Who...? // Yoonmin;

Revenge

La música sonaba en el estudio, él se miraba en el espejo e intentaba perfeccionar los pasos más de lo que ya lo hacía. Sus compañeros recogían todas sus cosas para ir a darse una ducha y regresar a casa después de otro día entero de prácticas y trabajo, pero él decidió que se quedaría más tiempo a practicar pues aunque ya dominaba la coreografía se seguía sintiendo nervioso cuando la bailaba con los demás chicos quienes se veían confiados en sus pasos.

Estuvo quizá una hora más que los demás, repasando los pasos una y otra vez casi sin descanso. Seguía cometiendo ligeros errores que no habian estado ahí antes, de hecho solo aparecieron ese día. No se le hacía raro pues le costaba mantenerse concentrado debido a que a cada momento y de la nada el rostro de su hyung aparecía distrayéndolo. Pero eso no era lo peor, lo peor era que en todo el día su hyung lo había ignorado olímpicamente.

Nadie dijo nada, pero no supo si fue por miedo a provocar al mayor o porque quizá ni cuenta se dieron. Sin embargo él se había dado cuenta, sobre todo cuando intentaba hablarle y este se ponía sus audífonos para no escucharlo.

Otro error.

-Argr...- se despeino el cabello con desesperación. -Esto no está funcionando.- se rindió tomando sus cosas para ir a casa después de una necesaria ducha.

El agua caía sobre su cuerpo, la temperatura era buena y eso relajaba su cuerpo pero no su mente. No podía dejar de pensar en Min Yoongi, recordar su olor, su cuerpo entre sus brazos, aun podía sentir un hormigueo en los brazos de solo recordarlo. Toda su mente estaba plagada con pensamientos de Suga y eso le frustraba.

Salió de la ducha dispuesto a no pensar más en su hyung. Fue hasta donde había dejado su ropa pero... aquí no, ¿Dónde? Arriba, abajo, quizá a la vuelta. Nada.

Su ropa había desaparecido. Sus nervios se hicieron locos. No solo su cambio de ropa... también la que se acababa de quitar habian desaparecido.

-No es cierto...- susurro más nervioso aun. Casi le da un infarto al escuchar la puerta de los vestidores abrirse e inmediatamente su cuerpo se tensó.

Suga le observaba desde la puerta.

-...- estuvo parado observándole lo que parecio una eternidad pero solo fueron unos segundos. Yoongi camino hasta su lugar el cual siempre utilizaba y tomo algo que al parecer había olvidado.

-¿h-hyung?- llamo nervioso.

-hm...- le contesto por primera vez.

-E-ehm...- las palabras se borraron de su cabeza. -¿h-has visto mi ropa?- fue lo único que se le ocurrió.

-...- el menor vio un ligero temblor en su hyung. ¿Se había reído?

-¿hyung?- pregunto confundido.

-No.- pero su voz parecía como si luchara por no reírse.

-Hyung.- esta vez llamo con fuerza y el mayor le miro por instinto. Fue un error.

Ahí, frente a él se encontraba Jimin, semidesnudo. Solo una pequeña toalla cubría su cintura dejando a la vista todo su bien trabajado cuerpo mientras gotas de agua que caían desde su castaño cabello mojado hasta su pecho resbalando por sus pectorales y para seguir aquel camino descendiente hasta chocar con la toalla y morir.

El aire abandono sus pulmones, se había esforzado para no ver al menor al entrar, de hecho no debió haber regresado pero no resistió la idea de ver el resultado de su hermosa venganza.

Ahora estaba hipnotizado por el cuerpo del menor.

Y es que había tanta piel expuesta, tanta como nunca antes había visto ya que Jimin siempre fue cuidadoso de no andar desnudo o algo por la casa desde el día que se unió a Bangtan. Era la primera vez que veía de esa manera tan... esplendida.

-HYUNG...- la voz de Jimin sonaba seria.- ¿Acaso hyung sabe dónde está mi ropa?- esa pregunta le regreso un poco de cordura al mayor.

-Ya te dije que no. ¿Por qué YO sabría algo así?- y aunque había dicho eso su voz y su expresión fue tan arrogante que Jimin no le creyó. Bueno lo había dicho con esa intención de todas maneras, quería que Park Jimin se diera cuenta de lo que pasaba cuando hacían enojar a Min Yoongi.

La ira comenzó a acumularse en Jimin. ¿A caso su hyung estaba loco? ¿Qué había hecho para que le hiciera algo así? Y por sobre todo, no solo le jugaba una broma de mal gusto... LE HABIA ESTADO IGNORANDO TODO EL DÍA. ¿Acaso no era eso suficiente? ¿Por qué tuvo que hacer algo como eso?

Dio un paso en su dirección y Suga reacciono por instinto al verlo acercarse. Siguió avanzando mientras su hyung retrocedía cada paso que él daba. Pero ese juego no duro mucho cuando Min Yoongi se vio acorralado contra una pared. El menor no se detuvo hasta quedar a pocos centímetros del mayor.

Sus rostros estaban terriblemente cercas y ya que no había mucha diferencia de altura ambos podían verse fijamente a los ojos. Yoongi sintió como si Jimin hubiera crecido diez centímetros de un momento a otro, porque se veía muy grande e intimidante.

-¿A qué estás jugando Yoongi?- la voz de Jimin sonó demasiado grave, profunda y molesta. -¿Qué planeas ganar? ¿Intentas demostrar algo eh?- el aliento de Jimin chocaba en el rostro de Suga quien se sentía mareado.

Podía olerlo, a Jimin. Podía sentir el calor que desprendía su cuerpo aun a esa distancia, podía incluso sentir en su cuerpo como la voz de Jimin resonaba.

-¡Min Yoongi!- estampo sus manos a ambos lados de la cabeza de Suga.

-Jimin...- susurro Yoongi de una forma tan... sensual. Que Jimin no pudo pensar en otra cosa. Ese sonido, su nombre dicho de tal manera, envuelto en un suspiro y casi un gemido. Sonaba tan necesitado, tanto como él mismo se sentía.

Se acercó, solo unos centímetros los separaban, unos centímetros que poco a poco iban desapareciendo. Lo necesitaba, necesitaba besarlo tanto como necesitaba el aire en sus pulmones, incluso más que eso. Uno más, solo un poco más. Sus respiraciones se mesclaban y el tan ansiado toque -JIMIN­- la voz de Jungkook interrumpió en la habitación.

Ambos chicos despertaron y se miraron a los ojos por un fugaz instante antes de que Jimin retrocediera a la velocidad de la luz.

Jimin miro a Jungkook quien tenía una expresión demasiado extraña y no soporto verlo a la cara, desvió su mirada al suelo, no podía ver a ninguno de los dos.

Yoongi por su parte sintió su sangre hervir hasta el infinito. Estaba seguro que ni el mismísimo infierno podía hervir más de lo que lo hacia su sangre en ese momento. ¿Cómo se atrevía? No sabía si refería a Jungkook por interrumpir o a Jimin por alegarse tan rápido avergonzado de que los vieran. Seguro y el moreno no quería que su "adorado" maknae les viera juntos. Claro como siempre andaba tras él. He incluso ahora aunque no recordaba nada le dejaba recostarse en sus piernas, por supuesto que Jimin no quería que alguien los viera, no, no alguien, Jungkook.

-Yoongi-hyung...- llamo ligeramente nervioso el menor. -Namjoon-hyung me pidió que te dijera que necesita hablar contigo...- Suga le miro, era una mirada fría y llena de veneno. Jungkook no pudo evitar sentirse perturbado pues nunca había visto esa mirada en el mayor, ni siquiera cuando accidentalmente rompió la almohada de cuello favorita de su hyung.

-Iré en un momento.- dijo que lo haría pero no se movió de su lugar, en cambio miro de tal manera al menor que prácticamente lo corrió.

-A-am yo ya me voy.- y dicho eso salió "casi" corriendo por la puerta.

El silencio reino en los vestidores, Jimin había notado que Suga estaba molesto y no le había gustado que le hablara así al menor, pero a la vez estaba molesto con el maknae ¿Por qué tenía que haber llegado a interrumpir justo en ese momento? Levanto la vista cuando Suga comenzó a caminar hacia la puerta.

-Suga-hyung.- se apresuró a llegar a él pero de un golpe la toalla en su cintura fue arrebatada dejándolo completamente desnudo. -¡¿QUÉ?!- grito sorprendido.

Min Yoongi no volteo a ver al menor ni por un instante. -Debería buscar bien tu ropa "quizá" la dejaste tirada por ahí.- dicho eso salió por la puerta cerrando con un portazo antes que el otro pudiera siquiera reaccionar.

Definitivamente un Min Yoongi celoso era alguien peligroso.

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