Llegando a las afueras Stiles vio como Lydia y Allison estaban paradas ahí hablando.
Cuando se acercó más la pelirroja levantó la vista. Esta lo vio, y como consecuencia, le sonrió.
— ¿Vamos? —le preguntó Lydia al llegar allí. Stiles asintió. Lydia estiró la mano, y Stiles se la tomó.
— ¿Qué pasa con Scott?, ¿no ira? —Allison preguntó caminando al lado de estos.
—No, debe estudiar para biología —Scott respondió —Aparte, él odia comprar, excepto si es comida.
Lydia río, pero Allison sólo adopto una expresión un poco entristecida.
— Tranquila, estoy seguro de que te lo recompensará —prosiguió Stiles—. Es más, estoy seguro de que no parará de mensajearte.
Se subieron al jeep, y como las otras veces Lydia se subió al lado de él, en el copiloto y Allison atrás.
— ¿No tienes que trabajar, Lyds? —Allison preguntó y esta negó de un lado a otro.
—Solo miércoles y jueves —respondió esta.
— Oh, claro, pensé que hoy era miércoles.
Allison se dispuso a mirar por la ventana. Se notaba que Scott le faltaba.
— ¿Sabes? Si de verdad no puedes soportar un día sin Scott, puedo llamarlo para que venga —le ofreció Stiles.
Allison negó con la cabeza, pero sonriéndole a Stiles, agradecida.
— No te preocupes, no moriré por un día sin él.
— Lo dudo —comentó Lydia en un susurro
Allison la miró ofendida y le dio un pequeño golpe en el brazo.
— ¿Ustedes dos... van bien? —Stiles preguntó y las mejillas de Allison se enrojecieron al momento.
— Genial, de hecho. Scott es tan lindo y tierno, y tiene muy buen cuerpo —Stiles levantó ambas cejas, Allison negó —Digo, no es que le he visto el cuerpo, no desnudo al menos, ósea tampoco con ropa.
Lydia ahogó una risa, y se tapó la cara para no mostrar su sonrisa, pero luego se dio por vencida y soltó una carcajada. Stiles rio junto a ella y Allison empezaba a estar cada segundo más roja de la vergüenza.
— ¿De qué te ríes tú, eh? —Le preguntó Allison a Lydia, a la defensiva— Siempre que me hablas del tonto que tienes al lado actúas hasta peor que yo.
Lydia de repente se cayó, mientras sus mejillas se tornaban rosadas. Se hundió en su asiento, como si tratara de esconderse.
— Voy a hacer de cuenta que no me llamaste tonto —le dijo Stiles a Allison, para luego fijarse en lo tierna que se veía Lydia para él como si ella estuviera deseando que la tierra la trague.
—Y descuida, princesa —Stiles la miró sonriendo —Yo también pienso mucho en ti, Scott te lo puede garantizar.
Lydia asintió sonriendo.
Llegaron al centro comercial, y Stiles aparcó su Jeep en el estacionamiento.
Lydia y Allison bajaron y Stiles siguiéndolas caminaron hasta la entrada. Ellas parecían saber a qué tienda ir por que iba a la misma dirección y Stiles solo se movía donde ellas lo hacían
Toda la ropa que Lydia elegía, Allison la devolvía.
— ¿Por qué no puedo elegir yo? —se quejó Lydia.
— Tienes que ir vestida como toda una diva, con ropa que diga "vota por mí". Y, amiga mía, con esa ropa nadie te va a votar —le explicó Allison, siendo demasiada directa.
Stiles pudo ver que los ojos de Lydia mostraron decepción. Allison era demasiado directa y al escuchar como le decía esas palabras tan fríamente, le inundaron unas ganas de tomar a Lydia y llevarla a otro lugar.
Aun así no hizo nada.
— Lyds, ¿puedo hablar un minuto contigo a solas? —la llamó a Stiles.
Lydia asintió, y Stiles se dirigió a Allison.
— Puedes ir buscando otras cosas que le queden.
Allison rodó los ojos antes de seguir con su búsqueda.
— ¿Sabes? No necesitas vestirte como Allison te dice para verte bien —le susurró a Lydia—. Eres hermosa tal y como eres —agregó, y esta vez le acomodó un mechón que se le escapaba de la coleta atrás de su oreja—. Pero deja que Allison te ayude, sólo está muy emocionada por el tema de que seas reina, y estoy seguro de que nada más quiere lo mejor para ti.
Stiles sintió que Lydia ya estaba más tranquila al escuchar como el la tranquilizaba y asintió caminando hacia donde Allison iba.
Stiles sintió una sensación que desconocía al verla sonreír a Lydia. Una sensación rara, pero agradable.
Sintió algo como una explosión en su estómago, pero no ese tipo de explosión que sientes cuando vienen las mariposas y ese tipo de nervios. Esto era diferente, mucho mejor. Se sintió alegre, como cuando le dieron su primer título en lacrosse o cuando a los ocho años su padre lo llevó a ver los fuegos artificiales en año nuevo.
Era una sensación de paz y tranquilidad que se extendía por lo largo de su cuerpo.
Allison le entregó toda la ropa a Lydia, y esta entró a los probadores a probársela. Su amiga se sentó junto a Stiles, esperándola.
— A ella de verdad le gustas, ¿sabes? —le comenta Allison. Pero esta no le sonreía, sino que se mantenía seria, mirando la puerta del probador.
Stiles se sorprendió un poco.
— ¿Yo? ¿Gustarle... A Lydia? ¿En serio?
Allison asintió.
No era la primera chica que gustaba de Stiles, claro que no. Pero si era por la que Stiles más se había esforzado por agradarle, y no podía creer que había dado resultado.
—No le gusta admitirlo —Allison siguió —Pero puedo verlo en sus ojos. Ella tiene esa mirada cuando habla de ti, como si su mundo se detuviera solo para ti.
Una sensación extraña lo invadía ahora a Stiles. Pero no era algo agradable. Era la culpa.
— Lydia es bastante especial, y tiene su historia. Una sola lágrima derramada por tu culpa, y yo me encargaré de que desees no haber nacido.
Stiles tragó saliva, dispuesto a responderle con alguna mentira bien elaborada cuando de repente Lydia salió de afuera del probador.
— Bueno, toda la ropa me queda, salvo un par de remeras que de verdad me rehusó a vestirlas —dijo ella, con una enorme pila de ropa en sus brazos.
— Yo te ayudo —se adelantó a decir Stiles, y tomó toda la ropa que tenía Lydia.
Lydia le sonrió de vuelta y tomó lo que llevaría y se lo entregó a Allison. Luego se volteó empezando a buscar más cosas entre la ropa.
Stiles fue a dejar la ropa a los colgadores para luego volver, buscando a Lydia entre los probadores encontró un vestido de color crema con un cinturón al medio, su mente empezó a imaginar a Lydia con ese vestido y pudo ver lo linda que se veía.
— Hey —la llamó a Lydia—, ¿por qué no te pruebas este vestido?
Lydia lo miró algo intrigada, para luego fijar la vista en el vestido. Stiles pudo ver como a Lydia se le daban vuelta los ojos, y pudo asegurar que ese vestido le fascinaba.
— Ve, pruébatelo —le dijo, entregándole el vestido.
Lydia ni siquiera se limitó a asentir, agarró el vestido y se metió en un probador.
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The Unexpected Queen | Stydia
FanfictionLydia no es más que otra chica normal en Beacon Hills. Stiles Stilinski es aquel chico popular con la que todas quieren estar. ¿Qué pasará cuando sus caminos se crucen gracias a una apuesta que les cueste el corazón? "A veces hay otras cosas que nun...