Tras unos días semejantes a los anteriores (tirada en la cama tan solo existiendo) decidí levantarme una mañana y desayunar con mis padres en la mesa, como las personas normales. No había dormido mucho, pero a las ocho ya estaba en pie y bebiendo un zumo de naranja y unas galletas integrales. No hablé mucho y mis padres no intentaron entablar conversación conmigo, sabían mi estado de ánimo. Mientras comía la cuarta galleta con desgana mi madre me recordó que hoy debía ir al ginecólogo sobre las cinco de la tarde, y justo después alguien llamó al timbre.
-Iré yo. Seguir desayunando. - Anuncié levantándome de la silla.
Caminé por el pasillo tranquilamente y abrí la puerta, sin esperar encontrar a Calum detrás de ella.
-¿Calum?
-El mismo. - Respondió el chico moreno, con una sonrisilla.
-¿Qué haces aquí?
-Venía a hablar contigo. - Yo bufé. - Te veo más guapa que nunca. - Señaló mi barriga, que estaba enorme, además de cubierta por una bata de terciopelo rosa claro. Yo alcé las cejas, captando su tono sarcástico. Me pareció adivinar sus intenciones.
-Si vienes a decir algo de parte de Luke ya puedes irte. - Espeté con desdén.
-Oye, no pagues conmigo vuestras riñas. - Calum alzó las manos como acto de pazy yo suspiré, haciéndome a un lado para que pasara. - Además, Luke no sabe que he venido.
-Pues ya me dirás qué quieres de mi entonces. Sube arriba, a mi cuarto. Mis padres aún están en casa.
Calum fue hacia mi cuarto en silencio y yo lo seguí. Al llegar a él cerré la puerta y fui hacia la cama a sentarme; ya me dolía la espalda de estar tanto tiempo en movimiento.
-¿Y bien? - Pregunté mientras Calum miraba la habitación, hasta que decidió acercarse al escritorio y sentarse en la mesa con normalidad. - ¿Qué ocurre?
-Luke fue completamente estúpido. Sé lo que hizo, antes de que digas nada.
-Lo suponía.
-Y no quiero que pienses que lo defiendo. Sé que fue un completo gilipollas por lo que hizo. Pero en parte me siento culpable, yo le obligué un poco a beber. Se le veía muy desanimado porque no estabas ahí.
-Lo primero, si no estaba era porque él no quería.
-No quería no, no debías. Por la niña. - Me corrigió y yo lo ignoré.
-Lo segundo, tú no lo obligaste a irse con Koral.
-No, pero si fue con ella es porque bebió. Y él no tiene la culpa de que Koral sea una chica tan aprovechada.
-No voy a echar la culpa a Koral de lo que hizo Luke. - Me crucé de brazos, firme. - Ella no tenía razones para no hacerlo, Luke tenía unas cuantas.
-Sé que tienes todo el derecho a estar enfadada, Dani. - Calum bajó del escritorio y se arrodilló delante de mi, cogiéndome una mano con las suyas y deshaciendo mi cruce de brazos. Me pareció más que extraña la situación, pero me pareció tierna la cara de cachorro abandonado que puso Calum. - Pero Luke está tan mal como tú. Está muy arrepentido.
-Que lo piense mejor la próxima vez que se vaya con una chica. Tu cara de pena no va a hacer que lo perdone.
-Dani, por favor...
-No, Calum, no digas por favor... - Aparté mi mano y me revolví en el sitio incómoda. - Tú no entiendes la situación.
-Si la entiendo. Te recuerdo que soy amigo de Luke, y me considero amigo tuyo también. Entiendo como estáis los dos, cómo pensáis y lo que sentís. Y no me gusta veros peleados. Menos cuando en unas semanas vais a tener a una criatura en bracitos.
-O no.
-¿O no? - Frunció el cejo.
-No será así si la doy en adopción. - Calum bufó ante mis palabras.
-No me puedo creer que aún sigáis sin decidiros.
-¡No es tan fácil!
Calum se acercó un poco más a mi caminando con las rodillas hasta que su pecho chocó con mis piernas. Volvió a cogerme las manos, esta vez las dos. Yo lo miré sorprendida sin saber lo que haría.
-Dani. - Me nombró e hizo que mis manos se posaran en mi propia barriga con suavidad. - Sé que las cosas con Luke ahora no están siendo fáciles, pero está claro que él es estúpido y está un poco perdido, y también asustado. Todos cometemos errores...
-Calum...
-Déjame terminar. - Carraspeó su garganta. - Todos cometemos errores y él no será una excepción. Tú también lo haces, y yo. Todos merecemos otra oportunidad.
-Pero...
-Sé que os queréis mucho. - Volvió a ahogar mis palabras. - Tenéis que daros cuenta de que no podéis comportaros ya como dos adolescentes y afrontar que vais a tener una hija, joder. Mírala. Esta mocosa no va a tener la culpa de haber nacido tan pronto, la culpa es vuestra y tenéis que afrontarla. No podéis ser unos cobardes que se asustan ante esa idea, por muy difícil que sea dar la cara ante esto. Es vuestra. Sólo vuestra. Y podréis ser unos padres fantásticos si tan solo dejáis vuestros miedos a un lado.
No supe que decir ante las palabras de Calum, pero sin saber por qué se me escapó una lágrima. No era de tristeza, ni de rabia. Tan solo, necesitaba llorar. El estrés me podía, y a la primera lágrima la acompañaron más y algunos hipidos.
-No llores, Dani, mierda. Odio que las chicas lloren, no sé que hacer. Izzy siempre me riñe por eso. - Calum se levantó y se sentó a mi lado en la cama. Mi miró sin saber bien que hacer, pero finalmente me abrazó y yo puse mi cara en su hombro.
-Lo siento. - Me disculpé mientras hipaba.
-No tienes que disculparte.
-Sí tengo que hacerlo. - Levanté la cara de su hombro y me aparté de Calum para mirarlo. - No puedo dar a Brooke a ningún extraño para que cuide de ella. Es nuestra hija, de Luke y mía.
Calum sonrió.
-o-
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*vuelve a la sombra*