Capítulo 4: Mensaje inesperado de una persona inesperada.

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Después de haberles dicho mi nombre me llevaron a mi hogar.

Cuándo llegué a mi casa me duche para intentar olvidar aquel día. Pero justo cuando me iba a la cama recibí un hermosísimo mensajillo de un número desconocido.

-Ni te raye xabala por cómo consegui el numro vle joe pta vida pero t quieo ve wapetona ke no t pueo saca d la cabesa.-

-¡Oh Dios mío!¡Un mensaje que parece ser de er Maikel!¡Qué exaltación!- Chillé, tanto que hasta mi madre me escuchó, y eso que es sorda.

Pero me hice la tonta y respondí.

-¿Quién eres? ¿y de qué me conoces?-

-Iya yo soy er maikel kria dcrt ke cnd kedamo?-

-Cuando escribas con vocales-

-Jeje ke grasiosa xorbi, ¿vienes mañana después del insti en mi vólido?

-Me lo pensaré, hasta mañana-

-Hasta luego amorsillo mío-

Este último mensaje me dio un poco de miedo pero a la vez tenía mucha intriga y quería terminar de estudiar al Maikel. La cosa es: ¿a donde me llevaría? ¿A su casa? ¿Cine? ¿Botellona en un parque?

Dejé de pensar en esas estupideces y me puse el pijama, cerré mis ojos y me dormí.

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Me despierto. Miro el reloj. 23:30 de la noche. Un ruido en mi ventana me despierta. Er Maikel? ¡No puede ser! Me arreglo lo mejor que puedo, ya que mi pijama es de conejitos (menuda vergüenza si lo viera) y salgo.

-¡MAIKEL!- gritó con todas mis fuerzas.

A pesar de mi gran fe, era un simple búho arañando la ventana.

-oie wuapa qe te esperabah que fuera tu Romeo? Que fe shiquilla anda dejame entra pa dentro que me ehtoy congelando cagonto ya- dijo er Maikel.

Era un sueño! No me lo podía creer, ¡Había venido al final! Pero no quería parecer fácil, así que me hice la difícil.

-Eres mazo de pesado tío, anda tira para tu casa pringado-

-Mazo? Yo ji que te voy a pegah con un maso en la cabesa como no me deje entra que este cuerpo masiso se congela-

Y dicho esto, como si de un moño se tratase, escaló un árbol que estaba cerca de mi terraza, y de un hábil salto, acabó enfrente mía. ¡Y yo con estos pelos!

Retrocedí como pude, pero er Maikel me cogió de la muñeca e hizo amago de darme un beso, pero fui más rápida que él y le hice la cobra.

-Ai que ve lo cerrah que sois lah madrileña cojone-

-No soy una facilona, que quieres que te diga- dije medio balbuceando.

Er Maikel me cogio de la cintura y me estrelló contra mi cama.

Bueno nenas las dejo en este momento de tensión tan amorosillo que os va a encantar como sigue!! Este fue un gran momento de mi xurri y yo así que ojalá os encante besitos beibissssss ❣.

Amor IlegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora