Black Wings [Supernatural]

28. Un respiro de la realidad

28. Un respiro de la realidad

No podía creerlo. Tanta poca esperanza tenía que ver al ángel ahí enfrente suyo parecía un sueño. Sonrió estúpidamente y observó cómo esos ojos azules le miraban con intensidad, asombro y admiración. No aguantó el dolor que se le aflojaba de los hombros al ver a Castiel sano y salvo.

Corrió esos pocos metros que los separaban y saltó abrazándolo con fuerza, temiendo que todo sea una alucinación. Ocultó su cara en el cuello del ángel mientras sentía que éste se ponía derecho conforme a sostenerla bien. Su corazón latió rápido y no volvió a un ritmo normal.

Cuando estaba con Castiel miles de emociones se revolvían en su cuerpo. Sentía también que solamente ellos dos existían en el mundo entero, como si todo a su alrededor simplemente desapareciera dejándoles privacidad. Lily sabía que ése típico sentimiento de estar solos íntimamente se presentaba cuando un amor intenso se creaba. Se sentía algo cursi pensar de esa manera, pero ni con Brady sentía la mitad de las emociones que sentía con Cas.

El morocho también sintió, por su parte, un huracán de emociones dentro de sí. Ya se acostumbraba a esa sensación al estar con la rubia. Aunque a decir verdad se había acostumbrado a muchas cosas de Lily desde que había llegado, tanto a sus risas debido a alguna confusión suya como a esos sentimientos extraños. Sí, le asustaba todo ese tipo de cosas pero cuando estaba con Lily, poco le importaban éstas.

Unos segundos más tarde se separó un poco del abrazo, dejando que sus pies cayeran al piso y se quedasen ahí. Miró otra vez a esos ojos preciosos para ella y sin importarle nada en absoluto, se inclinó y unió sus labios con los de Castiel, quién a decir verdad estaba esperando ese afecto.

Fue un beso largo y pausado. Queriendo demostrarse que había sido un error ir por distintos caminos, que eran más fuertes juntos y que unidos eran capaces de todo. Ese beso fue la única comunicación y conexión que necesitaron para saber que el otro volvía a sus brazos sano y salvo.

Lily sintió cómo ese calor que le daba el de gabardina con su presencia ardía en su cuerpo. El ángel tenía buena experiencia en hacerla sentir completa. Lily no pensaba en nada más excepto Castiel y sus dulces labios que tenía ahí consigo. El beso pronto se extinguió ya que la rubia requería de aire, dejó que su frente se uniera con la del moreno y trató de regularizar su respiración con una sonrisa en los labios.

—Ahem —un sonido interrumpió en la habitación. Lily bajó los brazos de los hombros del ángel y se dio la vuelta, completamente avergonzada de haberse olvidado de sus hermanos, quienes eran en ese momento espectadores de ese gran beso entre ella y Castiel.

No sabía cuál de las caras del público le hacía más roja. Dean estaba de brazos cruzados con una mirada dura, Lily sabía que convencer a su hermano mayor de un novio había sido en vano en su antigua vida. Si bien Dean conocía y era algo amigo de sus ex-novios, nunca había aceptado totalmente a que ellos salgan con su hermanita. Intentar que no ocupe el mismo lugar con Castiel sería una tarea ardua.

Sam parecía algo serio también, él era protector en esa dimensión más de lo que había sido Sam en la realidad de Lily. En parte, eso le agradaba a Lily porque se sentía muy querida y protegida por igual; pero iba a ser un problema si Sam tenía la misma mentalidad cerrada que su otro hermano.

Entre los dos Winchester, se podía ver al arcángel Gabriel algo risueño. Hasta parecía reír de la escena como si no fuera un participante de la misma. De repente Gabriel dejó de mirar las expresiones de los dos cazadores y vio al castaño quien estaba algo ruborizado y avergonzado de que sus mejores amigos vieran aquél espectáculo con su hermana. Gabriel alzó un poco la mano y levantó el pulgar mientras guiñaba con un ojo. Como si estuviera felicitando al ángel, aprovechó su habilidad para hablar a través de la radio ángel y dijo "De eso era lo que hablaba en el auto, Cassie". Esa frase se infiltró en el cerebro de Cas.