En el momento en el que la puerta se cierra, Louis se gira para encontrar a Niall sentando en una de las cuantas sillas de la sala de conferencias.
No lleva sus lentes puestos como siempre, y se está pasando la mano por la cara, agotado. Louis puede comprenderlo, casi puede sentir su cansancio porque él también está así de agotado. Han estado moviéndose de misión en misión, apenas teniendo tiempo para respirar y alimentarse correctamente; sufriendo pérdidas, sufriendo devastaciones y unas cuántas misiones fallidas. Se han perdido vidas, se han perdido armas y se ha perdido tiempo. Realmente, es agotador.
Y también, porque sabe que mantener la postura de líder, sin poder equivocarse, siendo minucioso con cada decisión tomada, tener que medir cada paso y cada palabra, dar los suficientes recursos para que todos tengan y a nadie le falte, mantener las buenas relaciones con las otras alianzas, es algo realmente frustrante, agotador y pesado, y Louis casi tuvo ese cargo.
Hijo de un militar, nieto de un comandante de la marina, boxeador a punto de marchar al ejército, Louis tenía todos los requisitos para ser el líder de la base militar de Londres. Bien educado, rápido al pensar y correr, bastante empático y carismático con los demás, entre otras cosas. Era perfecto, un material y madera de líder. Había sido entrenado por su padre gran parte de su adolescencia, —cuando pequeño, por su abuelo antes de que muriera—. Lo habían mandado a una de las mejores escuelas militares de Londres, y, aun así, Niall Horan tenía su puesto.
Por supuesto, Louis le había cedido el mando. No estando seguro si podía dirigir una base militar tan grande como la de Londres o, incluso, algo pequeño como en el norte de Irlanda.
Pero, de todas maneras, Louis era bueno, aunque no lo suficiente.
Cometió ciertos pequeños —grandes— errores tratando de liderar, demasiado joven, demasiado entusiasmado ante la idea de llevar el mando, demasiado entusiasmado ante la idea de, al fin, haber encontrado una base de La Alianza después de años de buscar una y poder atacar tratando de salir con éxito.
Cometió errores, y fue en ese momento, cuando la esperanza se escapaba de sus manos y los cuerpos caían frente a él mientras no podía hacer nada, sujeto de los brazos por uno de los soldados... fue en ese momento que él, ciertamente, supo que no podía hacerlo. Que no podía ser el líder. Incluso si casi había nacido para ello.
Por suerte para todos, ahí estaba Niall, listo para tomar todo lo que le ofrecían porque así siempre había sido; a pesar de no tener los mismos entrenamientos que Louis tuvo, él era y es bastante inteligente. Sabe cómo poder guiar a una gran masa sin ponerse nervioso y trata de mantener el orden la mayor parte del tiempo.
Pero, en momentos como estos, cuando ya no tiene idea de cómo reaccionar o lo que hacer, siempre acudiría a Louis pidiendo ayuda.
Y es por eso que Louis está aquí, ahora.
Niall mueve la cabeza de lado a lado, los huesos de su cuello sonando en el movimiento y Louis toma asiento frente a él cuidadosamente. Sabe que haberlo enfrentado, ante la idea de Niall diciéndole a todos dónde se encuentra la base de La Alianza, fue algo fuera de lugar en su momento porque todos estaban ahí presentes y no podía desprestigiarlo.
Sin embargo, alguien tenía que hacerle entender que simplemente no puede revelar información así como así, menos en este tiempo donde las personas traicionan hasta por la cantidad más mínima de dinero o, incluso, la fama. Louis no sabría decirlo con exactitud.
El líder mira a Louis con una expresión cansada, apoyando su cabeza en su mano como si pesara más de lo que realmente lo hace. Louis espera a que hable, porque eso es todo lo que puede hacer, y, además, Niall siempre se toma su tiempo. Tratando de reordenar sus ideas antes de meter la pata por segunda vez, tratando de expresar todo lo que siente en ese momento de una manera en la que Louis pueda entender.
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Drop the game. [Larry Stylinson] [AU]
Fanfiction"Cuando el mundo está sometido en el caos, gracias a que tres súper potencias, llamados La Alianza, se juntaron para destruirlo y cuando el grupo de visionarios capaz de detenerlo cuenta con menos recursos de los que creían posibles, sólo hay una pe...