Un día, mientras Camila caminaba tranquilamente por una de las calles de Nueva York hacia su aburrido trabajo de oficina, se encontró con una hermosa chica, ella tenia el cabello largo, ondulado y oscuro, tez blanca como la nieve, unos hermosos labi...
**Aquí esta la primera parte del maratón, y bueno, solo quiero decirles que tarde mucho mas en subirlo porque la escuela me tenia super ocupada, pero aquí estoy, cumpliendo lo que les habia dicho anteriormente.
Capitulo uno de tres del maratón, espero lo disfruten ;)**
Pov Lauren.
Tan rápido como entre en el auto, comencé a arreglar mi maquillaje y mi cabello, pues si frente a Camila trataba de demostrar un poco de control, ahora que estaba sola, me estaba poniendo mas nerviosa que de costumbre, es decir, nunca en mi vida he tenido una cita verdadera.
¿Que se supone que debo hacer en una cita?... ¿Como debo comportarme?... ¡Oh! Esto es frustrante...
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Tuve que controlar mi ataque de nervios muy rápido ya que Camila se estaba aproximando al auto, y no podía dejar que me viera nerviosa, seria algo penoso.
Cuando vi que ella ya estaba muy cerca de mi auto, me baje de el, fui hasta la puerta del copiloto y la abrí para Camila.
-C: Que caballerosa Lolo.. muchas gracias.
-L: Po-por nada Camz.
Estúpidos tartamudeos inoportunos... Pero... Cálmate Jauregui, respira, todo saldrá bien en la cita...
-C: ¿Lolo estas bien?
¡Diablos! Olvide que ella estaba ahí.
-L: Yo... oh.. que.. amm.. si, si, estoy bien.
Ella dejo salir una risa tras mi respuesta muy mal coordinada, y yo luego de ruborizarme, volví al interior del auto.
-C: ¿A donde me llevaras?
-L: Bueno... (encendí el auto y comencé a conducir) ¿Que te parece si te llevo a la pizzería donde una vez quedamos de vernos?
Camila dio un pequeño salto en su asiento mientras me miraba sonriente.
-C: ¿Iremos a Lombardi's?
-L: Claro Camz... y se que es raro desayunar pizza pero...
-C: ¡No es raro, es genial!
Ella al parecer estaba bastante contenta con el lugar al que decidí llevarla, tanto que de la emoción, me dejo un enorme beso en la mejilla que me dejo pasmada por unos segundos.
Reacciona Jauregui, no quieres tener un accidente en este momento...
Deje salir una pequeña risa nerviosa y seguí conduciendo como si nada, hasta que la mano de Camila atrapo mi mano izquierda que se encontraba libre.
