Everybody has a darkside

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En lo que el sol cae, nos mantenemos allí en silencio mirando el paisaje. A lo lejos se pueden ver los pequeños rayos de sol que quedan y chocan contra la nieve, coloreando el paisaje de tonos naranjas. Evan se apoya en la baranda a mi lado y suelta el aire entre cortado de sus pulmones, lo miro de reojo.
-Lo del accidente...
-No tenemos que hablarlo, si no quieres
-Supongo que quiero, o sentiré que te debo una explicación- me mantengo en silencio dejándolo hablar- todavía no sé exactamente cómo no lo vi venir pero fue todo en segundos. Doblé en una curva para poder evitar un semáforo y un globo apareció de repente y me distraje viéndolo, y apareció un nene y... y... Todo fue muy rápido, no llegué a frenar. Creo que del shock no recuerdo cómo fue la secuencia porque lo único que recuerdo luego es que estaba llamando a la ambulancia mientras levantaba su cabeza para que no rozara el asfalto más de lo necesario- veo como comienza a apretar sus manos con nerviosismo así que las tomo entre las mías y lo obligo a girarse para verme.
-Todo está bien, ya pasó, ahora estás aquí conmigo
-Lo sé, pero siento todavía esto atorado en mi garganta y cada tanto me mata, especialmente si tengo que manejar
-Es parte del susto, viviste una situación muy violenta, pero con lo que te tenes que quedar es con el pensamiento de que hiciste lo correcto ante una situación que podría haber sido peor- sus ojos comienzan a llenarse de lagrimas- no importa si fue el shock, porque tu reacción natural fue bajar del auto a ayudar y eso es lo importante. Evan sé que darías lo que fuese por ayudar, sé que te preocupas, pero no eres un robot así que déjate sentir todo esto, porque no es malo, pero tampoco tiene que ser remordimiento.
Sus mejillas se tornan rosas y en cuestión de segundos entierra su cabeza en mi cuello y yo lo abrazo hasta que su respiración se calma y sus músculos se relajan.
-Yo debería estar cuidándote, no al revés- susurra en mi cuello, a lo que ambos reímos.
-Y quien dijo que no me estás cuidando? Eres el mejor niñero del mundo- me mira a los ojos y hace una mueca.
-Por favor, no me llames niñero, siento que marca demasiado la diferencia de edad
-Me llevas 5 años, tampoco exageres
-Prefiero que me digas de otro modo... mmm no sé cómo decir esto, pero...- se para derecho alejándose un poco de mí, quita sus guantes y uno de los míos para entrelazar nuestros dedos- te gustaría salir conmigo?
Una sonrisa enrome se dibuja en mi rostro y todo lo que hago es sonreír y asentir. Evan se acerca a besar mis labios pero una bola de nieve nos impacta a ambos en la cara.
-Ey tortolitos, se van a perder de toda la diversión si siguen así- Camerón aparece subiendo la escalera y detrás de ella la sigue Eathan. Evan me da un beso rápido y se acerca a los chicos riendo y aún con nuestras manos entrelazadas.

Por la noche, nos reunimos todos frente a un fogón en la parte trasera de la casa de Eathan. Sus padres hablan sobre cómo se conocieron y cómo fue que compraron la casa. Cameron parece encantada, supongo que vive el sueño de cualquiera, de conocer a los padres de tu casi novio. Evan ríe y comenta con Eathan sobre su niñez. Me siento como en una postal navideña y siento que soy feliz en mucho mucho tiempo.
A la hora de dormir, estoy en el baño cambiándome cuando escucho que tocan la puerta. Me asomo y veo a Evan con dos tazas de chocolate caliente y malvaviscos, mi estomago ruge.
-Creo que no voy a comer más malvaviscos por un largo tiempo- Evan sonríe- todos tuyos si los queres, pero me quedo con el chocolate- y en menos de dos segundo toma todos los malvaviscos de mi taza sin decir nada.
Me siento en mi cama y tomo un sorbo, dejando el calor recorrer mi garganta.
-Mañana vuelven tus papas
-Si...lo bueno es que es por la noche.
-Si, tendríamos que salir por la tarde para llegar en perfecto horario a la casa.
-"En perfecto horario"- digo imitándolo- todo un estirado- lo veo dejar su taza, levantarse, tomar la mía, dejarla en la mesa de luz y pegarme con un almohadón. Durante minutos solo se escuchan nuestras risas, hasta que decido detenerlo porque ya es tarde.
Entro en mi cama y suspiro, pero luego escucho unos pasos y siento cómo él entra en mi cama para lentamente abrazarme. Una enorme sonrisa se dibuja en mi rostro y entrelazo nuestros dedos.

6 de abril de 2014
Al día siguiente, Eathan nos despierta casi gritando y saltando sobre la cama, entusiasmado. Cameron está apoyada en la pared riendo y tomándonos fotos. Evan se queja y yo solo río.
-Hoy es el show de motocross, tenemos que ir a verlo, es imperdible, lo sabes Evan, vamos arriba que hay que ir a hacer fila!- se acerca y comienza a zarandear a Evan hasta que éste se levanta y lo tira sobre su cama como si estuviesen peleando pero ríen. Cameron se sienta en mi cama y me alcanza mi celular.
-Te dijo algo de que trata el show?
-Aparentemente es algo a lo que iban ellos dos de chiquitos- se detiene un momento a pensar- pero supongo yo que será algún show de piruetas y cosas así- levantamos ambas los hombros en señal de no saber.
Evan toma su celular y pone un vídeo de YouTube.
-Cuando éramos más chicos y yo venía a visitarlo, solía ser en la temporada de motocross, sabía que Eathan tenía entradas gratis así que por eso me hice su amigo- ambos ríen y vuelven a golpearse. Me entrega el celular, y tanto Cameron como yo miramos el documental, adelantando algunas partes aburridas.
Comienza con una entrevista a un par de chicos y luego una luz segadora que muestra la silueta de una moto en el aire que luego cae por una pendiente y el conductor da vueltas en el aire.
-Se ve increíble. Pero pareciera ser de noche... No tendríamos que irnos por la tarde?
-Podría llevarlos yo de noche- se ofrece Eathan.
-Si! Eso por favor, sería lindo ir los cuatro, además si me aburro te tengo a ti- me suplica Cameron, miro a Evan, él es el que decide.
-Si nos llevas... Ya que no me gusta manejar de noche...
-Listo! Está todo decidido!- grita Cameron a lo que todos reímos.

El día pasa, mientras hacemos fila, nos turnamos para ir a comprar chocolate caliente o ir al baño. Parece que estos shows se llenan rápidamente. El estadio es inmenso, y la gente no deja de llegar. Cuando logramos entrar, nos indican nuestros asientos sumamente cerca del campo. En el centro del estadio hay cuatro rampas, una más alta que la otra, y luego en círculo, un par de lomas y cunetas. Evan y Eathan desaparecen un momento y re aparecen al tiempo, casi cuando el show está por comenzar, con cervezas en la mano.
Un presentador dice los nombres de cada chico y chica que participan en el show, mientras ellos van apareciendo uno a uno con sus motos y saltan entre lomas de tierra. Evan y Eathan comienzan a gritar como dos niños pequeños que nos contagian de alegría.
-Y ahora hace su aparición....Tomas ....Mccay!- la multitud enloquece a gritos, un chico con traje negro y rojo aparece haciendo los mismos saltos que los demás pero en una de las lomas toma mayor carrera y de una manera sorprendente da dos vueltas en el aire.
-Ese es mi favorito- dice Eathan casi gritándonos a nosotras dos para poder escucharlo.
-Pero no es uno de los mejores- aclara Evan.
-Que si!
-Bueno de esta categoría y de esta zona... nada más- dice Evan con los brazos cruzados. Todos reímos pero seguimos observando el show.

El cuidador (Evan y tu) [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora