Stiles se alejó de Lydia y caminó hacia Scott, con quien siguió su camino. Cuando entraron en el vestuario, Scott lo detuvo.
—Creía que iban a quedar como amigos —Stiles siguió su camino —Stiles. No sé qué hubiera pasado si Allison no hubiera llegado.
Stiles frenó de golpe, apretó un poco sus nudillos y suspiró.
—Déjalo, Scott... Por favor —rogó Stiles con la mirada.
Sin embargo Scott negó.
— Si sigues con esto, las consecuencias serán peores.
— ¡No pude parar! —gritó esta vez dándole un puñetazo al casillero de al lado —Esta chica me vuelve loco.
— Tienes que tratar de controlarte...
— No puedo, ¿sí? —Lo interrumpió él— Simplemente no puedo. Se me hace imposible. ¿Sabes lo que siento cada vez que me mira de aquella forma que siempre lo hace? Créeme, me estoy controlando bastante. Nos besamos sólo dos veces, ¡dos! Estoy haciendo todo lo posible para no estar besándola todo el maldito tiempo.
Scott puso los labios en una línea.
—Si te preocupas por ella no querrás lastimarla, Stiles —respondió Scott poniendo una mano en su hombro en forma de apoyo —Hazlo por ella, contrólate por ella.
Stiles se pasó sus manos por su cabello, realmente frustrado.
Ya se le hacía imposible no estar pegado todo el día a Lydia que ahora tenía que mantener mucha más distancia de lo que él hubiera querido. Aparte Jackson era otro problema, lo conocía y este haría cualquier cosa para molestarlo y Lydia podría caer.
Eso no lo aguantaría. Ni siquiera podía imaginárselo sin sentir dolor en todo su pecho.
Ver la imagen de Lydia agarrada de la mano con Jackson por los pasillos le daba náuseas.
Aunque eso ni siquiera pasaría. Vamos, ¿Jackson, caminando de la mano por los pasillos con alguien?
Stiles movió su cabeza de un lado a otro y con una molestia
Entro a la ducha. Sabía que Scott seguía esperando afuera, pero decidió relajarse. Y a la vez, se tomó su tiempo para reflexionar sobre todo lo que había pasado.
Los pensamientos caían en su mente mucho más fuerte que las gotas en su cuerpo. Sí, quizás se había pasado un poco con Lydia, las cosas casi van un poco lejos, pero ¿cómo podría controlarse? Dios mío, era Lydia. Pero debía admitir que luego de la discusión por Jackson, besarla se sintió de maravilla.
Lydia era como su medicina, aquella pastilla que lo hacía sentir mejor.
Sus besos eran una droga que había demorado tanto en probar, y se odiaba por haber tardado tanto y sobre todo se odiaba por no haberla conocido como se debía. Como Lydia merecía.
La ira y el dolor crecían en su interior al pensar en la clase de mal que estaba creando. Sabía que Lydia saldría lastimada, y se odiaba por ello, aunque trataría de hacerla sufrir lo menos posible.
Lydia y sus besos eran otro tema. No quería admitirlo pero Lydia era demasiado... Caliente y atrevida, más de lo que alguna vez pudo imaginar.
Sus besos eran bastante salvajes y había veces que jugaba con los labios del chico. Sabía cómo dirigir la situación, sin embargo Stiles amaba cuando se dejaba llevar, como cuando este empezó a besar su cuello y esta soltó un gemido que para Stiles fue el mismo cielo.
Estaba sorprendido por la seguridad de Lydia, y nunca hubiera pensado que alguien como la chica que vio aquel día en la cafetería tras la apuesta sería de esa forma.
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The Unexpected Queen | Stydia
FanficLydia no es más que otra chica normal en Beacon Hills. Stiles Stilinski es aquel chico popular con la que todas quieren estar. ¿Qué pasará cuando sus caminos se crucen gracias a una apuesta que les cueste el corazón? "A veces hay otras cosas que nun...