Que Es El Amor??

otra persona en quien "confiar"

-David, papá quiere la custodia .

-la verdad princesa, ¿para que la querría? Apenas lo hemos visto en varios años.

-David se que lo escuche lo decía de verdad, no puedes solo pedirme que lo olvide, es nuestro futuro.

-quisiera creerte Ary, pero antes necesito tener evidencia.

Mi propio hermano no cree en mi palabra. Hoy no es mi dia.

-como quieras- dije comenzando a molestarme -si quieres creerme hazlo, se lo que escuche.

Después de decir aquello gire mi cuerpobre mis talones para dirigirme a cafetería. Cuando estuve ahi recordé que mi mochila con todo mi dinero se quedó en el auto de kenni. No había mas remedio tengo que si por el.

Cuando llegue a donde el estaba lo encontré recargado en la silla donde estaba sentado, tenia un libro en la manos, uno que yo le había regalado para su cumpleaños, uno que hasta la fecha era mi libro favorito. Se le veía my concentrado en la lectura. Solo me senté a su lado a esperar a que se percatara de mi presencia, lo cual no tardó mucho en suceder.

-me tapas la luz- dijo después de un rato.

-ese ed el punto, sherlock.- contesté con tono burlon.

-tendre que cortarte la cabeza para que no lo hagas mas -planteó mientras cerraba el libro para dedicarme su atención.

-no porque entonces habriatsdo a tu mejor amiga.

-bien dicho, ahora, porque, con todo cariño interrumpes mi lectura? Ahora es cuando esconden el libro del príncipe mestizo

-necesito que me acompañes afuera o dan las llaves debtu auto, deje mi dinero en mi mochila.

-voy contigo, no me gustaría que te vallas de aquí a buscar a leo.

-¿a que te refieres?-mi cuerpo reaccionó de una manera extraña al escuchar ese nombre.

-al chico con quien te vi ayer, se que se llama leonel, aunque todo el mundo lo conoce por leo.

-no digas tonterías- le correji- lo conocí hace dos días.

- lo que digas.

-solo vamos- dije jalando su camiseta para llevarlo conmigo.

Salimos de la sala donde nos tenian y pasamos por varios pasillos, sabíamos que íbamos en dirección a la salida solo por los típicos letreros que indicaban la salida, si no los hubiera nos habríamos perdido ya que todos los pasillos eran exactamente iguales.

-salimos al fin- dijo kenni voctorioso cuando al fin vimos la luz del dia.

Concordaba con el, llevabamos toda la mañana en una aburrida sala de hospital. Llegamos al auto, saque de ahi mi mochila y la colgué en mi hombro.

-listo- le dije y le sonreí coml una niña pequeña.

Caminamos de regreso al hospital, justo cuando la puerta se cerró tras nosotros volvimos a perdernos en aquel laberinto de paredes blancas exactamente iguales. Llevábamos mucho rato vagando sin poder encontrar la sala de espera donde debíamos estar.

-¡Dios!- grito kenni después de un rato-estamos perdidos.

-lose, me di cuenta genio- dije sarcástica- vamos tenemos que regresar.

-si encuentras el camino vienes por mi, yo no me muevo, estoy rendido.

-claro que no, si llego a donde estábamos ahí me quedaré y te conviene, allá dejaste el libro.

-tramposa- dijo mirandome con un gesto burlón e infantil.

Lo ayude a levantarse y seguimos caminando, doblamos una esquina y notamos que alguien nos seguía. Mire por encima de mi hombro, si nos seguía alguien, y kenni se dio cuenta porque noté como se tensaba y con sus manos formaba puños y los apretaba.

Intenté ver quien era, cuando el sujeto, hombre o mujer vio que volteaba a verlo parecio percatarse de que nos asustaba.

-perdon si los asusto, pero estoy perdido.- dijo apenado.

-no te preocupes-dije viendo de quien se trataba, era un chico, alto, pelirrojo lindos ojos y con piel clara.- estamos en la misma situación.

-de verdad no les molesta qje los acompañe?- pregunto nervioso. Esta vez hablo kenni.

-bueno la verdad...

-claro que no- lo interrumpí-puedes acompañarnos-repetí encantada.

-gracias, aunque no quiero ser una molestia.- sonrió nervioso.

-no lo eres, solo nos estas acompañando no?

Seguimos caminando,intentando encontrar el camino, kenni y el individuo estaban a mis lados, kenni parecía molesto porque volteaba a vijilarme. Hablare con el cuando estemos solos.

-¿cuales son sus nombres?-pregunto de la nada el individuo.

-soy ariana-dije- el es kenni, mi mejor amigo. ¿como te llamas?

-soy Carlos.

-creo que te he visto antes -dijo kenni.

-escuela, estudiamos construcción juntos.

-claro.- dijo kenni.

-¿entonces estamos en la misma escuela?-dije ahora yo.

-si- contestaron los dos al unísono.

-¿que estudias?-me preguntó el individuo que ahora se llama Carlos.

-literatura.

Sin darnos cuenta vimos una fila de sillas recargadas a la pared, en una de esas sillas vimos el libro que kenni habia dejado junto con su mochila, sentado al lado de la mochila estaba david. Cuando nos vio fue hacia nosotros.

-¿donde estaban?-se le notaba cara de preocupado.

-fuimos al auto- contesté-nos perdimos.

Cuando terminé de explicarle lo sucedido miro a carlos, con desconfianza apretó mi brazo sin lastimarme y me alejo un poco para hablarme.

-¿quien es el individuo?

-lo encontramos, y no es desconocido, esta en la escuela con kenni.

-y kenni esta contigo.

-la misma escuela si, pero los dos estudian construcción y yo en literatura.

-ahh es el chico de primer año. Le hicieron una broma por la mañana.

-¿que le hicieron?-pregunte angustiada, aunque no lo conociera no me agradan las bromas de universidad.

-no me contaron todo solonque lo pusieron en ridículo frente a un profesor.

Estaba a punto de decir algo mas cuando de una habitación salió el doctor que atendía el caso de papá. Con una seña de su mano nos dijo que nos hacercaramos a el. Lo hicimos.

-su padre quiere verlos a ambos. - dijo.

David avanzo primero, yo miré a kenni, el hablaba con Carlos, los dos me miraban.

-vuelvo en un momento- dije para ambos y entré en la habitación cerrando la puerta tras de mi.

Viendo que el aire era tenso no me molesté en saludar, el doctor también lo notó, ninguno nos mirábamos; mamá miraba sus manos, david veía un punto fijo en la pared, yo miraba mi uniforme y el doctor solo contemplaba la escena.

- los dejaré solos- dijo saliendo de la habitación cerrando con cuidado la puerta, ninguno habló en un buen rato.