Décimo tercer recuerdo

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6 de abril de 1997

¿Kazhter, estás ocultándote de mí?

No lo entiendo, no lo entiendo... ¡No lo entiendo! Ha pasado casi un mes desde tu regreso y todavía no doy con tu cuerpo, con tu nuevo cuerpo. He buscado incesantemente, he seguido cada impulso que tengo, he bebido incluso agua roja para potenciar mis sentidos, pero nada, nada, nada... En lugar de encontrar, termino perdiéndome yo en el mar de todo lo existente.

¿Me tienes miedo? ¿Por eso te escondes? Yo también me tendría miedo, yo también huiría de mí, después de todo fue por mi culpa lo que sucedió, pero entiende... No voy a permitir que nunca más sufras, que vuelvas a sentir el dolor que experimentaste por expiar mis actos.

Tu alma me llama como voz intermitente, por momentos me habla fuerte y claro, me pide que la asista, pero al segundo se calla y no me guía, ¿cómo puedo encontrarte si no me dejas verte? Mi ser no tiene una brújula para ubicarte a fuerza de voluntad.

Por favor, te lo suplico, no te escondas.

Te piensa con cariño un desesperado Zhyt


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