Stiles tocó la puerta de la casa de Lydia, y esta no tardó en abrirla y recibir a su novio con una gran sonrisa que se le era imposible borrar.
Stiles la observó de pies a cabeza, como siempre hacía. Su cabello nada producido pero aún así arreglado, sus perfectas facciones y rasgos que no necesitaban de maquillaje para llegar a la mismísima belleza, la cual ella la era; su ropa simple que usaba en el momento en el que la conoció. Se alegraba de que, de alguna forma, haya vuelto a sus viejas vestimentas, que la hacían ver de una forma armónica.
- Hola, princesa... -saludo él dando un paso para adelante y así poder dar un corto beso en los labios de la chica-. ¿Estas lista?
Ella asintió y tomando su chaqueta salio de la casa, tomando a Stiles de la mano.
- El día esta horrible -esta se quejó. Stiles se rio-. Solían gustarme los días nublados, pero ahora que tenemos que salir, quizás sea algo más aburrido...
- Oh, de hecho yo veo que hay sol -Lydia detuvo sus pasos y miro hacia el cielo fijandose bien de si habia rastros de sol.
- ¿De que hablas, tortuga? -Stiles rió y dio un paso hacia adelante.
Dejo un mechón de cabello detrás de su oreja.
- Esta justo enfrente de mi, brillando como siempre -eso basto para que las mejillas de Lydia se encendieran.
Ella sonrió, y se acercó a él para darle un beso en los labios, de forma suave y prolongado, haciendo que el chico le respondiera al instante, feliz de poder tenerla.
- ¿Sabes? Hay un lugar al que me gustaría llevarte -dijo ella una vez que se separaron-. Es algo especial para mí.
Stiles abrio los ojos y asintió algo emocionado.
- ¿Y por que no lo conozco aún? -chillo él. Lydia rió.
- Hace mucho que no voy -contestó ella con tranquilidad-. Es algo bastante personal...
- Yo te llevé al faro -se excusó él, haciéndose el ofendido.
Lydia hizo una mueca de lado, como si estuviera algo arrepentida por aquella acusación.
- Lo siento, es sólo que no he encontrado el momento indicado, y creo que ahora, ya que estamos bastante más tranquilos, podríamos ir -continuó ella, esperando que Stiles aceptara.
El chico la miró con una paz que hacía que el alma de Lydia se sintiera de una manera tranquila, y que sus preocupaciones sean sólo mirar aquellos ojos que tanto la cautivaban. Él asintió, antes de acomodar sus manos en las mejillas de su novia y empezar a acariciarlas desde sus pómulos hasta cerca de su mentón.
Lydia soltó una risa y lo beso con algo de desesperación, pero era un beso lleno de ternura.
- ¿Vamos entonces? -Stiles asintió y Lydia corrio hacia el jeep subiendose frente al manubrio. Stiles levantó una ceja.
- ¿Que haces? -preguntó cuando llego a su lado, y la miró por levantana-. Princesa, dime donde queda y yo manejaré...
Lydia lo miro con una sonrisa graciosa.
- Vamos, soy tu novia... ¿No me dejaras conducir a tu jeep? -levantó una ceja Lydia. Stiles se rascó la nuca.
- Verás yo y él... Solo sociabilizamos con el otro -explicó él.
Lydia rió, pero Stiles realmente estaba algo nervioso. Nunca había dejado que alguien conduzca su vehículo, ni siquiera a su padre.
Se mantuvo serio frente a la ventana, mirando directo hacia donde Lydia se encontraba. Ella lo miraba con una sonrisa algo burlona y Stiles se esforzaba por no gritarle que se baje ya de su adorado jeep.
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The Unexpected Queen | Stydia
FanfictionLydia no es más que otra chica normal en Beacon Hills. Stiles Stilinski es aquel chico popular con la que todas quieren estar. ¿Qué pasará cuando sus caminos se crucen gracias a una apuesta que les cueste el corazón? "A veces hay otras cosas que nun...