Sí, así es. Al parecer el espíritu que reside en mi espada me ha robado mi primer beso en algún tipo de sueño. Inmediatamente después volví al mundo normal, aunque no sé si podré seguir llamándolo así. Aún con el arma en mis manos Freyja toma la palabra:
- Haz buen uso de esta espada y salva Asgard del Ragnarök.- La diosa se desvanece de la misma forma como había aparecido, entre un gran destello de luz. Lo último que se le oye decir es: <<Los Aesir confiamos en ti>>.
El círculo mágico desaparece y las chicas se levantan. Yo sigo de pie un poco confuso.
- A partir de ahora tendremos que entrenarte- Dice Kirimiya-san.
- En espada no sería necesario, durante la secundaria iba a clases de kendo.
- Eso está bien para luchar con un humano normal, pero no es suficiente contra un oponente con poderes. Aunque como ya sabes lo básico nos centraremos más en enseñarte el uso de la magia.
En ese momento oímos una especie de murmullos nerviosos que vienen de la otra sala. Salimos rápidamente y descubrimos a Saki-san y Makiko-chan espiando.
- ¿Makiko-chan?- pregunto sorprendido.
Detrás de mí sale Tsukasa como una exhalación, lanza en mano, salta y arroja su arma hacia Makiko-chan, que se queda sentada en el suelo con las piernas abiertas porque la lanza ha caído entre ellas. Tsukasa aterriza delante de la delegada, recupera su asta y vuelve a tirarla hacia la puerta que Saki-san está a punto de abrir y allí se queda clavada.
La peligrosa gata avanza hasta la aterrada Saki-san, recupera su lanza y la apunta con ella. Makiko-chan acude junto a su amiga y Tsukasa les interroga:
- ¿Cuánto habéis oído?
- So... solo cosas raras, no sé qué de una espada y de dioses y magia- responde nerviosa Makiko-chan.
- ¿La habéis visto?
- ¿Eh? ¿A quién?
- Creo que se refiere a esa mujer- le aclara Saki-san.
Al oír eso Tsukasa acerca la fina y afilada punta de su arma al cuello de Saki-san.
- Lo siento, no puedo permitir que nadie sepa de esto- dice con la cara seria y voz hostil. ¡Mierda, no quiero que mueran por esta bobada!
Cuando se dispone a hundir su lanza en el cuello de Saki-san, ante su cara de desesperación por vivir me pongo en medio para evitar que Tsukasa haga una locura.
- Tsukasa, para por favor.
- ¿Es que no entiendes lo peligroso que es permitirles salir como si nada? Loki tiene espías por todas partes, aunque no lo sean, si alguien se enterase podría torturar fácilmente a unas chicas sin poderes como ellas.
- Pues bórrales la memoria de esto.
- No es posible- explica Kirimiya-san- han recibido demasiada información. Pudimos con la gente de anoche porque apenas habían escuchado golpes, pero ellas saben demasiado. Tendríamos que borrarles absolutamente todos sus recuerdos.
Entonces interviene de nuevo Tsukasa:
- Tendrían que empezar su vida desde cero, sería como si hubieran muerto y fueran personas distintas.
- Entonces...- No se me ocurre nada, joder.
- No puedo permitir una situación tan peligrosa.
- Y yo tampoco puedo permitir que les hagas daño, jamás me lo perdonaría.
- Haya-kun...- murmura Makiko-chan
- Aparta, será rápido y sin sufrimiento- Maldita sea, está decidida a matarlas.
- Antes tendrás que pasar por mí,- invoco la espada, no sé cómo la verdad, y la entrecruzo con su arma- y si me matas no podréis evitar el Ragnarök.
- ¡Idiota, insensato!
- Sí, lo sé, soy idiota y no entiendo esas cosas complicadas. No me importan los dioses, si lucho será para proteger a las personas que quiero.
La tensión es palpable. Finalmente Tsukasa mira a Kirimiya-san asentir, entonces cede y hace desaparecer su lanza. Yo hago lo mismo con Gram y suelto un suspiro de alivio. Kirimiya-san toma la palabra:
- Bien, les dejaremos vivir, pero por seguridad las vigilaremos en todo momento.
- Gracias- le agradezco por ser razonable.
- Tienen suerte de estar en nuestra clase, además si la delegada desapareciera se notaría mucho, aunque ahora que lo pienso podríamos borrarles la memoria al resto de la clase porque no se ha enterado de esto.- A continuación se dirige a las dos espías.- A partir de ahora formaréis parte de este club y del personal del Ichigo Musume, así podremos asegurarnos de vuestra seguridad (valga la redundancia) y de que no decís a nadie sobre esto.
- ¿En mi café?
- ¿En el café de Haya-kun?- Pregunta Makiko-chan.
- Sí,- responde la jefa- su padre tenía un maid café que ahora lleva él.
- ¿Y tendré que ponerme esos trajes?
- Je, je, sí, tendremos que tomaros las medidas para fabricarlos- dice Kyouko-senpai emocionada mientras agarra y estira una cinta métrica.
La súcubo-senpai rodea el pecho de Makiko-chan con la cinta antes de que le dé tiempo a reaccionar.
- ¿Eh? ¿Qué estás haciendo?- protesta por la cinta que aprieta su pecho.
- ¡Ajá! 79 cm de busto, 56 de cintura y 82 de cadera, ¡qué curvas más lindas! Aunque deberías hacer ejercicios de pecho para hacértelas más grandes.
- Ya se lo digo yo continuamente, y que siga una dieta más rica en grasa, pero no me hace caso- comenta Saki-san.
- ¡Jo, dejad de hablar de mis pechos!- interrumpe Makiko-chan tapándoselos.
- Es verdad,- le apoyo- no necesita hacer ejercicios ni dietas. Seguro que como están son bonitos, por cierto, eran 79 cm, ¿verdad?- digo sacando una libreta y un boli.
- ¡No lo apuntes!- da un manotazo a los materiales de escritura que los tira al suelo- Jo, Haya-kun, eres un guarro.- está completamente roja.
- Tranquila, era broma.- Cuando digo eso pone morritos con una expresión incómoda- Pero si quieres que crezcan puedes masajeártelas, dicen que funciona.
-¡¡Jooo!!- Me encanta hacerla rabiar, es una persona que se presta a ello.
- No, si ya se lo hago yo todos los días y el último año le crecieron bastante- dice Saki-san confirmando la efectividad del método.
- ¡Calla! ¡Qué vergüenza!
- Bien, ahora... ¡Te toca a ti!- Kyouko-senpai se lanza al ataque sobre Saki-san- 82-57-84.
- ¡Ah!- exclama sorprendida incapaz de esquivar la carga de Senpai y se tapa pudorosamente como lo hizo Makiko-chan.
- Ahora mismo nos pondremos manos a la obra – dicen Aki-chan y Kyouko-senpai antes de marcharse del aula.
Ahora que lo pienso, he presenciado todo en vez de largarme como debería haber hecho. No sé si se habrán dado cuenta, pero casi mejor me callo, teniendo en cuenta que Tsukasa está aquí.
- Jo, no puedo creer que Haya-kun se haya enterado de mis medidas- Makiko-chan se pone las manos en la cara ocultando su bochorno. ¡Mierda!
Rápidamente Tsukasa me mira con unos ojos furiosos que anuncian la muerte.
- E... eh... lo siento... yo... de verdad que no tenía intención de molestar... no estaba pensando nada pervertido... po... por favor, no lo hagas ¡No!
Casi no me da tiempo a procesar la información. Solo la veo girar y su pierna aproximarse a mí a gran velocidad. Noto un fuerte golpe en mi costado y después nada.
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Valkyrie Maid Ragnarök
FantasyTakamori Hayashi es un estudiante de preparatoria que al cumplir 16 años es puesto a cargo del maid café de su padre, un famoso mangaka que no tiene tiempo para llevar el negocio. Allí descubre que las empleadas también estudian en su instituto, y n...