental y física de los dos cazadores y sobre el demonio. Corrió hacia donde provenían los pasos y vio a los dos Winchester tirados en el piso respirando con rapidez. Castiel le siguió pensando que habían más problemas, pero se relajó al ver que solo eran los dos cazadores.

-¿Qué les pasó? -preguntó el de gabardina mirando con confusión a sus amigos. Lily lo observó unos segundos, le encantaba el gesto que el ángel hacía al estar confundido, ese de inclinar su cabeza hacia un lado y mantener el ceño fruncido. Luego de apreciar ese gesto del morocho, respondió como si nada hubiera pasado.

-El buruburu los afectó un poco -contestó con una sonrisa. Había salvado a sus hermanos, terminó con un fantasma asesino y Cas había llegado a tiempo para salvarla de un demonio, ¿qué podría ir mal? Había sido una muy buena primera cacería.

-No menciones esa cosa cerca mío -ordenó algo molesto Dean. Su pecho seguía subiendo y bajando con rapidez, todavía el miedo estaba en sus venas y eso le molestaba. Había adquirido la fase de "macho alfa" y recordar las cosas idiotas que había dicho y hecho no era algo que le ayudaba.

Lily levantó las manos en signo de rendición aunque luego soltó una pequeña risa, sus hermanos asustados había sido algo divertido si se olvidaban de que podían morir.

-Tampoco cerca mío -pidió también el castaño. Lily sonrió.

-Claro que no, porque eso afectaría a sus figuras de cazadores y a su ego de macho -opinó la chica molestándolos—. Aunque fueron unos muy lindos Shaggy y Scooby -sonrió repitiéndoles los apodos cuando ellos dos estaban muy asustadizos.

-¿"Shaggy y Scooby"? -preguntó el morocho girándose hacia la rubia con el mismo gesto confundido. Lily sintió la necesidad de abrazar al ángel pues estaba siendo muy tierno, al menos a los ojos de ella.

-Olvídalo, Cas -contestó sin importancia. No tenía caso explicarle al ángel las referencias que hacía.

(...)

Una hora después...

Eran las dos de la mañana, los tres cazadores estaban algo cansados por tanta acción. Ya se habían encargado del cuerpo del demonio y de los asuntos pendientes en la fábrica.

Black Wings [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora