Mi Peor Pesadilla

Tyler, Connor & Troye

Después del "calido y agradable" saludo de Connor, entramos en la casa.
Al parecer, más que una fiesta, va a ser la típica quedada en casa de una amiga. Anda que, tanto lío para esto...
Llegan unos cuantos amigos más, y nos quedamos aquí hasta las diez.
-¿Tomamos algo?- propone Luke.
A todos nos parece buena idea, con lo cual montamos en mi coche (somos cinco, hay dos que se han ido hace poco) y nos vamos a una discoteca que hay cerca.
Bailamos y demás, hasta que me fijo en que Troye esta llendo hacia Connor.
Él le susurra algo.
Troye se sonroja.
Connor sonríe, y le coge de la mano.
Troye se la suelta, y empieza a excusarse.
Connor no se enfada, sólo le da un suave beso en la mejilla.
Troye se aleja, y veo cómo viene hacia mí.
-Hola...
-Hola. ¿Que tal?
-Aquí...
Justo cuando termina de articular la palabra, alguien le empuja.
Me enfado de una manera...
-¡Eh, tú! ¿Qué haces?
-Lo siento...
-¡Le has mojado!
-Tyler, dejale pasar...
-No, yo dejo pasar a la gente normal.
-¿Qué dices?
-¡Tyler!- me agarra la mano y la apreta- Disculpe...
-Da igual- veo cómo se aleja.
Troye no suelta mi mano.

(NARRA TROYE)
-Tyler, te has pueso muy nervioso...
-Ya, perdona si te ha molestado. Es que...
-Déjalo, no te preocupes- digo, al tiempo que apartó un mechón de su frente- vamos a bailar. No te preocupes más.

Estuvimos bailando mucho rato.
Me cambio para estar con Connor un rato.
-Respecto a lo de antes- empiezo a hablar- no te he rechazado, es sólo que no se si quiero probar todavía...
-No pasa nada. Cuando quieras, probamos, y vemos. No te presiones.

Antes me dijo que si quería tener una cita con él.
Obviamente, no puede aceptar. Lo que siento por él es muy intenso, pero no lo suficiente como para dejar a Tyler.
Primero tengo que aclararme, no quiero estropear la relación que tengo con cada uno.
Al acabar la noche, Connor se ofrece a llevarme.
Acepto, ya que antes fui con Tyler.
-Hasta mañana- me despido de todos.
-Adiós parejaaa- dice Zoella.
Veo cómo Tyler la pega un codazo, algo molesto. Me encata que se pique.
-Bueno... pasa- me invita Connor.
El camino de vuelta no es nada del otro mundo. Solamente reimos un par de veces...
Salgo del auto, y antes de cerrar la puerta, noto cómo la fría mano de Connor sujeta y tira de la mía, haciendo que me siente de nuevo.
-¿Qué pasa?

(NARRA CONNOR)
Paso todo el camino de regreso pensando cómo decirlo... necesito dejarle claro todo lo que ronda mi cabeza cuando le veo, y todo lo que siento cuando hay un mínimo roce entre nuestras pieles.
Sin darme cuenta, llegamos a su casa.
No me deja opción, puesto que sale precipitadamente.
Extiendo rápidamente mi brazo, agarro su muñeca y logro que vuelva a su sitio.
-¿Qué pasa?
Oigo sus palabras, pero no las escucho. Estoy bloqueado. No sé que hacer, no sé que decir. Mi espalda se recorre por sudores fríos, que no ayudan sino a ponerme más tenso aún. Noto cómo mis manos y piernas se tornan rígidas, con miedo a lo que pueda pasar. Me lo juego todo a una sola carta, en este mismo instante.
-T-Troye...
-Dime.
-T-Tengo que decirte a-algo...
-Venga, ¿a qué esperas? Es tarde.
-Q-Que...q-que...¡mi tutor me tiene manía, y me va a suspender!
Acabo de decir la mayor estupidez de toda mi existencia. Troye se ha quedado bastante sorprendido, yo creo que esperaba otra cosa.
-Ah, ¿es sólo eso? Ya sabes que mi padre es el director del colegio, si quieres se lo comento. ¿Tanta historia para tan poco?
-Me daba corte pedirtelo...
-No te preocupes.
Veo cómo se me escapa una vez más, cómo mis lágrimas se precipitan entre mis ojos de nuevo, cómo echa la vista atrás y me sonríe, actuando con total normalidad, sin saber lo que pasa por mi mente, mientras yo arranco el coche velozmente para que no caiga una de las gotas de mis ojos.
Necesito hacer algo.

(NARRA TROYE)
Me giro y esbozo una sonrisa.
Decepcionante. Creía que por fin iba a hacer algo, para facilitar mi elección.
Pero la gente no hace las cosas sin que se las pidas. Y en este caso, no puedo hacer más que arreglarmelas como pueda.
Llamo al timbre intentando no despertar a mis hermanos. Necesitan descansar, mañana han de madrugar. Lo cual me hace recordar que mis padres se van a enfadar por la hora de mi llegada.
Oigo cómo mi padre baja las escaleras, y abre la puerta.
-Troye...
-Lo siento, creí que mañana era fiesta...
-Y lo es, Troye. ¿Por qué has llegado tan apurado?
-Espera, ¿qué?
Continuamos hablando por un rato.
Me tiro en la cama, ni tan siquiera me tapo, y me duermo.

Los siguientes dos días me dedico a cultirizarme y documentarme sobre aspectos musicales y relacionados con el tiempo libre, gracias a los avanzados medios de comunicación que poseemos hoy en día (dicho de otra manera, potenciando mi adicción a internet)

El domingo por la noche me quedo dormido con el móvil encima de la tripa.
Gracias a él, y al fabuloso "modo vibración" que viene instalado, me despierto a las siete y media de la mañana.
Me visto, desayuno y voy al Instituto.
Llego a las ocho. Oigo voces familiares. Más que voces, gritos.
Me dejo guiar por el oído.
Veo el panorama.
Habría sido mejor quedarme durmiendo.

Tyler tiene los ojos rojos de furia, no se mueve, y poco a poco va girando la cabeza hacia un lado. Cuando esta rabioso, suele hacerlo.
Y delante de él se encuentra un enfurecido Connor, que no hace más que amenazarle al tiempo que apreta sus dientes. Hay dos o tres personas mirando atentamente la pelea.

-¡QUIEN TE CREES, EH! ¡HAGO LO QUE ME DA LA REAL GANA!- vocifera Tyler.
-No eres quién para hacer ese tipo de cosas.
-Ah, ¿no? Pues toma- responde Connor.
Se oyen un par de gafas caídas y un nuevo golpe, seco y certero, rompe el aire.