El cuidador (Evan y tu) [editando]

Se abre una puerta

No pierdo el momento y lo busco. Lo encuentro en el patio trasero tirándole los juguetes a mis perros para que luego ellos se los traigan de nuevo.
-Evan, necesito saber qué fue eso?- sus manos aprietan su cabeza y pareciera querer sacárselo de la cabeza.
-Te pedí que lo olvidaras
-No es algo tan sencillo- me cruzo de brazos.
-Por qué? Fue sólo un beso
-No fue algo así, eres mi niñero y dudo que arriesgaras lo que te queda de trabajo por un simple beso. O esperabas sacar algo de beneficio del trabajo?
-No pienso hacerte una declaración de amor, si es lo que esperas
-Qué? No! Sólo quiero saber por qué
-Fue un error eso es todo
-Eso no es una explicación
-Mientras veíamos la película, te toqué, se dio una chispa y la aproveché
-Te atraigo?- pregunté anonadada. Evan se dignó a mirarme al fin, enfrentando sus hombros con los míos.
-Bueno, eres atractiva, pero te conozco desde la infancia, sería raro, además soy mayor
-Qué importa eso, a mi me atraen chicos más grandes que tú
-Bueno, sí
-Desde cuándo?- susurro.
-Desde que te empezaste a desarrollar más como una señorita...- río por sus palabras de viejo.
-Oh bien. O sea que te atrae sólo mi cuerpo- me giro ofendida, a punto de irme del patio.
-Ey- me toma del brazo y me gira- sos divertida, torpe, boca suelta- frunzo el ceño- pero a pesar de eso lo compensas con el cuerpaso que tenés- me toma de los brazos y le sonrío.
-Con eso sí me convenciste
-Y ahora? ... En qué quedamos?
-Quizá vuelva a pasar...- me suelto de sus brazos y me alejo- o quizá no- me alejo más tentándolo con una sonrisa divertida- y por cierto, las películas de ciencia ficción son mis preferidas
Y así dejándolo con la palabra entro a la casa. Pensando en que tengo una puerta abierta a la tentación con mi cuidador.