Vigésimo octavo recuerdo

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14 de diciembre de 2001

Mi niña...

Lamento no haber ido antes, pero aún sigues siendo muy pequeña para intentar conocerte... ¡Oh, por favor! No me malentiendas, no me interesas de ese modo... No todavía, tienes cuatro años y tu alma solo me inspira amor fraternal, el deseo de cuidarte y proporcionarte todos los placeres infantiles que puedas desear.

Quiero conocerte en otros sentidos, quiero saber qué color es tu favorito, qué animal te gusta, qué días no te agradan, si tienes amigos o no... Y también por qué luces siempre una mirada triste y gris. No lo malinterpretes, tus ojos son bellos y el color de la tierra te queda muy bien, pero si en lugar de reflejar todo lo feo en el mundo, reflejara la más pura y genuina felicidad sería mejor.

Eres muy pequeña, no obstante, es como si hubieras vivido mucho, supongo que el sitio en donde te hallas no es el mejor. Aún me cuestiono por qué tu familia no ha ido a reclamarte.

Con cariño Zhyt

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