Capítulo 10: Investigaciones y pequeñas soluciones

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Llevábamos media hora en la plaza cuando escuche un extraño sonido, decía así:

Ring ring, súper ring ring,ring ring, osea ding dong, jo Maiki, cójeme él teléfono, es que no lo cojes nunca.

La melodía se repetía una y otra vez y era un poco cansina, pero Maikel estaba tan frustrado buscando el desfile  de moda inventado, que no lo oía, quizás esté como mi madre.

Pensé que podría ser Piluka e inmediatamente lo cogí, pero mis pensamientos eran incorrectos.

-Permíteme que insista pero, tienes los quince puntos del carnet...-

Era publicidad, que raro era ese anuncio.

De repente un ruido estrepitoso y un olor peculiar me hizo saber sin mirar que Piluka estaba llegando por la esquina lateral derecha que estaba detrás de mí. Me giré y estaba en lo cierto, no es que yo tuviese un sentido del olfato exquisito, pero eso se podía oler hasta en mi antigua casa de Madrid, aunque no recuerdo haber olido nada desde allí.

Piluka venía con su panda de seres como ella, y sin más rodeos le pregunté:
- ¿Dónde están vuestros secuestradores?.-
- ¿¡QUÉ ME HAN ROBAO LOS PITI!?.- dijo Piluka notablemente exaltada.
- No Piluka, que quién te secuestró a tí y a Maikel.- le dije volviendo los ojos, aunque realmente no sé por qué lo hacía ya que ella no me veía al ser bizca.
- Ahhh esa hente... Los padre der Maikel nunca supieron na de los secuestradore pero mis padre zi que ce enteraron, vivían en er poblao gitano de al lao der Río pero no creo que cigan allí.- dijo la Piluka casi llorando, al parecer me había metido en terreno canil emotivo.
- Entonces...- no había terminado de hablar cuándo Piluka me interrumpió.
- La única manera de zabe aonde estan to esta gente es yendo a la polisia pero tendrás que escabujirte por la noshe pa que no te ce vea, sabe.- dijo Piluka extrañada mientras miraba como Maikel se limaba las uñas, estaba tan impresionada o más que yo.

La Piluka y su clan se fueron ya que no era de su agrado hablar conmigo y también a que no podía liarse con
Er Mikel debido a que chorreaba más aceite que el coche al cual pertenecía el tubo de escape que Maikel confundió con un canutillo, pero parece que esa época actualmente había quedado atrás para Maikel y yo era la única persona que quería recuperarla (aunque supongo que el Johny también, para mi gusto él se llevó la peor parte).

En resumen, no me quedaba otra, tendría que colarme esta noche en la comisaría del pueblo con la ayuda de Mikel, se presentaba una noche movidita.

Bueno el siguiente capítulo tiene intriga ya que fue mi primera vez de delincuencias (aunque ya ha habido muchas más) ya lo veréis lind@s. Nunca olviden que LAS AMO 💖💖💖✨✨✨💁💁.

Amor IlegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora