×ziam×

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Liam siempre era la causa de sus molestias, lo volvía loco de diferentes maneras «¡Zayn!» sus buenos modales le decían que parara de caminar «¡Espera!» pero su enojo sólo aceleraba sus pasos. Cuando el castaño al fin lo alcanzó, tomó una decisión «¿Por que te fuiste, Sophia no te agrada?»

«Tu no entiendes nada, Liam» se sentía cansado, meses tratando de llamar su atención sin obtener ningún resultado.

«Nunca lo voy a hacer si no me explicas» amaba su mirada tanto como la odiaba porque sabía que accedería a cualquier cosa que él le pidiera y eso le molestaba mucho, por eso enfocó su visión en sus botas.

«Pensé que estaba siendo muy obvio» y en verdad lo era, mirarlo descaradamente mientras se cambiaba de ropa no era discreto en ningún sentido.

«No soy bueno con las indirectas, lo siento» adoraba con todo lo que tenía la inocencia de Liam, era algo que lo hacía sonreír a menudo.

«Eres un estúpido» actuar como un hijo de puta no era la mejor opción, pero optar por ella era fácil y funcionaba la mayoría de las veces.

«Deja de fingir que eres el chico malo que busca tener las bragas de todas abajo» cada palabra que Liam decía dolía y dañaba su corazón aplastando sus ilusiones.

«Idiota te define perfectamente» no le gustaba hacer eso, insultar a la única persona que lo soportaba, en verdad quería golpearse.

«Deja de fingir conmigo, sé que hay un lindo y amable chico debajo de esa faceta» sería mentira si no se estaba muriendo por dentro porque Liam pensaba que era lindo.

«¿Por qué no puedes entender?» una capa cristalina se interponía en la perfecta imagen que tenía de Liam.

«¿Entender que?» sus manos sudaban y creyó que un paro cardíaco era mejor que seguir con esa conversación.

«¡Que no me gustan las bragas!» pensó que se sentiría mejor al decirlo pero el dolor de cabeza que tenía era parecido al de la última resaca y eso no era bueno.

«¿Prefieres las faldas?» quería que se callara, quería pegarlo contra la pared, quería besarle.

«Me gustan los bóxer, Liam» esperaba que saliera corriendo, esperaba desmayarse y acabar con esa tortura interna.

«También me gustan los bóxer, son cómodos» jamas corrompería la mente de Liam, era la persona mas dulce en su círculo social.

«Quiero decir que me gustan los bóxer, pero en los tobillos de los chicos» no debió decirlo de esa manera.

«Oh» el ceño se fruncía entre las cejas gruesas de Liam, símbolo de confusión.

«En especial tus tobillos» el chico mas alto abrió la boca sólo para decir lo que él ya se esperaba.

«Tengo novia, Zayn»