7 de febrero de 1997
Kazhter:
¿Sabes...? En mi mente las palabras fluyen sin mucha necesidad de esforzarme, relatan líneas y dicen cosas preciosas, pero ahora frente al papel no encuentro qué decirte, qué expresarte... Perdón, la ausencia adormece mis sentidos.
Entiendo que lo primero que debo hacer es saludarte y preguntarte cómo estás, pero han sido tantas cartas las que he escrito desde tu partida que realmente no le veo el caso... Es grosero de mi parte, lo sé, pero fue más cruel lo que hiciste tú.
Ha pasado mucho tiempo desde que te vi la última vez, desde que te escuché respirar y desde que tus ojos me miraron luminosos, aún no logro comprender esa forma tan tuya de ser... Ese insano pero hermoso impulso tuyo por anteponer a los demás. Es contradictorio si lo ves con detenimiento, en nuestros momentos juntos yo siempre te puse primero, y después seguías tú y finalmente tú; tú hacías lo mismo, llegando incluso al extremismo.
Si algún día llegases a ver estas líneas, probablemente te preguntes por qué he tachado tu nombre, eso es simple: no sé cómo te llamarás y en mi abunda la inseguridad como para continuar llamándote como antes.
Quisiera continuar escribiendo, pero la luna se ha colado ya por mi habitación y es momento de descansar, de todos modos... Aún hay tiempo.
Con devoción, Zhyt
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Vidas Sesgadas
Historia CortaUna injusticia cometida. Una búsqueda tan infinita como tortuosa. Y un amor abrasador. Zhyt es un mestizo condenado al exilio que lleva consigo cadenas de culpa que le impiden vivir. En un mundo en donde todo le resulta extraño intentará buscar l...