Troye & Connor

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(NARRA TROYE)


No sé cómo debería tomarme esto.


Hay dos coches plantados enfrente de mi casa (repito ENFRENTE DE MI CASA), y no dejan de pegar bocinazos.

En uno, azul, resplandeciente y aparentemente nuevo a estrenar, está montado Tyler, con cara de perro.


En el otro, color rojo, amplio y con los asientos tapizados de cuero, se ve a un enfadado Connor con cara de pocos amigos.


Les hago una señal para que salgan del coche.


-¿Qué hace él aquí?- pregunta Connor.


-Eso mismo digo yo- amenaza Tyler.


-Os relajais los dos, ¿eh? Para empezar, ¡¿por qué estais delante de mi casa y no se os ocurre otra cosa que liarla?!

En el fondo, no estoy enfadado, es más, estoy pletórico. Me gusta mucho que me vengan a recoger y eso, pero llevo soñando con algo parecido a esto años. Un ataque de celos en vivo y en directo. Claro, sé perfectamente cómo actuar.

-Lo sentimos, Troye.


-Habla por ti, Tyler. Que yo sepa, hemos quedado en que te vienes conmigo.


-Connor, no estoy obligado a hacerlo. ¿Quién ha empezado con todo esto?


-Connor


-Emmm...

-¡¿Te parece normal?

-No...

-¡¿Entonces por qué lo has hecho?!

-¡Porque no le soporto!

-¡Si no te ha hecho nada!

-Sí, claro...

-Bueno, son las siete menos veinte. Llegamos tarde...

-Ya...

-Ya...

(NARRA CONNOR)
Después de la bronca, cojo a Troye de la mano para conducirle al coche.

-Eh... Connor...

-¿Sí?

-Me voy con Tyler.

-¿Qué?

-He comido contigo, lo justo es que él me lleve a la fiesta. No te enfades, compréndeme.

-¡Pero me lo dijistes a mí primero!

-Yo le invité a la fiesta- interviene Tyler.

No me lo puedo creer. Hago de tripas corazón y corro hacia mi transporte.
Ahora ha ganado Tyler, pero esto no va a quedar así.

Vamos que si no va a quedar así.

Veo cómo se aleja el coche de Tyler, con Troye dentro.

Le sigo a una distancia prudente, pero cercana.
Al fin y al cabo, vamos al mismo sitio, ¿no?

(NARRA TROYE)
-Vamos.

-¿Te vienes conmigo?

-S-sí, ¿por?

-Creí que ibas con Connor.

-No. Porque, la verdad, hoy he pasado más tiempo con él y no te he prestado mucha atención. Aparte, en la fiesta también podemos estar juntos, ¿no?

-Sí...

En realidad, tenía pensado ir con Connor. Se lo había dicho.

Pero no soporto que me controlen, y menos que me digan lo que tengo que hacer y lo que no.

Y eso es justo lo que Connor intentaba.

Oigo cómo se enciende el motor del coche. Dios, se nota que lo acaba de estrenar.

Pisa el acelerador con cuidado, parce como si no quisiese hacerle daño.

-¿Es nuevo?- pregunto.

-Sí. Mis padres me lo regalaron hace un mes por mi cumpleaños, pero no he tenido la ocasión de estrenarlo hasta ahora.

-Mola.

-Hahaha ya ves.

-Es que es precioso.

-Eso es porque tú te reflejas en él.

Noto cómo me sonrojo, y agacho la cabeza, intentando que no se note.
Estamos en un cruze, con el semáforo en rojo.

-Levanta la barbilla- me ordena, al tiempo que la sujeta por debajo y la eleva, haciendo que le mire a sus preciosos y profundos ojos verdes.

Poco a poco, casi sin darme cuenta, voy acercando mi boca hacia la suya.
Yo nunca me había besado antes.

Sus labios están a punto de robarme mi primer beso, cuando se oye un potente bocinazo por detrás.

Ambos nos asustamos, yo me echo atrás y Tyler mira al frente.

Se percata de que el semáforo ha cambiado del rojo al verde, y no parece que lo haya hecho hace poco.

Aunque yo estoy muy a gusto, mi cara se torna muy roja, mucho, parece que va a explotar, y no me deja otra que mirarme a los zapatos para intentar ocultarlo.

Me pongo más nervioso incluso por el color de mi cara que por lo que acaba de pasar.

Miro un poco por el rabillo del ojo, para ver la reacción de Tyler.

Está sonrojado, no tanto como yo, pero no solamente por eso.

Veo cómo en su cara hay un gesto de odio, de asco, al tiempo que mira al retrovisor.

Ya estoy más relajado, así que miro hacia atrás.

Veo un coche que me suena mucho...es... ¿el coche de Connor?

-T-tyler...

-Dime.

-¿Nos ha pitado Connor, no?

No responde. Toma aire y respira hondo, para calmarse.

Ya son las siete en punto. Casi hemos llegado al sitio. Es la casa de Zoella.

(NARRA CONNOR)
"¡¿Cómo se atreve a intentar besarle?!"


Salgo del coche precipitadamente con esa idea volando en mi cabeza.
Casi me cargo la puerta al cerrarla, estoy tan enfadado...

Necesito gritar a alguien... y no se me ocurre mejor persona que Tyler.

Me planto en la puerta de la casa. La abre una alegre Zoella.

-Holi~ Conie Frannie~

-Hola- intento sonar lo menos enfadado posible.

-¿Qué te pasa?

-Nada...

-Bueno, vale. Pasa.

-¿Cuantos somos?

-Más bien pocos. Seis o siete.

-Ok

Entro. Al poco de cerrar la puerta tras de mí, se oyen risas y un nuevo "ding-dong"

-Abro yo.

Giro el pomo de la puerta y, como era de esperar, aparecen Tyler y Troye haciéndose cosquillas.

-Pasad- es lo único que digo.

Mi Peor PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora