La mejor mentira de mi vida

Capítulo 1 (Sarah)

Nunca he sido la que los demás esperan que sea. No seguí ninguna carrera administrativa, no estudié ninguna de las profesiones "ideales" para mi familia... estudié gastronomía y me especialicé en repostería. Soy chef repostera y tengo mi propia pastelería. Nadie entendió por qué me gustaba esa carrera, ya que, no tenemos ningún conocido o familiar que se dedicara al negocio de la comida. Mi padre es un empresario mueblero y mi madre es dentista, lo cual es una ironía, porque ella evita el azúcar lo más que puede, mientras que yo, trabajo con ese precioso ingrediente.

Para algunos de mis familiares, es increible que después de tanto estudio yo solo me dedique a vender pasteles en lugar de ser una doctora, administradora, abogada, dentista o enfermera. Ni siquiera entiendo por qué les parece tan poca cosa lo que hago si suelen comprar pastel para cada evento importante que tienen. Tampoco espero que me entiendan, no me importa lo que piensen o dejen de pensar, ni ellos, ni ninguna otra persona; solo aspiro a vivir mi vida.

Mi hermana mayor se llama Elena. Es la perfección andando. Es modelo y recién inició con su agencia y academia de modelaje. Nació con estilo, es imposible que en algún momento luzca mal. Sabe qué decir en toda ocasión porque tiene una extraña y maravillosa gracia natural para hacer las cosas, además de un gran carisma. Es líder por naturaleza. Por desgracia, también es muy controladora, creo que por eso solemos discutir muy a menudo, sobre todo porque tengo ciertos problemas con la autoridad.

Después de Elena llegué yo a la familia Cardozo Espinoza y enseguida se nos unió Romina, ella simplemente es la hija que todo padre desearia: tranquila, inteligente, dulce y bien portada. Es mecadóloga, se graduó con honores y trabaja en la empresa que tiene papá, a la cual le está dando muy buena proyección. Si siguen por el camino que está trazando Romi -como le digo de cariño- , será inminente su expanción. Yo en cambio, no tengo nada de tranquila, tampoco soy muy dulce y creo que la palabra "rebelde" me describe mejor respecto a ella.

Con mis hermanas discuto de vez en cuando, a veces más seguido de lo que me gustaría, quizá por mi personalidad, quizá por la suya. Somos muy diferentes, debido a que siempre he sido: peculiar. Por ejemplo, desde hace años vivo sola en un departamento lo cual es raro en mi entorno familiar, casi nadie ha dejado la casa familiar antes de casarse. Suelo transportarme en una motocicleta Harley Davison, la compré con mis ahorros más un pequeño prestamo que ya pagué y me encanta aunque lo convencional es tener un coche, no lo puedo evitar, ¡me encantan las motos! Tal vez después compraré un coche. Además de lo anterior, otro de mis rasgos distintivos es que suelo usar el cabello de diferentes tonos y no me refiero al rojo o al rubio platinado, sino a que lo tengo azul, pero antes fue morado, rosa, turquesa y magenta. Y por si lo anterior fuera poco, también amo los tatuajes, tengo tres y quizá pronto tenga uno más. Mis padres casi se infartaron cuando vieron el primero, pero terminaron por resignarse.

Finalmente, a la familia llegó Diego, mi favorito – no le digan a nadie - , no sé si estuvo planeado o no, pero, agradezco su existencia, porque con él sí que me llevo bien. Tenemos mucho en común, aunque él no es tan rebelde como yo. Diego es muy relajado, suele tener una actitud desenfadada, todo se lo toma con calma y creo que es el equilibrio de mi familia o al menos es mi ancla a la tranquilidad. No importa lo acelerada, estresada o desanimada que esté, él siempre parece tener todo bajo control. Es alto, es guapo, creativo, estudia diseño industrial, desea diseñar nuevos muebles para la empresa de papá y es un poco celoso con nosotras, especialmente conmigo, con quien también tuvo afinidad especial desde pequeño, seguramente porque lo consentía demasiado. Soy 7 años mayor que él, sin embargo, es mi persona favorita del mundo, es mi mejor amigo. Creo que yo también soy su hermana favorita, lo cual no me extraña, porque soy la más divertida.

A decir verdad, lo único que me molesta de todo mi entorno familiar son las comparaciónes de mis tías, que parecen vivir para presumir basadas en estándares que nunca han ido conmigo, debido a que todo suele ir relacionado con quién tiene el mejor empleo, el mejor sueldo, la casa más aplia o el marido más adinerado. Mis tías y sus hijas (mis primas) sencillamente me ponen de malas, intento evitarlas, pero eso a veces parece una tarea imposible, tal como sucedió en la boda civil de mi hermana... lograron acorralarme y terminé mintiendo sin sentido.