¿debería confiar?

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    -¿que haces?- le pregunté apenas me soltó.

    -algo que quise hacer desde que te conozco.

    -pero, ¿porque?

    -porque me gustas, te amo...

    -no, claro que no me amas, eso no es amor.

    -¿por que crees que no?- preguntó.

    -porque no, conocerme de dos días y estas enamorado de mi. Eso no es amor no me conoces, no sabes nada de mi.

    -¿y si lograra enamorarte?- sonrió emocionado.

    -lo primero que tienes que saber de mi es que no creó en el amor.

    Se quedó callado; sé que si ya es difícil enamorar a una persona enamoradiza es mas difícil aún enamorar a alguien que cree en estas cosas de enamorarse, pero dime, ¿que tan difícil es enamorar a alguien que tiene 16 años sin sentir ninguna pizca de amor.

    -no intentes lo imposible, porque resultará peor.

    -Ari ni siquiera te he dicho si lo intentaré o no.

     -¿en serio vas a intentarlo?

     -si, porque yo si creo en el amor, en su poder, y quisiera mostrartelo, déjame enamorarte, y verás que el amor, es verdadero, muy real y poderoso.

    Ahora la que no dice nada soy yo, no se si aceptar o no, no soportaría nada parecido a lo que mi padre hizo.

    -¿cómo pretendes hacerlo?-le pregunté cruzando mis brazos.

    - te propongo empezar de cero, como si no nos conocieramos.

    -es que no nos conocemos.

    -sabes a que me refiero.

    -lo se, pero no se... No confío en nadie de ese modo.

    -para ser feliz hay que confiar, para saber confiar se necesita tener la certeza de que la perdona a quien le confías lo mas valioso que tienes, que es tu corazón, sabrá cuidarlo y en dado caso sanarlo.

    Quedé de nuevo sin saber que decir, eso me hizo pensar, pero aún no decisión no esta tomada.

    -no lo se- le dije yo- no... No quiero ser lastimada.

    -no serás lastimada, te lo aseguro.

    -¿cómo lo puedes asegurar?

    Ahora él se quedó callado, se que no puede asegurar, lo cual es un punto a mi favor para desconfiar.

    -nos vemos mañana en la escuela, simulando que nada de esta noche ha pasado- le dije despidiéndolo.

    -bien, nos vemos mañana, pero...- me sonrió mientra se acercaba a mi- me dejarás provarte que el amor existe.

    -¿y si no lo hiciera?

    -acepta-me rogó- todo el mundo necesita saber y sentir el significado del amor.

    -¿y que pasa con tus textos? Estas en escritura creativa, ¿no haz enamorado a ningún personaje?

    -puedo hacer que dos personas me enamoren, pero no se definir el sentimiento asi que esas historias no se me dan.

    En cierto modo quisiera hacer mis historias mas románticas, ya que esas historias slnnlas que mas se venden. Pero no me animo a sentir lo que es enamorarse; no quiero salir lastimada.

    -piénsalo- dijo acercándose el balcón- mañana espero tu respuesta en el casillero.

     Me quedé viendo como se iba, callada, no me despedí, no me moví, no dije nada, solo lo veía alejarse y desaparecer en la obscura calle.

    Leí la pequeña historia que tengo que entregar en la clase de escrutura creativa. No era nada romántico, era...aburrido, simple. Todas las historias que he hecho hasta ahora son con la premisa misteriosa, suspensiva, acción, pero nada, absolutamente nada de romance en ninguna de mis historias. Quisiera hacer una con la premisa romántica, experimentar sólo en una historia que es el amor, porque así solo mis personajes saldrían lastimados.

    Intenté conciliar el sueño, pero me fue imposible, la propuesta de carlos resonaba en mi cabeza, quiero...no, no quiero... Bueno, si...no se. ¡dios! Quisiera que esto no fuera tan complicado, que el amor solo fuera un juego insignificante donde si alguien sale perdiendo se reinicia el juego borrando todos los sentimientos y recuerdos. Eso no pasa.

    Releí mi libro favorito para poder leer, no pasé de la escena donde harry y ron están en la emfermeriancn hermione cuando me quedé profundamente dormida.

A la mañana siguiente me desperté, y como habíamos acordado no me había acordado de lo ocurrido la noche anterior hasta que después de desayunar regresé a mi habitación y vi la puerta corrediza del balcón entreabierta. La cerré asegurándola y tomé mis cosas y salí de la casa hacia el auto de David para ir a la escuela. Durante el camino yo pensaba lo que le diría a Carlos sobre su propuesta de ayer. No quería encontrarlo a primera hora porque necesitaba pensar.

    Estaba a punto de cruzar la puerta de la entrada al instituto pero me detuve, buscaba con la mirada a Carlos para que no me estuviera esperando. No estaba. Seguí avanzando procurando no toparme con él, avanzaba rápido para llegar al aula segura. O creía estar segura.

    -¿a donde crees que vas?

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Ahora estoy un poco enferma, por eso talvez no actualice tan seguido, pero intentaré hacerlo por ustedes, sean mi inspiración necesito sus ánimos para seguir.

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