Siempre contigo [Rivetra]

Capítulo 3. "Cicatrices"

Pero seguiré adelante con esta cicatriz.

Luego de descansar lo suficiente, el muchacho se quedó disfrutando un rato más de la compañía de Petra. La mujer dormía muy cómoda en su pecho, mientras respiraba tranquilamente. 

Por la luz que entraba desde la ventana, él había notado que ya había amanecido y que pudo dormir mucho tiempo de lo habitual. Eso lo sorprendió, pero sabía que sus problemas para conciliar el sueño en el pasado tenían que ver con ella. Antes de la famosa expedición, Petra y Levi dormían siempre juntos. Por ende, cuando la muchacha había "muerto" logró dejar un gran vacío en el capitán.

Levi cerró los ojos con tranquilidad para poder volver a relajarse, sabiendo que podría dormir cómodamente esa misma noche.

Petra empezó a removerse, haciendo que Levi la mirará al sentir como se estiraba. La muchacha levantó su rostro para observarlo, y eso hizo divertir al azabache puesto que ella tenía todo el cabello enmarañado y sobre su rostro. 

Como si se tratara de una niña pequeña, Levi se sentó sobre la cama –apoyándose en el respaldo de esta- y con sus manos acomodo el largo cabello anaranjado de Petra. Al dejar descubierto su rostro, notó que tenía los ojos entrecerrados y bostezaba levemente.

- Buenos días, capitán. –murmuro ella mientras dejaba caer su cuerpo nuevamente sobre él y sonreía, refregando su mejilla con el cuello de Levi.

- No me digas así. –dijo él, molesto. 

Aunque en realidad no lo estaba, solamente la regaño por costumbre. Antes, cuando salían juntos, odiaba que Petra le dijera de un modo formal en los momentos que se encontraban solos. Pero ahora escuchar esa palabra de sus labios logró que un sentimiento cálido lo recorriera en el pecho.

- Hai, hai. –contestó ella entre bostezos mientras lo abrazaba con una pequeña sonrisa en su rostro.

Levi volvió a dirigir su vista hacia la ventana, intentando aclarar sus ideas. Tenía y quería saber que era lo que pasó en esos meses que no estuvo junto a Petra, donde ella era considerada muerta. Desde que la vio necesitaba entender que había ocurrido pero algo le decía que tenía que esperar, además de que notaba la felicidad de la pelinarnaja y eso hacía que posponga todo el tiempo su idea. 

Aun así, él quería entender todo y se carcomía por dentro pensando miles de posibilidades lo que le generaba dolores intensos de cabeza.

Suspiró, intentando dejar de concentrarse en todo eso. Y justo en ese momento, un recuerdo vino a su mente; uno que nunca entendió, y ahora tenía su oportunidad para poder aclarar que había ocurrido.

- Petra. –la llamo con lentitud. Observó como la muchacha se despegaba de su lado y, aun acostada, se levantaba un poco para poder mirarlo a los ojos- ¿Por qué nunca me dijiste que le contaste a tu padre sobre lo nuestro?

El rostro de la muchacha se desfiguro por completo: sus ojos se abrieron con sorpresa, además de que ligeramente sus labios se separaron y sus mejillas tomaron un color carmesí.

- Yo... etto... -comenzó a dudar por los nervios- ¿Cómo lo sabes?

Levi levanto una ceja mirándola incrédulo. Notaba como ella quería desviar el tema de conversación pero no lo logro. Petra, para él, todavía era alguien a quien podía descifrar casi siempre.

- Cuando volvimos de la expedición, él se acercó a mí para presentarse. –relato el azabache, notando como Petra hacia un triste puchero y sus labios temblaban- Me menciono una carta que le habías mandado en donde le explicabas te reclute en mi equipo, que estabas dispuesta a darlo todo por mí y... me aclaró que todavía eras muy joven para casarte.