Untitled part

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-Puede ser que por simple aburrimiento? o es una excusa vana?- me le quedo mirando un momento y sonríe de costado- la verdad es que hacia tiempo que no subia aquí y considerando que he subido con todas las personas más cercanas a mi, me sorprendió recordar que jamas subí contigo- su mirada se centra en mi solo un momento como para ver mi reacción.
-Te pusiste sentimental?-él sonríe y no puedo evitar sonreír también- sabes? desde pequeña he querido un lugar secreto, un lugar que nadie conozca, y solo lo he encontrado en la ciudad natal de mi padre a unos cuantos kilómetros así que no podremos estar a mano- su sonrisa me conforta y me hace suspirar.
El lugar del que hablo es dentro de un bosque, lejos del camino tradicional pero es hermoso entrar en él hasta llegar a la vía del tren y encontrarte con un enorme fósil de árbol. Luego de este tronco no hay camino pero si vas entre los arboles y pasas los pastizales altos te puedes encontrar con una especie de pendiente muy peligrosa que te lleva a mi lugar. Cuando llegas, encuentras 5 arboles que superan mi altura por unas 6 veces yo y están cubiertos por una enredadera gigante que solo en primavera da unas flores violacias con forma de campana que le dan un aire de mágico al lugar. Lo encontré cuando caminaba con unos amigos, pero gracias a dios ellos ya no lo recuerdan o no le dieron la misma importancia que yo.

Evan da un gran suspiro y su aliento se puede ver en el aire ya que ahora comienza a hacer frío. Aprieto la manta contra mi y me arriesgo a preguntar si ya podemos entrar a pesar de que sé que él ama este lugar. El sol ya ha caído lo suficiente como para ver las nubes teñirse de un naranja furioso que da la sensación de que está prendido fuego y es el fin del mundo. Evan me ayuda a bajar por la pequeña escalera y en el momento en que él salta del último escalón noto lo cerca que estaba yo de la escalera. Mis ojos están directamente frente a sus labios, por lo que me ruborizo y subo mi mirada a sus ojos, pero en vez de encontrarme con su mirada descubro que sus ojos miran mis labios descaradamente. Mi respiración se atora en mi garganta y dejo de balbucear perdones en el momento en que su mano toma mi cintura y me acerca a él bruscamente. Sus manos sostienen ahora mi cara con firmeza y es cuando lo veo aproximarse hasta besarme tan lentamente que siento que mis piernas me traicionarán. Sus labios parecen caricias con seda y solo su lengua moja mis labios, porque de los nervios mi boca se ha secado. CIERRA LOS OJOS Y DISFRUTA, me grito a mi misma, obligándome a hacer caso. Aprieto con mis manos su remera por la cintura para no caerme y en cuanto siento como él sonríe sobre mis labios cambia de postura introduciendo aun más su lengua en mi, dándome la mayor cantidad de sensaciones.
Sus manos aprietan mis mejillas pero no me torturo pensando en ello porque ahora quiero sentir su piel, quiero pasar mis brazos al rededor de su cuello y él pareciera darse cuenta ya que baja sus manos y me toma de las caderas para aproximarme a su duro cuerpo. Tomo su pelo en una de mis manos y enredo mis dedos en él. Lo escucho gruñir sobre mis labios y me aparta rápidamente.
-__________!- exclama con felicidad, la hermana de Evan quien corre a abrazarme y ya que aún continúo con la respiración agitada, tiemblo entre su brazos.
-Michelle! cuanto tiempo sin verte, y aún no te veo- le digo sonriendo al separar mi cabeza de su pecho y de nuestro abrazo.
-Mamá me dijo que mi hermanito te estaba cuidando, y en cuanto vi las luces encendidas de casa no pude evitar correr aquí. Sabes que mi hermano lleva allí chicas para conquistarlas? Ten cuidado- río nerviosamente sin poder evitarlo pensando en lo de segundos atrás.
-Bueno, tampoco es necesario que le des esa información que a ella no le interesa- dice Evan rascándose la nuca. Ambas reímos.
-Bueno, igual qué hacían a estas horas allí- ahora se dirige a Evan en especial- sabes que cuando empieza a anochecer debes entrar porque hace frío- Evan rueda los ojos- y más ahora debes saberlo que tienes una segunda responsabilidad en tus manos- lo golpea en el brazo para que le preste atención.
-Pareces mamá a veces- yo sonrío aunque me siento un poco incomoda.
-La verdad es que yo quería quedarme más tiempo para ver el atardecer, Evan no hizo nada malo
-No lo defiendas, ________.

Tiempo después de haber entrado y tomado un par de chocolates calientes, Evan y yo nos despedimos para ir a casa. La tensión se siente durante todo el camino, pero sólo cuando llegamos a mi hogar es cuando muero por decir todo lo que tengo en la cabeza.
-Podemos... quiero decir, me gustaría hablar...
-Había una posibilidad de que se volviera a repetir, y no me arrepiento- corta mi oración atrapándome contra la pared que está pegada a la subida por las escaleras.

El cuidador (Evan y tu) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora