Everlasting {ChanBaek||En edición}

Capítulo 13: Black and white but looks like red (Parte 2)

— Por todo será un total de veinte mil wons, sólo aceptamos pagos en efectivo.

Rascó su nuca, alzó una ceja y torció sus labios al tiempo que sacó la cartera del bolsillo trasero de su pantalón. Decir que se sentía robado era poco, aunque tampoco es como si tuviera muchas ganas de reñir con la encargada de esa pequeña tienda de conveniencia y crearse un lío, ya que lo que más ansiaba era regresar a casa y refugiarse de cualquier tentación que pudiera cruzársele en el camino.

Él no había planeado estar en la calle a esas horas de la noche, pero tenía que preparar la cena que le había prometido a Chanyeol y ese había sido su único motivo para animarse a salir.

— Eish, ¿veinte mil wons por lo que llevo? Es mucho por lo poco que estoy comprando, ¿no podría hacer un pequeño descuento? —ladeó su rostro y trató de mostrar la mejor sonrisa que tenía en su arsenal.

Sin duda alguna él había cambiado mucho durante las últimas semanas, pero eso no quería decir que había olvidado cuales eran sus mejores armas para conseguir lo que él siempre quería. En este caso, tan sólo bastó con una pequeña sonrisa tímida y una mirada coqueta para que la chica detrás del mostrador se sonrojara e hiciera un nuevo cálculo del total de su compra, el cual disminuyó a quince mil wons. Bueno, no había sido la rebaja que él hubiera deseado, más sí fue suficiente como para estar satisfecho y saber que el poco dinero que habían traído en sus bolsillos duraría por otro buen tiempo.

Luego de pagar y de tomar la bolsa de papel que contenía un paquete de carne, un par de cebollines y una pequeña caja de arroz, se puso en marcha para volver a casa.

Era cerca de medianoche y se sentía aliviado de que las calles estaban solitarias y sin el bullicio fastidioso en el que la isla se hundía durante el día. Con franqueza, eso le gustó ya que le estaba dando la oportunidad de tomarse su tiempo de regresar a su hogar mientras disfrutaba de esa hermosa noche; el cielo estaba completamente despejado, la luna brillaba de manera despampanante en el cielo y las estrellas parpadeaban en un movimiento sincronizado y que sólo podía apreciarse en un lugar como ese, pues en la ciudad estas se perdían con la luz artificial de los faroles de la zona urbanizada.

Por eso había terminado amando esa isla en la que ahora vivían, aunque la razón principal era porque Chanyeol estaba a su lado y sabía que estando con él, cualquier lugar al que fueran sería considerado ya como su hogar.

Aferró la bolsa contra su pecho y soltó una suave carcajada quedando en su rostro una sombra de sonrisa boba. Vaya, eso en verdad que había sonado muy cursi dentro de su cabeza, pero era la verdad, era lo que sentía y nunca quería perder ese sentimiento.

— Quien diría que terminaría enamorándome —se dijo a sí mismo en voz baja sin borrar su sonrisa.

Exhaló una bocanada de aire y dio vuelta en una esquina mientras sus pensamientos giraban en torno a todo lo acontecido en esos días. Sin embargo, apenas pudo dar un par de pasos sobre esa vereda pavimentada cuando sintió un escalofrío que hizo temblar su cuerpo y detenerse de golpe. No le gustaba esa sensación, no le agradó sentir como la fina vellosidad de su cuerpo se erizó y mandó una especie de corriente eléctrica que su cerebro interpretó como que debía estar alerta.

¿Alguien lo seguía? Se preguntó en sus adentros y rápidamente giró su rostro hacía atrás para verificar; pero no, nada ni nadie estaba detrás de él.

— No Baek, es tu imaginación, te sugestionaste por la plática con Chanyeol, nada más, así que mejor deja de perder el tiempo y camina más a prisa —habló consigo mismo y apuró el paso.

Conforme incrementó la velocidad de su andar, la incomodidad también fue en aumento. Sentía como si algo estuviera pisándole los talones, observándolo, olfateándolo y acechándolo como si quisiera cazarlo y apresarlo para quitarle su libertad recién obtenida. Pero no podía ser, todo tenía que ser su imaginación pues no podía ver a alguna persona en su camino ni mucho menos olfatear algo que no fuera su propio aroma y la brisa del mar.