El lugar misterioso

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1 de abril de 2014
-Buenas, buenas- lo saludo con una sonrisa en la cara. Él está sentado desayunando.
-Te estaba a punto de ir a despertar
-Pues menos mal que lo hice yo porque es tarde- le guiño un ojo y me siento con una taza con chocolate en las manos.
-Te despertaste con buen humor
-Ajá- sonrio para mi misma.
Quiero que piensen esto, toda mi vida me la pasé gritándome a mi misma porque él jamás me daba una mirada por decirlo así más... Candente, sólo me veía como una niña. Y resulta que ahora me entero que en realidad, sí me veía como yo quería pero lo disimulaba!
-Tengo buenas noticias, me devolvieron el auto así que puedo llevarte a la escuela- le sonrío ampliamente y lo felicito, no le pregunto por qué se lo devolvieron porque en lo único que pienso es en el hecho de que el manejó ebrio- Hay alguna manera de poder saber por qué tanta alegría antes del colegio?
-Mmm... No- le doy el último sorbo y me levanto para ir a cambiarme. Mientras me alejo sonrio para mi misma porque me he puesto uno de esos shorts apretados que tengo para dormir y una de mis remeras cortas, todo para sentirme sexy y segura ya que ahora sé que a él le gusta!!

En lo que estamos en el coche, canto por lo bajo todas las canciones de la radio, me siento una nena hiperactiva, es como si toda mi alegría se acumulara durante años y explotara de repente.
-Canta conmigo, por favor- le hago carita de perro- jamás te he oído cantar
-Y créeme que no querrás- me sonríe sin quitar la mirada del frente.
-Tu hermana tiene una voz preciosa, seguro que vos también
-No lo creo, princesa- apoya su mano en mi rodilla mientras aún sonríe. Que chico más complicado, sólo me gustaría vivir una de esas escenas de películas en las que cantan en el auto juntos como enamorados.
Pero qué es lo que pienso, él sólo siente atracción, no está enamorado.
Repentinamente toda mi euforia se pincha y se desinfla, hasta convertirme en un manojo de suspiros. Si nos ponemos a pensar, las parejas primero sienten atracción física y luego se enamoran, ahora la pregunta es cómo lo enamoro.
-Pasa algo?- pregunta de repente apretando mi rodilla.
-No, por?
-Dejaste de cantar y estas tranquila- para el coche en la puerta del instituto.
-Sólo recordé algo, eso es todo
-Ah... Bueno, a la salida vendré a buscarte, me gustaría llevarte a un lugar que conozco, está bien?
-Sí, me gustaría- tomo mis cosas- nos vemos- y salgo por la puerta entrando al edificio.

Horas después estoy en el auto yendo al misterioso lugar. Sin embargo me sorprendo a mi misma al ver que se detiene en la puerta de su casa.
-Tu casa?
-Si, quisiera mostrarte algo
-Mmm bueno...
Entramos y en el pasillo me detengo, como siempre hago, a mirar las fotos enmarcadas bajo el espejo. Entre ellas está una mía de cuando tenía 3 años y otra de mi cumpleaños de 15, en ambas fotos estoy sola pero no es sorpresa ya que en las demás fotos también están cada uno de la familia solos.
Siento su mano en mi brazo tirándome para que lo siga.
-Siempre te entretienes en el mismo lugar
-Es que es lindo ver fotos y el paso del tiempo en ellas
-Tu sola le vez lo lindo a eso
-No, no lo creo- susurro.
Me lleva hasta el patio donde su labradora me recibe con saltos y ladridos. Le quiero hacer mimos y jugar con ella, pero Evan continúa llevándome hasta el cuarto del fondo donde me encuentro con una escalera en la pared.
-Las damas primero- levanto una de mis cejas divertida y subo. Se que me debe estar viendo bajo la pollera, ya que tengo el uniforme. Empujo la puerta del techo y salgo al intemperie. Sobre el techo hay dos reposeras y la enredadera que estaba abajo llega hasta aquí, dejando sus pétalos y hojas secas regadas por el piso. Desde aquí se pueden ver los tejados de las demás casas, las Torres de la gran iglesia a unas manzanas y la pileta de su propio patio.
-Te gusta?- lo oigo susurrar a mi espalda, siento su aliento en mi cuello y eso me tienta a girarme y verlo a los ojos.
-Sí, no sabía que se podía ver así desde aquí
-Subo sólo cuando necesito pensar y alejarme
-Hay dos reposeras, tu hermana también sube?
-Si, pero no vendrá hasta la noche
-No me refería a eso
-Quería dejarlo claro- le sonrío a medias.
El día está nublado, tengo calor pero el viento me reconforta. Evan se sienta y me tiende una manta que se encuentra sobre las reposeras, parece que lo tuviera todo pensado. Me acerco al borde y veo a la perra jugar con un muñeco de plástico que lo lleva de un lado para otro como sí buscara el lugar perfecto para dejarlo.
-Habías subido alguna chica aquí arriba, en otra ocasión?
-Un par de veces
-Entonces este es tu lugar de conquistas
-Aquí, me siento yo mismo- su respuesta me toma por sorpresa, creo jamás haber llegado tan profundo en conocer a una persona- me encanta como todo se torna distinto al pasar las estaciones y al paso de las años, me da... Paz
-Es como si tu te quedaras en el tiempo, mientras que todo cambia a tu al rededor, supongo
-Correcto
-Entonces a ti también te gusta pararte a ver las fotos del recibidor
- En parte- susurra.
-Por qué me lo querías mostrar?

El cuidador (Evan y tu) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora