La mejor mentira de mi vida

Intro (Sarah)

- Que hiciste ¡¿qué?! - el grito de Angy, mi mejor amiga, me hizo que retirara el móvil de mi oído por un instante -

- Ya sé. Sé que estuvo mal...

- No, no estuvo mal - me interrumpió - fue tonto, muy tonto

- Gracias – dije en tono sarcástico – eso faltaba para mejorar mi ánimo

- Es que, cómo se te ocurre decirle a tus tías que llevarás a tu inexistente novio a la boda de tu hermana

- Falta un mes y todo puede pasar - Me llevé la mano derecha a la boca para intentar mordisquear mis uñas. Hacía años que ya no tenía ese horrible hábito, pero la manía de acercar la mano a la boca volvía a mi cada que estaba muy nerviosa -

- ¡Ay ajá!... ¿y piensas dedicarte todo el mes a buscar novio? - respondió Angy volviéndome a la realidad -

- No, gracias, estoy muy bien así. Pero ayúdame a pensar en algo, ¿si?

- Ay Sarah – dijo más con hastío que con compasión – no sé cómo pudiste caer en las provocaciones de tus tías, ya sabes como son

- Creo que fueron las copas de más y ahora tengo que volver a la fiesta

- Ya no más alcohol para ti, no quiero más tonterías

- Descuida, ya no beberé más. Pero, ¿sí me ayudarás?

- ¿Cuándo te he fallado?

- Por eso te quiero, eres divina

- Lo sé, no me adules más y vuelve a la fiesta

Ambas reímos, terminamos la llamada y no me quedó más remedió que respirar profundo antes de salir del baño para volver a la fiesta de la boda civil de Elena, mi hermana.