Paraguas

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La lluvia golpeaba fuerte y Marinette maldecía el no tener un paraguas mientras se descolgaba su mochila. A su lado llegaba Adrien con un gran paraguas negro. Ambos no pudieron evitar reírse.

- ¿Bonitos recuerdos?- preguntó Adrien mientras abría el paraguas

- Estos son mejores- dijo pegándose a él para ir juntos a la tienda de Dupain-Cheng, para sorpresa de aquellos que estaban en la puerta del colegio

Los días pasaban y cada vez era más evidente el noviazgo sin admitir que tenían Marinette y Adrien. Entre los dos ya no había gran secreto, los padres de Marinette lo trataban como a uno más y Marinette tenía miedo a presentarse delante de la secretaría y su padre. Adrien insistía en hacerlo y que podría enseñarle aquellos fabulosos diseños que escondía en su cuaderno. Ella repetía que era más importante encontrar de una vez a Hawk Moth, pero creía en que era una auténtica locura si no tenían por donde empezar. Patear todo París no era una buena idea, ni de lejos, pero tampoco hacía gracia quedarse hasta que él atacara. 

- Venga, Marinette. Solo sera un rato en mi casa, luego estaremos solos. Y no hace falta que lleves nada

Miedo. Pánico. Terror. Temblaba como un flan desde el momento en que se lo dijo. Quería que se vieran antes de el baile. Intentaba no pensar mucho en ello, pero la paranoia era demasiado grande. Ya podía imaginarse que nada más verla le diría que no por no ser la persona que tenía en mente para su hijo. 

Le estuvo dando largas hasta el día anterior a la presentación. Todos estaban nerviosos y en el escenario llevaban a cabo las alocadas ideas de Alya y Nino por hacer una perfecta "pika-formance": desde salir dos a cada canción a todos juntos en "perfecta sincro". Aun su mejor amiga no sabía nada y con Nino se empeñaban a ponerlos juntos. Pero ella a veces era demasiada torpe. O la canción sin fundamento alguno. Ella quería una canción con sentimiento y no una creada por la mezcla de una batidora e impresora. 

- De hoy no te libras- dijo empujándola al coche. Se asustó al caer despatarrada y ver sentada de copiloto a la secretaría. - Natalie, ella es...

- Marinette Dupain-Cheng, la chica que ganó el concurso del bombín del señor- dijo ella mirando a través del retrovisor - El señor os esperará en la entrada. 

Se sentía a morir. Quizás se estaban precipitando en aquello y se quedaba como un amor de colegio y... ¡No!. Debía estar segura de si misma y de ese intentó de relación que estaba teniendo con Adrien de la misma forma que él se estaba esforzando. Debía mostrarse como alguien segura, decidida y enamorada. Aun le costaba decirse aquellas palabras. Todo se veía tan grande y ella tan pequeña que le daba más miedo. Se veía como una hormiga. Más al ver a lo alto de aquellas escaleras bajar a su ídolo Gabriel Agreste con rostro serio. No eran los únicos serios, pues en una esquina estaban el gorila y la secretaria atendiendo. 

Aquello tenía mucha más pinta de interrogación que presentación. 

- Papa, esta es Marinette, ¿te acuerdas de ella?

- Es difícil olvidar su diseño, más cuando te provoco una pequeña alergia por las plumas. 

No hacía falta recordar aquello, pero pensar solo en la cara de alergia de su chico hacía que se riera un poco no por la cara en sí, el no reconocerlo al pensar que Chat Noir tenía la misma por estar cerca de Monsieur Pigeon. 

- Quería presentártela como mi novia- se atrevió a decir después de un breve silencio- de forma oficial

- Sois todavía demasiado jóvenes- fue lo primero que dijo tras un breve pero intenso silencio

- Pero la amo

- Adrien, se lo que te conviene y por ahora no es bueno para ti involucrarte con alguien de esa forma. No sabes que tan dañino puede ser el día que cortéis o desaparezca. 

- Si me permite- intervino ella, intentando parecer confiada- puede que seamos jóvenes, pero amo de verdad a su hijo y no pretendo desaparecer de su vida o romper la relación. Con o sin su aprobación, vamos a estar juntos

Durante un breve silencio, Marinette no dejó de ver la imponente figura del mejor diseñador y en un detalle que llamó demasiado su atención. Ese detalle llamaba demasiado su atención, pero para Adrien, ella simplemente quería mostrar que tanto lo quería a pesar de esa actitud tan odiable de su padre, mostrando aquella Marinette confiada y retadora. 

- Esta bien siempre y cuando no salte más clases. No toleraré ninguna falta más. 

Al irse, ambos estuvieron solos en la habitación del rubio. Ella intentó aparentar estar bien, sin querer mostrar esa gran preocupación por aquel inexplicable detalle. Les trajeron un poco de comida a lo que Marinette dijo su "prefiero lo de mi padre", sacando una risa de Adrien. 

- Marinette, sabes que puedes decirme lo que sea. ¿Qué te pasa?

- Una corazonada. 

Dream HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora