Mi Vecino Favorito

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Regreso de clases y veo a Nate practicando en la cancha, esta solo, así que aprovecho y me acerco a la cancha.

Quiero sacarle la verdad sobre por que no quiere que vaya a la fiesta en casa de Matt.

Se que esta tratando de ocultar algo y quiero saber que es.

Me siento en las bancas que están a los costados de la cancha, lo más alejada que pueda y simplemente lo quedo observando, quiero contemplarlo todo el tiempo posible que pueda, hasta que se de cuenta de que estoy aquí.

Todo iba perfectamente bien hasta que escucho a alguien que echa porras, me doy cuenta de que el sonido tan quisquilloso proviene desde las gradas de al frente de donde estoy sentada.

Levanto la mirada apresuradamente y veo quien esta sentada allá, es Giselle.

Esta sentada en las gradas con una minifalda negra, licras negras y una blusa de seda blanca y con su hermoso cabello rubio recogido en una coleta suelta.

Es muy bonita, no voy a negarlo.

Empiezo a pensar que soy muy estúpida, al siquiera pensar a proponerme en competir con ella.

Cuando me doy cuenta ella también me está mirando, con un rostro de superioridad e incredulidad de que yo este aquí.

Nate se dio cuenta también del gritito que hizo Giselle y la miro enseguida, como si no hubiera duda de que hubiera sido ella.
Se detuvo de seguir jugando y camino hacia ella.

Ella volteo su mirada hacia el, antes de que el se de cuenta de a donde se dirigía su mirada antes de él.

No lo hizo sin antes poner sus ojos en blanco hacia mi.

Bajo las gradas, y camino hacia la mitad de la cancha haciendo resonar sus tacones.

Lo tomo por el cuello y le dio un largo beso poniéndolo de espaldas hacia mi.

Mirándome fijamente.

Entonces fue cuando recogí mi mochila y me fui de allí.

Indignada, molesta, hasta podría decir que ver eso me entristecio un poco.

Eso era lo que ella quería causar en mi y lo logro, es una maldita.

Suena el timbre de mi casa, me levanto del sofá y miro por el visor quien es.

Si es Nate, no lo dejaré entrar, espero que ni se le haya ocurrido en venir a verme para ir a la fiesta.

Pero por suerte y para mi salvación es Mary, ha venido porque la invite para que vaya a la fiesta conmigo, en estos momentos me sería de gran apoyo.

- Hola lindura.

Me abraza tan fuerte que me siento protegida,

- Hola Mary, me alegra mucho verte.

Le digo mientras me abraza

Me doy cuenta de que su mamá sigue parqueada en la acera y me acerco.

- Buenas noches señora Porter.

- Buenas noches linda, a los tiempos que no nos vemos, me alegro mucho por ti, no ha de ver sido fácil este drástico cambio.

Me dice con una sonrisa en su rostro.

- Me da mucho gusto volver a verlas, al principio no fue nada fácil, pero ahora está mucho mejor.

Le digo ampliando aún más mi sonrisa, una sonrisa un poco falsa.

Estaba muy feliz por volver a verlas, a las dos, a mi mejor amiga y a su mamá, pero en este momento me siento no muy bien por lo que pasó en la cancha, así que me tengo que esforzar por poner una buena cara ante este lío.