- Ahh! Mmm.
- Te amo.
- Yo, yo también te amo. - Ahh.. - Ha dejado mis dedos y ahora se ha concentrado en lamer la palma de mi mano, no tengo palabras para describir lo bien que sienta esto.
- ¿Qué? ¿Por qué? - Marco empezó a desabotonar mi camisa con su mano libre. - Mhh, Marco allí no. - Intenté quitar su mano de ese lugar pero a quien quiero engañar no pude porque me encantaba, no sabía que los pezones fueran tan sensibles.Sonó la campana.
- Ma-Marco,... Mhhh, debemos ir. Van a pasar lista y verán que no estamos allí. - Él aún seguía encima de mí. Con una mano acariciaba uno de mis pezones y con la otra me sujetaba de una manera demasiado sublime la mano que me estaba succionando, lamiendo y mordiendo.
- Marco, ¡aaaahh! - Ha dejado mi mano y se ha puesto a besar mi cuello. ¿Por qué sólo lo esta besando con los labios? ¡Quiero más que eso! Mucho más.
Quiero que su lengua toque mi piel como antes lo hacía con mi mano. Recuerdo que estaba caliente, muy caliente. - Con, con la lengua, por favor. - ¿Cómo pude decirlo? En fin, al menos lo va a hacer.... ¿o no?
- ¿Por qué te detienes?
- Deberíamos ir a cenar. Como has dicho van a pasar lista y si no estamos allí vendrán a buscarnos aquí. Mas vale que nadie nos vea haciendo estas cosas ¿no es así?
- Ahh, sí. Vayamos a cenar. - No ha sonreído.Durante la cena ninguno de los dos habló. Tampoco es que podamos hablar de lo que ha pasado, estamos rodeados de gente.
Al terminar de cenar fuimos a nuestra habitación, era hora de dormir. Estaba muy ilusionado por fin Marco seguiría besándome.
Pero no ocurrió nada. Cuando salí de la ducha él ya estaba metido en la cama.
Subí a la mía e intenté dormir. "Mañana será un nuevo día" me dije para tranquilizarme.
Pero no pude tranquilizar-me "¿Por qué se ha ido a dormir tan temprano, es decir ni siquiera se ha duchado?", "¿Me está evitando?", "¿Por qué antes no me sonrió?", "¿Ha sido sólo un juego para él? En fin, he sido yo el que se le ha declarado, quizá él haya mentido acerca de sus sentimientos.Estuve horas divagando de una idea a otra hasta que decidí terminar con esa tortura. Bajé las escasas escaleras de la litera y me senté al lado de Marco que estaba durmiendo.
- Marco, Marco. Despierta.
- ¿Hmm? ¿Jean? Aún esta muy oscuro, déjame dormir.
- ¡No! - Dije enfadado. Ante mi voz él se dio la vuelta hacia mi dirección puesto que antes estaba de espaldas a mi. Ahora sí que esta despierto.
- Jean, es tar.... - No lo dejé terminar.
- Sé qué vas a decir. Sólo quiero aclarar las cosas - empezaron a bajarme lágrimas, de nuevo qué bien que sea de noche. - Eras tú el que siempre intentabas besarme a todas horas y todos los días y cuando te dejo hacerlo ya no quieres ¿Qué pasa contigo? - Mi voz empezaba a quebrarse. - ¿Sólo estabas jugando conmigo? - Ahora mi voz esta quebrada del todo, los llantos se cuelan por doquier. - ¿So-solo querías, querías pro-probarme?, ¿Ju-jugar? - Ya no podía seguir hablando.
Marco me abrazó y me tumbó a su lado lentamente. Poco después pronunció una serie de palabras que nunca olvidaré.
- No es que no quiera besarte. He descubierto que si vuelvo a besarte y tocarte seguramente no podré detenerme y no quiero hacerte daño. Y por favor deja de pensar que solo quiero jugar contigo.Te amo Jean.