Cap 3 - Makiko y Saki

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Las siguientes horas se hacen más agradables después de mi conversación con Tsukasa. Durante un rato observo a Kirimiya-san que parece pensativa, como que está organizando todo lo que me va a contar luego. Luego, por casualidad mi mirada pasa por el asiento de Kouhei, al otro lado de la clase en mi fila, que me está mirando fijamente con una expresión codiciosa, lasciva y cuando se da cuenta de que le he descubierto me lanza un beso empalagosamente cursi. Inmediatamente giro la cabeza a la ventana. En serio, ese sujeto me da miedo.

Toca la señal que indica el fin de las clases y rápidamente Tsukasa y Kirimiya-san salen en dirección al club. Yo me pongo frente a Kouhei.

- Ah, Takamori-kun, ¿qué es lo que tribula tus pensamientos?- ¿En qué siglo ha nacido este?

- Kouhei, por favor- me acerco a él y le susurro para que los demás no oigan- deja de lanzarme besitos y mirarme así, me siento incómodo.

- ¡Oh! Así que por fin empiezas a sentir mariposas cuando estoy cerca.- Lo ha dicho suficientemente alto como para que toda la clase se quede en silencio y nos mire.

- ¡¡¿Qué?!! ¡No te imagines cosas raras!

- E-esto... Haya-kun, ¿Aikawa-kun te... te gusta?- Pregunta Makiko-chan, la delegada de la clase, una dulce y linda chica con el pelo azul oscuro, liso, corto y suelto, con unos adornitos en su lado izquierdo, y los ojos de un color parecido, ligeramente morados; hablando con un tono confundido y tímido, como suele ser habitualmente.

- ¡Wow, Maki-chan, qué atrevida eres al preguntar eso a tu querido Hayacchi!- Interrumpe su amiga Saki-san, un poco más alta que su protegida, con una figura más atlética, el pelo ondulado de color almendra, de largo medio y recogido en una coleta, agarrándola por detrás.

- ¡¿Eh?! ¡¡Ah, Saki-chan, ¿qué estás diciendo?!!- Responde agitada ante su comentario. Parece como si hubiera desvelado algún secreto. Empieza a decir murmurando: - Ha...Haya-kun, no sabía que te gustasen los chicos- Está muy ruborizada al decir cosas como esas, no es muy común que una chica tan educada y decente como ella hable de relaciones homosexuales.

- ¡No, no! ¡Os equivocáis! Me gustan las chicas.- Siento que ya he vivido esta situación hace poco, dejà vu.- Cielos, ya deberíais saberlo.

- ¿Ah, sí? Entonces demuéstralo, venga, dale un besito a Maki-chan- Dice Saki-san tomándola de los hombros y poniéndola delante de mí.

- ¡Un momen..., Saki-chan, espera!- Replica Makiko-chan intentando librarse de sus garras. Entonces su amiga hiperactiva la empuja y choca conmigo.

Caemos al suelo, ella encima de mí. Sus tetas están tocando mi pecho y su cara está al lado de la mía, lo que me permite captar un agradable aroma en su pelo. Levanta su torso con ayuda de los brazos y se mantiene en esa posición. Los dos nos miramos sonrojados, y cómo no, ella ha caído encima de un chico aplastando sus pechos contra él, lo cual se siente reconfortante como una almohada. Pasa un rato y nos damos cuenta a la vez de la incómoda situación en la que estamos y nos levantamos rápidamente.

- ¡Sa... Saki-chan, no hagas esas cosas!- Makiko-chan regaña a su "protectora" y luego se sonroja al continuar con un tono próximo al susurro- Da vergüenza.

- Jo, con lo monos que estabais, casi parecíais dos enamoraditos jugueteando- Se excusa Saki-san diciendo cosas que serían propias de Kyouko-senpai.

- ¿Eh? ¿Dos... e...ee...eeena...?- Se pone completamente roja y yo al verla tan ruborizada me pongo igual y trago saliva, no es que jamás me lo haya planteado pero es que somos amigos desde secundaria. Entonces interrumpo:

- S... Saki-san, por favor, esto es incómodo y tengo que ir al club.

- ¿Ah?, ¿Y cuál es?

-E... esto...

- ¡Ajá! Conque no me lo quieres decir- Pone una cara maliciosa que trama algo y me agarra la mano- Entonces tendré que...- atrae a Makiko-chan y ante mi desconcierto coloca mi mano en su pecho. ¡¿Qué?! ¡¿Qué demonios hace?! Mierda, su tacto es suave y blandito, parece un globo con agua.

- ¡Kyaaa!- Gime nuestra linda delegada al sentir mi mano en esa zona prohibida.

- ¡Ah! ¡¡Lo... lo siento!!- Grito asustado y aparto el brazo hacia atrás a la velocidad de la luz.

Makiko-chan se cubre las tetas pudorosamente y totalmente avergonzada. Los chicos que quedan en la clase me miran con odio.

- ¿Y bien? ¿Vas a decirme qué club es?

- Sa... Saki-chan...- murmura Makiko-chan tímidamente.

- Está bien- acepto soltando un suspiro- El Club de Estudio de Magia y Café.

- ¿Huh? ¿Y por qué estás ahí?- Pregunta Saki-san llena de curiosidad, maldita curiosidad.

- Porque ahora yo tengo que dirigir el café de mi padre, y las miembros del club trabajan allí.

- Oh... eh, ¿podemos acompañarte?

- Hoy no puedo, lo siento, hay reunión sobre asuntos oficiales, es información clasificada.

- Jo, pues otro día, ¿vale?

- Claro.

Dicho esto me voy de clase. Durante ese proceso me parece ver a Saki-san con una cara de supervillano mirando a Makiko-chan. Lo siento, Makiko-chan, no puedo ayudarte.

Valkyrie Maid RagnarökDonde viven las historias. Descúbrelo ahora